La Cinta

Cinco

Resumen: Esta vez, es culpa de Wei WuXian. 

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Lan Huan trató de no abrumar demasiado a su prometido con sus atenciones, pues no quería importunarlo, pero (en su afán por ganar los afectos de Jiang Wanyin) no sabía si lo había logrado. La única carta que enviaba cada semana rápidamente se convirtió en tres y su longitud se duplicó. Las visitas al Muelle de Loto, también aumentaron en frecuencia y duración en el siguiente medio año, pasando de un solo día una vez al mes a dos días consecutivos cada dos semanas. Jiang Cheng lo aceptó sin quejas cada vez, sin embargo, y por alguna extraña razón, los discípulos de Yunmeng Jiang, siempre parecían extremadamente satisfechos con las visitas de Lan Huan.

En una ocasión, Lan Huan los había escuchado susurrar algo sobre "deshacerse del estatus de perro soltero" y "ni siquiera estar en la lista negra será un problema", pero no sabía qué significado tenían esas palabras y, cuando su prometido vino a buscarlo, los discípulos dejaron rápidamente de cotillear y volvieron al trabajo.

Con las interacciones más frecuentes entre los dos Líderes de Secta, también llegó una cooperación más estrecha entre las dos sectas. Hoy, la visita de Lan Huan al Muelle de Loto no fue simplemente una visita social; había traído a Lan WangJi y Wei WuXian con él para ayudarlo a llevar a cabo una cacería nocturna conjunta. Fue gratificante ser testigo de cómo se arreglaba la relación entre Jiang Wanyin y Wei WuXian, aunque todavía quedara cierta incomodidad entre ellos. Aun así, ninguna cantidad de incomodidad entre los dos hermanos podría superar los copiosos niveles generados por la desvergonzada pareja y sus libres muestras de afecto en público.

Apenas habían tocado su cena cuando Jiang Cheng bajó sus palillos de golpe. —¡He terminado! —Gritó.

—¿Ya? —Wei WuXian preguntó, sentado en el regazo de su marido.

—¡No puedes hacer eso! —gritó Jiang Cheng, señalando con un dedo severo en su dirección. —¡Si siguen comportándose de forma tan repugnante, les vomitaré encima!

—No puedes vomitar cuando tienes el estómago vacío, —dijo Wei WuXian.

—¡¡¡Ugh!!!

Con un empujón, Jiang Cheng se alejó de la mesa y se marchó dando pisotones.

—Ah... —Lan Huan se quedó mirando la espalda de su prometido. —Tal vez debería ir tras él.

Esta era la oportunidad perfecta para tener un tiempo a solas con su prometido.

Dirigiéndose a uno de los sirvientes de Yunmeng Jiang, pidió que le llevaran algunos platillos a los aposentos privados de Jiang Cheng. Luego, siguió a su prometido.

Resultó que el otro lo había estado esperando fuera.

—Sabía que te irías, —dijo Jiang Cheng y sonrió. —Incluso para el benevolente ZeWu-Jun esos dos son demasiado desvergonzados para soportar.

Una suave risita escapó de Lan Huan ante eso. —Puede que sean un poco exagerados, sí, pero sólo intentan demostrarse su afecto.

Jiang Cheng resopló. —Incluso en ese caso, ni muerto me atraparían haciendo eso.

—Sé que no lo harías. No está en tu carácter ser tan abierto, pero tienes tus propias maneras de demostrar que alguien te importa.

Ese maravilloso rubor volvió a cubrir las mejillas de su prometido. Wanyin se ruborizaba tan fácilmente con cumplidos tan pequeños, y sin embargo Lan Huan no se cansaba de verlo así; de hecho, su rubor sólo se volvía más y más entrañable cada vez que lo mostraba.

Lan Huan le dedicó a su prometido una suave sonrisa.

—He pedido que traigan algunos platillos a tus aposentos privados. Podemos disfrutarlos allí, mientras discutimos cómo proceder con la cacería de mañana.

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Lan Huan se despertó en una habitación desconocida con un persistente dolor de cabeza y sin recordar nada de la noche anterior. ¿Qué había pasado?

Frunciendo el ceño, se llevó la mano a la sien. Sólo para darse cuenta de que su cinta había desaparecido.

¡Oh, no...!

Con un grito ahogado se sentó en la cama y las sábanas sobre él cayeron para revelar que sólo llevaba puesta su ropa interior.

¿¡Qué ha pasado!?

Su pánico fue en aumento, buscó a su alrededor y descubrió que su ropa estaba cuidadosamente doblada en una mesa cercana, y que su cinta estaba cuidadosamente colocada encima, mientras que su xiāo, Liebing, y su espada, Shuoyue, estaban colocados junto a la pila de ropa. Se acercó rápidamente a la mesa. Una breve nota dirigida a él había quedado atrapada debajo de Liebing, y Lan Huan reconoció al instante la fluida caligrafía como la de su prometido. La recogió y leyó:

XiChen-xiōng,

Mis disculpas por permitir a Wei WuXian la oportunidad de avergonzarnos al jugar con nuestra comida. Lo mataré por ti tan pronto como termine de escribir.

Espero que no haya sido demasiado atrevido por mi parte, pero mientras estabas ebrio, me tomé la libertad de desvestirte y llevarte a la cama. Encontrarás todas tus pertenencias con esta carta.

Por el bien de tu dignidad, XiChen-xiōng, por favor, no vuelvas a consumir alcohol.

Jiang Cheng

Conforme leyó la nota un par de veces, Lan Huan sintió que su rostro se calentaba cada vez más.

Wanyin me ha... desnudado...

Era muy inapropiado que una pareja no casada hiciera algo así. Pero entonces, por lo que pudo discernir leyendo la carta, parecía que el que se había comportado de forma inapropiada la noche anterior era Lan Huan, y Wanyin sólo había sido tan servicial como podía serlo dadas las circunstancias.

Lan Huan leyó la carta una vez más y esta vez sus ojos se fijaron en los dos últimos caracteres escritos en el papel.

Jiang Cheng. No Jiang Wanyin. No su nombre de cortesía, sino su nombre de nacimiento.

El corazón de Lan Huan se aceleró con alegría desenfrenada.

¿Esto significa que Wanyin me ha permitido...?

Lan Huan se mordió el labio inferior con anticipación, y entonces, suavemente, susurró el nombre que había anhelado decir durante tanto tiempo.

—A-Cheng...

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箫—xiāo: Flauta. Es una flauta vertical china de la antigüedad.