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5 meses después...

Kasumi había enloquecido, le clavó un tenedor a su madre en el antebrazo y tuvieron que hospitalizarla.

De mientras, todo este tiempo Kasumi ha estado en la casa de Tetsuo, no ha salido en cinco meses. Tetsuo la da de comer y la mantiene segura en su casa, pero no es suficiente.

Kasumi sigue resignada con él, en todo el tiempo que llevan conviviendo, sólo han cruzado palabra dos veces contadas.

Tetsuo está empezando a desesperarse porque no cree que pueda mantener a Kasumi escondida mucho más tiempo de su familia, la cual la lleva buscando desde el ingreso hospitalario de su madre.

Lo que hizo fue muy grave y debería asistir a terapia, pero por lo visto a Kasumi le basta con ver japoneses en la televisión.

Kasumi echa de menos a JJ, aunque pasó todo muy rápido, ella tenía sentimientos hacía él y no dejaba de preguntarse qué estaría haciendo en aquel mismo instante.

Por otro lado, Tetsuo también ocupaba gran parte de su mente. Ella lo había querido mucho pero él la traicionó.

—Te traigo el desayuno —Tetsuo abrió la puerta de la habitación y entró con galletas, probablemente caducadas.

—Gracias. —murmuró Kasumi.

Tetsuo se paralizó.

—¿A-acabas de hablar?

—Bueno, no soy tan gilipollas como tú. Se hablar, ¿lo sabías?

—Es que hace mucho que no me diriges la palabra.

—Igual es porque no está entre mis preferencias hablar con payasos.

—Ah.

Después de un incómodo silencio Tetsuo decidió hablar.

—Kasumi, yo te quiero mucho. ¿Lo sabes, no?

—No lo sé, Tetsuo —. lo miró desafiante— ¿Lo sé?

—Se que todavía sigues pensando en JJ pero, vamos a ser sinceros: yo soy mil veces mejor que ese payaso con pelo rizado. Es decir, mírame —se señaló a si mismo—, soy lo mejor que te podría haber pasado en la vida.

—Ya.

—Ya. Kasumi, tienes que volver a tu casa. Tus padres te siguen buscando, y algo me dice que no van a parar hasta dar contigo.

—Esos no son mis padres. ¿Tú crees que unos padres de verdad tirarían a la basura tus pósteres de anime oni-chan?

—Yo lo haría.

Kasumi le lanzó una galleta a la cabeza.

—¡Eres un monstruo!

Y dicho esto, salió corriendo de su casa hasta llegar a un sitio que no conocía. Apoyo las manos en sus rodillas intentando recuperar la respiración.

—¿Kasumi?

Se giró en dirección de donde provenía aquella voz tan conocida.

JJ.

—¡JJ! —con lagrimas en los ojos, Kasumi corrió a abrazarlo.

JJ correspondió el abrazo, confuso.

—¿Dónde has estado todo este tiempo? Te he visto en las notificas.

—¿Soy famosa? ¡Ah! —soltó un grito de alegría y se puso a bailar.

—Te he echado de menos.

—Y yo a ti.

—Cariño, ¿donde te has metido?

Ambos se giraron en dirección a una chica de pelo rubio, que andaba hacia ellos con una sonrisa en el rostro. Con la mirada fija en JJ.

Kasumi no sabía qué decir, sólo miró la escena petrificada.

—Esto no puede estar pasando. No a mí. —Pensó.

La rubia cogió a JJ del cuello y lo atrajo hacia ella para darle un beso de lo mas intenso.

Cuando JJ se giró, Kasumi ya no estaba.

CONTINUARÁ...

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