Arena (4)

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Me despierto con los primeros rayos del amanecer.

Ella ya no está, pero puedo percibirla, algo me dice que está cerca. Sigo ese impulso y la encuentro en el coliseo, pensativa.
No me dice nada al verme, solo me observa y saluda con la cabeza, como siempre. La sigo hasta un edificio aledaño.

Ahí, abriendo las puertas observo una enorme mesa, ella reduce su tamaño e indica que me siente.
Ella pone la mano y su arena se dispersa por la superficie de la mesa, creando una especie de mapa tridimensional, lleno de dunas, más dunas y  algo en el centro en el centro.

No dice ni una palabra, pero puedo comprenderla perfectamente. Es como si en lugar de explicarme verbalmente, ella pudiera hacerme consciente de la información de alguna forma desconocida.

Esta es la situación. Aunque mientras duró mi entrenamiento, pude sentirlo.

Es una extraña fortaleza con muros de piedra y forma heptagonal. Dentro, en la primera de las tres partes (que son como dos mitades de una dona, rodeando un círculo central) se encuentran edificios pequeños e improvisados, que resguardan armas, prisioneros, y provisiones. El otro extremo contiene lo que perecen dormitorios, igual lúgubres e improvisados. El centro tiene una extraña construcción a modo de bóveda, que seguramente contiene el arma.

Una pequeña diosa de arena surge en el mapa y representa una batalla, se acerca, activan el artefacto y le disparan. Ahora veo el artefacto. Se trata de una extraña máquina que funciona con tecnología totalmente desconocida para mí, sus piezas levitan con las partículas a su alrededor, se apilan y forman un largo cañón. El cañón dispara y golpea su tormenta, de alguna forma cristalizándola. Es muy poderosa, no solo le causa daño físico, puedo sentir como su misma esencia se perturba. Así mismo, el extraño artefacto crea una zona de energía desconocida, como si fuera un campo, que le impide acercarse.

-¿Cuál es el plan?

Crece, me toma en su mano y salimos del anfiteatro. Puedo sentirla, es como si estuviera emocionada, pero algo la preocupa.

Llegamos al muro, me doy cuenta de lo que quiere.

En el muro, un dibujo representa a su lado a unas siluetas oscuras pequeñas, son tres. Pasa su mano y los dibujos se aclaran: 

- ¿¿Hijos??- pregunto completamente desorientado.

Me pone en el suelo. Se sienta frente a mí con sus piernas cruzadas y levanta sus manos.

De la nada aparecen tres figuras de arena, que controla. Ella los controla, pero comienza a dejarlos moverse por su cuenta. Entiendo perfectamente lo que pasó. Así la hirieron, así consiguieron el poder de dañarla...

-Ellos utilizaron a los hijos que creaste, ellos los contuvieron, los fragmentaron. ¡ELLOS TIENEN TU PODER FRAGMENTADO!

Su mirada se nubla.

-Hazlo

Su mirada se vuelve a nublar, su miedo, su impotencia, sus heridas.

Me acerco a ella, toco su piel. 

-Seré tu guerrero

Su mirada está sobre mí. Entiendo lo que siente. 

Me acerco a su mano, la levanto y me coloco frente a la palma.

-Seré tu guerrero.

Cierra los ojos, todo comienza a moverse, el sonido se distorsiona, mi mente se ve purificada, completamente reiniciada. De pronto una perturbación. Una distorsión. Fuego, Agua, Tierra, Aire. Pero puedo ver algo más. Algo más pequeño. Arena, Hielo, Naturaleza, Energía. Hay más, hay vida y muerte y...

Rupturas del Páramo (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora