Omegaverse Kyman.

3.3K 200 324
                                    

Los cuatro se reunieron en casa de Butters. Como solía pasar a veces, el chico les había llegado con una noticia, aunque esta vez fue algo inquietante: las asiáticas habían escrito un fanfic yaoi con Cartman y Kyle como protagonistas, y se estaba circulando por la escuela.

Habían notado, algo alarmados, que los rumores y risas se estaban extendiendo entre sus compañeros, y entonces Butters les llegó con la noticia que les hizo comprender el motivo detrás. Y eso era inevitablemente malo: todos sabían ya, después del asunto de Tweek y Craig, que las asiáticas deciden quién es gay. Y ellos eran los siguientes.

-Vamos... Vamos... -urgía Cartman a Butters, que ya buscaba la información a través de su computadora. Su casa era, por lo mientras, como su refugio.

-Ya voy, amigos... Lo compartieron en uno de los grupos de Facebook.

Kyle, a diferencia de lo usual, no estaba enojado, sino preocupado. Era como escuchar su sentencia de muerte y se había puesto pálido.

-No lo entiendo... -dijo-. ¿Quién podría imaginarnos a nosotros dos como pareja? Nos odiamos!

-Amigo -le dijo Stan-, ¿qué van a hacer si las asiáticas los vuelven gay? No irán a...

-No -interrumpió Cartman-. ¡No! No hay manera de que YO sea gay, ¿oyeron?

-Pero, Cartman, tú ya eres...

-¡Cierra la boca, Kinny! ¡Khal es el marica aquí, no yo!

Stan y Kenny intercambiaron miradas, no muy convencidos. Kyle estaba tan mal de ánimo que ni contraatacó.

-Ya lo encontré -anunció Butters-. Es este, chicos -continuó cuando los cuatro se asomaron. Así fue como los cinco lo leyeron. Kenny se quedó callado, como siempre, mientras los demás leyeron, asustados.

Claramente la historia relataba una relación de pareja entre sus dos amigos, y las cosas fueron desarrollándose hasta que comenzaron con los besos. Y las cosas no pintaban nada bien, porque la escena no se detenía.

-¿Pero qué mierda? -exclamó Stan cuando leyó la palabra "gemido", mientras que Cartman pasó a tener una expresión de estar tremendamente ofendido.

-He tenido suficiente -se alejó de la pantalla-. ¡¿Qué basura es ésta?! ¡No me importa lo que hagan las asiáticas, nunca voy a salir con un judío! ¿Me oyes, Khal? ¡Nunca!

El niño gordo salió de ahí con un azotón de puerta, y por fin Kyle pudo tener una expresión de molestia. Pero Cartman ya se había ido, no le podía contestar.

-Chicos, no quiero leer ésto -dijo-. Odio decirlo, pero Cartman tiene razón. No porque escribieron una historia sobre nosotros dos significa que tenemos que estar juntos. ¿Quién nos va a obligar?

-Kyle, no lo entiendes -intervino Butters-, ustedes ya están saliendo para todos los demás. Si vas a casa lo vas a comprobar tarde o temprano, porque tus padres van a hablar contigo sobre tu relación con Eric. Los únicos que no lo han aceptado, son ustedes.

-¡No estamos saliendo, Butters! ¡No es nuestra culpa que los demás sean estúpidos!

-Hagamos algo -habló Stan-. Todos nosotros haremos lo posible para que los demás sepan que Kyle y Cartman no son pareja. Si alguien nos pregunta, diremos que no lo son y que se odian. También tú, Butters.

-Ouh... Ok.

-¿Crees que funcione? -preguntó Kenny, con su voz obstruida. También él se veía asustado.

-Tiene que funcionar, o nuestro grupo de amigos se va a desintegrar.

Los tres guardaron un grave silencio.

Gustos raros (Cartyle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora