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Iba a poner algo, pero de repente se me olvidó, lo siento.

Ah ya me acordé...

Una semana después...
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   Había pasado una semana desde que Jimin había llegado a aquel horrible lugar. Una semana desde que su estómago apenas recibía migajas de barritas y agua sucia y apestosa. Una semana desde que se sintió tan repugnante que hubiera querido que usaran el agua para lavarle.

— ¿Otra vez? — preguntó Soobin sonriendo — Que mal te va.

   Ahora había una pequeña mesa dentro de la habitación, con una sola silla. Tras ni siquiera haber podido esquivar cuatro, perdió de nuevo su oportunidad para comer. Soobin se sentía mal por el chico, pero eran órdenes muy claras de Yoongi.

   Se dejó caer en el asiento y un señor curpulento le llevó a Soobin un plato de comida tan hermoso para los ojos de Jimin, que sus ojos casi se desorbitan al verle. Soobin colocó el plato en la mesa y lo dejó a la vista de Jimin, quien se había relamido los labios al sentir el aroma de aquel arroz cocinado al vapor con sushi por el lado, y aquel vaso de jugo de naranja que luego estaban colocando allí para los ojos de Jimin era como un néctar divino.

   Soobin se pasó las manos por el cabello y luego se colocó en posición de ataque, por lo menos agradecía que Jimin cooperase y ya se parase por su cuenta para colocarse en posición defensiva. Estaba aprendiendo al menos y eso era una luz verde para Soobin, quien ya hasta le daba pena de golpear a aquel chico.

— Si logras esquivar siete, te ganas el plato — dijo Soobin.

   El cuerpo de Jimin tembló de la emoción, y por poco una sonrisa se asoma en sus labios. La idea de al fin comer se plasmó en su cabeza como si tuviera pegamento.

— Empecemos.

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— Bien, Seokjin — decía Seungmin como si fuera un maestro orgulloso al ver a Seokjin moviéndose un poco más erguido — estás mejor que ayer.

   Y tenía razón, los movimientos de Seokjin el día anterior habían sido lentos, torpes y casi se cae de cara en la caminadora, por suerte él estuvo ahí para evitar su caída. Le sonreía mientras tenía su mano izquierda en el hombro izquierdo de Seokjin y su derecha agarraba levemente el antebrazo derecho del paciente, o sea, también Seokjin.

   Seokjin se sentía querido, y a veces hasta simulaba que tenía dolor para que aquel chico le atendiese. Se sentía bien a su lado, pero ya quería salir del hospital, la comida con sabor a cartón ya lo tenía mareado, necesitaba sus bien balanceadas recetas culinarias. Por lo que estaba tratando de avanzar y dejar saber que estaba bien, aunque no lo estaba completamente.

— Cuidado — otra vez, los pies de Jin fallaron después de varios minutos de caminata y su cara iba directo hacia el equipo principal de la caminadora, por suerte, Seungmin estaba ahí.

   Le agarró con firmeza pasando su mano rápidamente por el torso del mayor para impulsarlo hacia arriba y evitar que cayese en aquella cosa que controla la caminadora. Seokjin suspiró enojándose consigo mismo por no poder pasar de los quince minutos por su propia cuenta, sus músculos fallaban después de esa cantidad de minutos.

Kitty Gang - Yoonmin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora