Feel Lost (Detroit Become Human) Connor Fanfic

XXIV

Lisa.

Mi deber como androide enfermera siempre ha sido cuidar y proteger de la salud de mis pacientes, pero la que ahora era mi paciente no ha vuelto a casa desde ayer por la tarde y su padre se ha convertido por así decirlo en mi nuevo paciente.

Estuve toda la noche cuidando de él y procurando que no sufriera una intoxicación por alcohol, Hank Anderson tiene graves problemas de alcoholismo, depresión y ansiedad.

A diferencia de Lilianne, el se abrió bastante a mi y me contó muchas cosas acerca de su pasado, pero sobre todo sobre su esposa y sus hijos, Hank ama como nunca a su familia pero perdió a dos de ellos de manera bastante trágica.

Lo que pude concluir de la información que obtuve de él es que, su hija es su más grande orgullo.

Connor me ha informado desde ayer acerca de Lilianne y yo le he informado a Hank, lo que en parte le ayudó a estar más tranquilo.

Ahora él descansa sobre el sillón junto a Sumo, tapado por una manta que puse sobre él.

Es un buen hombre, sólo ha tenido mala suerte. Es lo que pienso mientras le observo.

He tenido a muchos pacientes desde que comencé a existir y no he olvidado a ninguno, nunca permití que reiniciaran mi memoria, y no busco más que ayudar a las personas.

- ¿Qué hora es? - Escucho preguntar a Hank con voz ronca.

Se está despertando.

- Son las 2 de la tarde - Informo llamando su atención.

Aún no se había dado cuenta de mi presencia.

- ¿Quiere comer? - Pregunto y el asiente.

Me retiro de su lado luego de haber chequeado sus signos vitales, todo funciona normal, aunque sigue teniendo altos niveles de alcohol.

- ¿Hay noticias de Lily? - Se acerca a la mesa para sentarse a comer.

- Está junto a Connor, atendiendo a un llamado de emergencia relacionado con un androide - Contesto mientras pongo el plato con comida y cubiertos para él.

- Gracias - Dice - Creo que no iré a trabajar hoy.

- De acuerdo.

...

Lil.

Un gato obeso de color café se posa sobre mis piernas, la señora Nichols me dijo que su nombre es chanchito, y tiene lógica ya que es igual de gordo que uno.

Connor ayudó a bajar a la anciana y la puso sobre su silla de ruedas, tenemos que hablarle en un tono alto ya que es algo sorda y ni siquiera hemos podido interrogarla ya que insistió en preparar té y galletas antes de conversar.

Ahora mi compañero está con ella en la cocina mientras yo y chanchito esperamos en la sala.

- ¿Con que te han rellenado tanto? - Le pregunto y en respuesta sólo recibo un maullido.

Este gato si que es consentido.

Veo a Connor y a la anciana llegar a la sala, él empuja la silla de ruedas mientras ella trae la bandeja con dos tazas de té y un plato con galletas.