(4/7) Buenas y malas.

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A ver... Recapitulemos lo que había ocurrido durante las últimas horas desde su punto de vista.

1.- Había llamado temprano a Ootori Eiichi con el fin de convivir con él y pasar un día tranquilo para limar asperezas.

2.- De algún modo habían conseguido llevarse bien, incluso pudieron tocar la guitarra uno al lado del otro y hacer un pacto entre ellos.

3.- Ren había aparecido de la nada, corrió a Eiichi y se quedó solo con él, dando lugar a una muy extraña y hasta cierto punto perturbadora conversación que, sinceramente, no le aparecía recordar, en lo absoluto.

4.- Después de huir del saxofonista, había comenzando a buscar a Eiichi, logrando encontrarlo después de algunos minutos en la habitación de Cecil.

5.- Los tres comenzaron a ir rumbo a la cocina, pues ya era la hora de comer.

6.- Se percato de que Eiichi se había quedado atrás y al voltear notó que se veía realmente mal, como a punto de desmayarse.

7.- Algo preocupado, lo llamó, justo antes de ver cómo este empezaba a caer rumbo al suelo.

8.- Quiso correr para atraparlo, pero, oh sorpresa, OH TERRIBLE SORPRESA, él líder de HE★VENS... Simplemente se esfumó, sin dejar rastro alguno...

...

—... ¡¿Por qué no puedo tener un solo día normal en mi vida?! —Gritó tras su terrible recuento de los hechos.

Ittoki Otoya estaba sumamente perturbado por lo que sus ojos habían visto, pues era algo que superaba y por mucho toda lógica posible. Le había costado bastante tiempo salir del shock en el que había quedado después de ver desaparecer a Eiichi como si nunca hubiera estado ahí, simplemente era algo absurdo y sin sentido.

—Cálmate Otoya, esto debe tener una explicación —Decía Ichinose Tokiya cruzado de brazos.

—Si, seguro la tiene —Intervino Kurusu Syo con el ceño levemente fruncido—, y creo saber quién nos la puede dar...

Todas las miradas fueron a dar directo a la persona que se había encargado de reunirlos para dialogar sobre lo ocurrido, quien se estremeció al darse cuenta de ello.

—... ¡¿Por qué creen que yo tengo la culpa?! —Gritó Cecil alterado.

¡Incluso Natsuki y Haruka tenían la vista clavada en su persona!

—Has estado comportándote de forma demasiado sospechosa desde el principio —Respondió Hijirikawa Masato.

—Como si quisieras ocultar algo... —Siguió Shinomiya Natsuki.

—Y yo no conozco a nadie más capaz de hacer cosas tan raras en este sitio —Finalizó Ren.

El silencio reino en la sala durante algunos segundos, mismos en los que Cecil se negaba a abrir la boca, no fue sino hasta que alguien se animó a romper aquella pared de hielo que las cosas comenzaron a cambiar.

–C-Cecil-San... —Llamó Nanami Haruka en un tono algo insistente— S-Si sabes algo, cualquier cosa... Debes decirlo.

El moreno escuchó a la bella chica decir aquellas palabras... Y ante ella ya no fue capaz de seguir fingiendo.

—... Bueno... Quizás... Quizás la sesión de terapia personal que tuvimos hace rato tenga algo que ver... —Confesó aún inseguro.

Y de nuevo reino el silencio durante algunos segundos...

—... ¿Terapia personal? —Preguntó Natsuki confundido.

—¡Mi madre me había dicho que la leyenda era falsa! —Gritó el príncipe a modo de defensa— ¡Me dijo que el collar no servía, que no era mágico realmente! Así que... Así que no vi nada malo en usarlo con Eiichi...

[UtaPri] Guitar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora