Stalker Secreto

38

Cuando Kasumi llega a su casa, va directamente a la cocina y ve que su madre está ahi.

-¡Aqui llegó! ¡El error! -grita al ver a su hija.

Kasumi está acostumbrada a que su madre la llame así constantemente, asi que no muestra ninguna expresión.

Está apunto de dejar su mochila en el suelo, pero ve que su madre y ella no son las únicas en la cocina. Hay alguien más.

Leonardo.

-Mamá, ¿qué hace este niño aquí?

-¡No me llames mamá! ¡No me recuerdes que eres mi hija, no lo soporto! ¡Ahhhhh!-le entran arcadas y va al baño a vomitar.

-Qué coño haces aquí.

-El otro día cuándo te di la nueva edición de Animalians te fuiste sin despedirte, y quería saber cómo estabas.

-Estaba bien, hasta que has aparecido tú y me has jodido el día.

-Kasumi, ¿por qué me odias?

-No te odio. Pero entiende que me da miedo estar a menos de dos metros de una persona que lleva acosandome desde siempre.

-¡Yo nunca te he acosado! -dice Leonardo, ofendido.

-Mira, vete a la mierda. Sólo quiero comer mis lentejas en paz.

-Te las he preparado yo, toma. -se las sirve en el plato.

Kasumi se queda un poco asombrada.

-¿Las has preparado tú?

-Sí. Espero que estén buenas, jeje.

Cuando Kasumi las pruebas casi tiene un ataque de corazón ahí mismo. Son las mejores lentejas que ha probado en su vida.

-¿Te gustan? -pregunta, ansioso.

-Me encantan -Kasumi se levanta y le da un beso en la mejilla-, gracias.

Leonardo se pone extremadamente rojo e intenta ocultarlo cubriéndose la cara con la chaqueta, a lo que Kasumi responde riendo.

-Oye, ¿quieres quedarte y vemos algun anime o algo?

-Supongo que nunca me libraré de los otakus. Uno de mis mejores amigos, José Fukushima, es un tremendo onichan también.

-Lo amo.

Leonardo se pone celoso.

-¿Vemos ese anime o qué?

-Está bien, ¿cuál quieres que veamos?

-A mi me da igual, eres tú la Katsuki Bakugo aquí.

Kasumi y Leonardo pasan la tarde viendo Boku No Hero.

Hasta que oyen que alguien llama al timbre.

CONTINUARÁ...