VI

202 22 2
                                    

POV Tom

POV Tom

La sensación de un torbellino vuelve a molestar a Tom, pero esta vez es diferente, de alguna forma se siente mucho más dulce.

Permanecen juntos durante toda la tarde, charlando de una y otra cosa, recordando problemas pasados y besándose de cuanto en cuanto. Tom se siente de maravilla, la tarde es cálida y perfecta, así que preparan juntos la cena.

Nada muy elaborado, un platillo sencillo y rápido, acompañado con una copa de vino tinto. Continúan charlando aún más tiempo entre sonrisas y roces "inocentes", una barrera parece haberse roto, porque ambos se sienten más cómodos, Tom lo nota.

—Entonces, ¿Cómo quieres que te llame?—pregunta Harry en algún momento.

—Como tú prefieras—responde tomando un sorbo de su copa.

—Entonces, Tom está bien—lo mira con una sonrisa—¿No?

Observa al niño con ceja alzada. Entiende el juego de Harry.

—Si quieres—responde, no se va a dejar molestar.

—Entonces Tom, ¿Quieres postre?

Tom sonríe levemente y asiente.

Harry se pone de pie y camina hacia la cocina, les sirve a ambos una rebanada de pastel y vuelve a la sala, el chocolate amargo sabe bien, y la crema no es demasiado dulce. A Tom le gusta.

Cuando la noche comienza a caer Tom dice que tiene que volver a casa, el papeleo le espera desordenado en su escritorio. Las últimas dos semanas estuvo algo "ausente" según sus compañeros de trabajo.

Harry le acompaña hasta la puerta de entrada para que Tom se pueda aparecer. Pero ninguno parece querer alejarse demasiado del otro. Por un breve instante se miran a los ojos, y Tom siente el torbellino otra vez en su estómago.

Así que demasiado impulsivo para su gusto, se lanza sobre los labios de Harry y los devora con parsimonia. Saben deliciosos y son cálidos.

Un rastro de ropa marca el camino de ambos hasta la habitación, los besos suben de nivel y Tom termina marcando el suave cuello de Harry con sus dientes. Escucha al menor gemir, un sonido gutural y placentero, que hace que toda la sangre de Tom viaje al sur.

Ambos caen a la cama semidesnudos, lanzan las últimas prendas por algún lugar de la habitación mientras se concentran solo en el cuerpo del otro.

Tom lame y besa cada rincón del cuerpo de Harry al que tiene acceso, el niño sabe a dulce y pronto el calor aumenta en la habitación, así como los gemidos y súplicas por más.

Tom prepara a su acompañante con suavidad, no planea lastimarlo, la simple idea le molesta. Que su yo del pasado haya querido ver al niño retorciéndose y gritando. No es como que ahora no lo desee, sólo que esta vez planea lograrlo por otros medios.

Medios más, placenteros.

Una vez listo, entra en él, es caliente, apretado y firme. Joder.

Espera a que el menor se acostumbre a la intrusión y comienza a moverse lentamente, captura los labios dulces otra vez mientras ayuda al contrario con su erección. Tom solo deja de besar a Harry cuando necesita respirar. O cuando quiere escucharlo gemir, ver a Harry morderse el labio y apretar las sábanas con las manos hasta que sus nudillos se ponen blancos mientras reprime un grito le hace sonreír con placer mientras ataca nuevamente el cuello del menor.

Escucha un fuerte gemido, Harry lo mira a los ojos mientras inclina un poco la cabeza, exponiendo su cuello para que Tom pueda marcarlo allí si lo desea. Y Tom lo hace, sintiéndose complacido consigo mismo, mientras observaba cómo los tonos púrpuras se marcan como acuarelas en un lienzo.

Las paredes de Harry se cierran sobre él con fuerza, entonces no puede resistir más y lo llena completamente, mientras algo cálido se cuela entre su estómago y el de Harry. Es que ambos se han venido al mismo tiempo, en perfecta sincronía.

Continúan un par de veces hasta que Harry completamente exhausto se rinde al sueño, Tom los limpia a ambos y duermen abrazados.

HTHTHTHT

Tom despierta antes, mira a Harry y nota que el niño tiene los cabellos negros cayéndole en ondas por el rostro, la cicatriz en forma de rayo parece brillar con la luz del alba mientras su respiración, ligera y tranquila mueve su pecho al compás de sus latidos.

Los labios rosados entreabiertos, suspirando el cálido aliento con olor a vino tinto y chocolate, impregnando el ambiente de calidez. Pero sobre todo de ternura, porque así, con los ojos cerrados y la mente soñando Tom ve por primera vez que Harry es como un niño.

Un pequeño niño con el corazón roto, que después de vengar a su familia huyó lo más lejos que pudo de todo, para terminar en los brazos del ser más asqueroso que pudo conocer, porque ahí, en el medio de la oscuridad bajo la luz de las estrellas, con la brisa cayendo contra la ventana y el viento removiendo los árboles, Tom por fin se da cuenta de todo el mal que hizo.

Y pide perdón, no más alto que un susurro, pero lo suficiente como para creer escucharlo, pide perdón por sus pecados, por lo que hizo y por todo lo que le quitó al hombre recostado frente a él, el hombre que en algún momento fue un niño indefenso que él persiguió, como un depredador que acecha a su presa porque sabe que está indefensa.

Pide perdón desde lo más profundo de su podrido corazón, porque le había robado algo que nunca podría devolver y pide perdón, porque lo amaba con el alma y quería estar junto al niño.

Y ahí, bajo la luz matutina abre su corazón para el hombre frente a él, mientras se promete a sí mismo y a su amante devolverle lo robado, o al menos algo similar. Algún tipo de consuelo para llenar el hueco que sin saber había dejado en el compungido corazón de su Harry.

Toma al contrario en sus brazos y lo acerca a su pecho mientras esté suspira de satisfacción.

Joder que ahora se daba cuenta que de verdad lo amaba demasiado.

Amaba todos los aspectos de él, amaba la forma en la que arrugaba el rostro cuando algo le desagradaba, amaba verlo suspirar después de tomar un largo trago de amargo café después de llegar al trabajo. Le encantaba la forma en la que fruncía los labios cuando se enojaba y no quería mostrarlo, adoraba que cuando no entendía algo, o estaba fuera de su entendimiento, arrugaba el entrecejo y lo miraba hasta que le explicara.

Pero sobre todo le cautivaba y le enamoraba observar el brillo que surgía en los verdes ojos cuando estaba feliz, su sonrisa de satisfacción al entender algo y la forma en la que parecía levitar en la cocina mientras hacía lo que le gustaba.

Porque así era Harry.

Porque así era su Harry.

Y él se encargaría de mantener esa sonrisa en su rostro, sería igual de perseverante que en el pasado, solo que esta vez no intentaría acabar con él, esta vez lo protegería.

Porque Harry merecía eso y más.

Tom lo prometió bajo la luna, anhelando despertar más seguido así, observando a la persona que amaba. Podría acostumbrarse a despertar con Harry entre sus brazos.

15-05-2021


Una disculpa por no haber publicado, me quede sin internet y estaba en un curso intensivo en la escuela, nuevamente una disculpa.

Hasta aquí doy por terminada la historia, si quieren un extra o leer algo a continuación no duden en pedirlo, estoy trabajando también en otra historia.

Díganme ¿Les gusta el Drarry?, espero que sí.

Secretos y promesas bajo la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora