Kitty Gang - Yoonmin [+18]

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Estoy ansioso, saber que les encanta la historia me hace feliz de una manera que no puedo describir.

¿Y la ansiedad? Bueno, porque yo también quiero saber que va a pasar jajaja.
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— ayúdanos a salir de aquí, Taehyung.

   Taehyung alzó la cabeza mirando a Jimin y miró hacia la puerta, debía tomar una decisión. Quedarse y ser castigado o intentar huir del infierno del cual nadie ha podido salir.

   La luz de aquella linterna se hacía cada vez más brillante, estaban quedándose sin tiempo.

— ¡Taehyung! — chilló en un susurro Jimin, estaba desesperado y quería salir de aquel infierno, pero no quería dejar a Taehyung.

   Aquel hombre movía la linterna de un lado a otro, mirando las puertas de aquellas habitaciones donde dormían o estaban castigados los reclutas, su atención se fijó en aquella que estaba abierta, eso no era normal. Colocó su mano derecha en su cintura apuntando al aparatito ese electrocutador del cual ya no recuerdo su nombre y estiró un poco su cuello para intentar ver dentro de la habitación. No le quedaba más remedio que entrar, no lograba ver nada.

   Se acercó cauteloso, con los músculos listos para realizar cualquier acción. Cruzó la puerta, y un puñetazo le llegó de lleno en la mejilla izquierda, fue tanta la fuerza usada, que el chico cayó de cara en la pared y el responsable del puñetazo se había quejado de dolor.

   Jimin se le abalanzó al hombre gruñendo de manera desesperada mientras este sí lograba defenderse. El intercambio de puños y algunos manotazos no eran cosa alguna para ambos chicos, el primero, que llevaba defendiéndose toda su vida y estaba hecho para repartir golpes; el otro, pequeño y frágil, pero mostrando su lado salvaje en señal de defensa.

En un movimiento salvaje por parte del guardia de seguridad, Jimin quedó en su regazo con la espalda pegada al torso contrario, y comenzó a sentir que el aire le faltaba. Pronto se dio cuenta de que estaba siendo asfixiado y aunque intentaba zafarse, los brazos del hombre parecían de hierro, pues ni siquiera reaccionaban a los golpes de Jimin, que poco a poco iban perdiendo fuerza conforme pasaban los segundos y su cuerpo seguía sin recibir aire.

   Jimin miró desesperadamente a su amigo Taehyung, quien le observaba fijamente. Parecía estar llorando, pues se le veían los ojos humedecidos y su cuerpo temblaba ligeramente.

   No me hagas esto Taehyung, pensó Jimin cuando sus ojos comenzaban a cerrarse, a punto de caer en la inconsciencia.

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   Seokjin miraba el techo con decoraciones de pecesitos de colores, cuando la puerta comenzó a ser tocada. Se levantó lentamente escuchando como volvían a tocar la puerta, y tras pasarse las manos por el cabello y también por la cara para sentirse "más hermoso", miró hacia la puerta cuando esta fue tocada una tercera vez.

— Pase — dijo feliz. — Hola Seun...

   Aquel que estaba pasando por la puerta no era precisamente la persona que estaba pasando por su cerebro en esos momentos. Era un chico de piel blanca, rubio y parecía no más de dieciséis, sin embargo, era hermoso y tenía bata de enfermero.