¿Se nace siendo malvado?
Jeongin busca obtener lo que sus padres nunca lograron tomar la corona y el reino de los Tritones. Bangchan busca ser un lider sabio y unido para su pueblo, teniendo que lidear entre ambos mundos
-¡no me toques!-
+18
+Disne...
Seungmin estaba molesto más que molesto estaba enfadado con el principe Hyunjin ¿como era posible que allá perdido el rastro de su hermano?, suspiro saliendo de la habitación dirigiéndose al despacho del principe Hyunjin. No podía permitirse perder a su hermano a semanas de ser nombrado rey, si no lo encontraba a tiempo la Corona pasaría a sus manos y eso no le gustaría a su abuelo.
-¡Principe Hyunjin!- gritó abriendo la puerta encontradose con el líder de la guardia real Minho hablando con el principe Hyunjin sentado en su despacho.
-Joven Seungmin ¿no le enseñaron modales en el mar?- se quejo Hyunjin irritado escuchando una pequeña risa de parte de Minho quien hizo un reverencia marchándose para evitar escuchar los gritos de ambos chicos.
-¿porque aún no me traes noticias de mi hermano?-cerro la puerta de golpe acercándose al escritorio en donde Hyuniin estaba sentado revisando unos papeles.
-mis guardias hacen todo lo que pueden, tengo a los reinos vecinos en alerta, por ahora es todo lo que puedo hacer- hablo rápidamente Hyunjin notando el seño fruncido del menor.
-es demasiado conveniente que apenas mi hermano tocara tierra desapareciera ¿acaso quieres más territorio Hwang?- amenazó Seungmin cruzándose de brazos.
-¡tengo suficiente con tener a los reinos sobre mi! ¡no necesito a un príncipe inepto sobre mi!- gritó Hyunjin levantándose quedando a escasos centímetros del rostro del menor.
-el principe inepto eres tú por no cuidar bien de tus invitados, estamos al borde de una guerra- gruño Seungmin mirándolo fijamente a los ojos, extrañamente sentía un escalofrío recorrer su espalda.
-mierda-susurro Hwang jalando de la camiseta al menor rompiendo el ambiente tenso como un beso, sus manos rápidamente se adentraron dentro de la camiseta del joven tritón quien correspondió gustoso el tan apasioando beso.
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Minho sonrio caminando por los pasillos, todo marchaba de acuerdo al plan, había despistado a los hombres y debilitado el gobierno de Hwang en tan solo un par de días, era cuestión de tiempo para que el reino cayera en sus manos, un leve empujón lo sorprendió provocando que alzara una ceja al ver al príncipe Han robándose su nariz por el golpe.
-lo siento-susurro bajito con un sonrojo en sus mejillas, después de lo que había visto la noche anterior no era capaz de mirar a los ojos al guardia real.
-no he preocupéis ¿tu nariz esta bien?-pregunto levantando el rostro del joven con su mano, acaricio con cuidado su mejilla con su pulgar notando como las mejillas de Han se ponían aún más rojas.
-si, no se preocupe- respondió rápidamente desviando la mirada empujando con su mano El Fuerte pecho del guardia.
-por cierto su alteza ¿no le dijeron que no es apropiado de un príncipe espiar?- comentó Minho empujando contra la pared al más pequeño escuchando un pequeño quejido de su parte. -te vi, ¿acaso su alteza es un pervertido que ve parejas?-susurro escondiendo su rostro en el cuello de Han quien soltó un leve gemido al sentir la calida lengua del guardia en su cuello.
- ¡basta!-grito dándole un golpe en la entepierna para luego salir corriendo dejando al guardia tirado en el piso -eres un pervertido ¡no me toque!-. Esa acción solo le provoco algo de risa a Minho.
-es rudo, me gusta-.
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