Feel Lost (Detroit Become Human) Connor Fanfic

Epílogo

Detroit,
2 años después de la rebelión de los androides.

-Recuerdenme porqué demonios hemos venido a este lugar abandonado...

-¿Asustado, papi?

-No jodas, Lily.

-Por la nueva ley que está ejerciendo el estado, debemos rescatar y liberar a todos los androides -Recordó Connor -Sólo vinimos a la oficina de Cyberlife para asegurarnos de que no quedé ningún androide en el olvido.

-Demonios -Se quejó el teniente -¿No podríamos al menos encender las luces de este lugar?

-Eres un miedoso -Se burló Lily.

-Lo lamento, Hank. Al ser un lugar ya clausurado, ya no hay energía eléctrica -Se disculpó el androide.

A regañadientes, el mayor del grupo continuó su caminó alumbrando soló con linterna al igual que su hija y yerno, quiénes caminaban tomados de la mano, demasiado empalagosos para el gusto del teniente.

-Esta maldita fábrica es gigante -Comentó Hank -¿No sería mejor separarnos?

Se volteó para ver a Connor y a Lily compartiendo baba, lo que le hizo hacer un gesto de disgusto y decidió que sería mejor seguir caminando sin mirarlos.

A pesar de los años de lucha de los androides por derechos, las cosas marchaban como pies de tortuga, Detroit en ese momento era mayormente poblado por androides que por humanos y el departamento de policía seguía sin ser retomado, por lo que Lily y Hank eran prácticamente cesantes.

Continuaron su caminata por el gran edificio sin mucho éxito en su búsqueda, hasta que a Hank casi de la un infarto cuando al entrar en un cuarto con varias máquinas que armaban androides vio a una copia de Connor, y aunque ya por la apariencia había confirmado que era una versión mejorada, lo comprobó al leer en la chaqueta la inscripción RK900.

-¡Encontré algo! -Avisó dando un grito a sus acompañantes.

Lily y Connor no tardaron mucho en aparecer junto a Hank, observando también al androide.

-Iba a ser tu reemplazo -Comentó Lily a su pareja con cierto disgusto.

-¿Será seguro despertarlo?, ¿Qué tal si se enamora de ti también, Lily? -Bromeó Hank mientras sacaba su botella de licor de su chaqueta.

Aunque había dejado su alcoholismo, seguía bebiendo de vez en cuando en cantidades moderadas, Lisa fue de gran ayuda en eso, sobre todo cuando Lily y Connor se fueron a vivir juntos a otra casa.

-Por ley debemos despertarlo -Dijo Connor mirando a Lily de reojo.

-¿Qué? -Preguntó la joven confundida.

-Nada. Deberían guardar distancia por si acaso, no sabemos de que manera lo hayan programado -Indicó.

Lily fue junto a Hank y ambos retrocedieron, la más joven quitándole la botella a su padre para tomar un sorbo también. Connor se acercó al androide y tal como ya había hecho otras veces, tomó su antebrazo y lo despertó.

Lo demás ya era rutina, al comprobar que ya no había nada más en la fábrica, llevaron al androide hasta la alcaldía en donde Markus y otros androides lo acomodarian a su nueva vida.

Su padre se despidió de ellos al concluir su misión de aquel día indicando que Lisa los esperaba para cenar en casa, dejando solos a la pareja.

Connor se sentía nervioso, a pesar de que llevaba día hablando con Hank al respecto, nunca encontraba el momento adecuado para usar el anillo que guardaba siempre en el bolsillo de la chaqueta.

Aunque el teniente le asegurase que era imposible que Lily lo rechazara, no podía evitar sentirse nervioso. Por lo que cuando estaban en la comodidad de su hogar y la veía prepararse la cena, él tomó el valor.

-Lilytecasariasconmigo... -Salió tan rápido de su boca que pareció más una frase de trabalengua que una pregunta.

La joven rió divertida.

-Perdón, cielo. ¿Me hablaste en otro idioma?

Connor se removió en su lugar, nervioso, demasiado nervioso.

-¿Te casarias conmigo? -Dijo más calmado está vez y mostrando la sortija de compromiso que consiguió para ella.

-No -Respondió ella para luego reír -¿Creíste que diría eso?

Y lo besó para su alivió.

-¿Eso es un sí? -Quiso confirmar.

-Claro que sí.

Muchas gracias a todos los que le dieron amor y apoyo a la historia, sus comentarios son lo mejor💞 ¿Será este el final definitivo?, Quién sabe... chan chan chaaaan!