[OMEGAVERSE] Kuroo x Kenma (kuroken)

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Al día siguiente, los ojos de Kenma estaban del tamaño de dos platos; redondos y asustadizos. Kuroo, por su parte, tenía que esconder el sonrojo de su rostro detrás de las palmas de ambas manos. Se estaban por ir de la habitación que alquilaron, entonces, el omega sacó de su chaqueta una tarjeta para pagar la noche.

-Hey -se animó a comentar Kuroo- no quiero sonar raro, pero me gustaría pagar, y de esa forma, parecería que te invité yo, y no que pasó...lo que ya sabemos que pasó. -ambos se miraron por un instante, pero enseguida sus rostros enrojecieron y tuvieron que voltearse-

-No es necesario hacer tanto escándalo, que el dinero del viejo pague todos mis gastos. -Se decidieron por esta última opción y empezaron a caminar juntos hacia el hogar de Kenma, sin ser capaces de decir una palabra.

-¿Cómo te sientes?

-Bien, eso creo...

-¿Hueles algo?

-No

-¿Temperatura corporal?

-¡BASTA!

-Sí, sí, lo siento. -el azabache suspiró y trató de volver en sí- me haré cargo de lo ocasionado, iré a decirle a tu madre lo que pasó -Kenma se alteró ante esta idea, y se puso en frente de él para obturar su paso- ¿No quieres? Debo hacerlo... a partir de ahora te tendrás que cuidar distinto.

-Me van a obligar a acostarme con Bokuto, Kuro...-los colmillos del alfa empezaron a asomarse al escuchar esto, y tuvo que pellizcarse a sí mismo para despejar su mente- Ajs, es solo retrasar lo inevitable. Mi madre tal vez sepa manejarlo mejor, le diré...

-Tengo que hacerme responsable y hablar con ella, vayamos juntos. -Tras caminar unas cuadras más, nuevamente en silencio, llegaron al hogar de Kenma. Una ama de llave les abrió la puerta y fueron inmediatamente a la sala de estar dónde no solo estaba la madre de Kenma, sino también la de Kuroo. Ambas se pusieron de pie para recibirlos y les fruncieron el ceño.

-¿¡Sabes hace cuanto estamos esperando noticias de ustedes dos?! -Les gritó la madre del azabache, mientras ellos se tapaban los oídos, anticipándose a los gritos.

-Lo sentimos, señora. 

-Debemos hablar con usted -el alfa se paró firme y miró a Kenma para esperar su afirmación, una vez que la tuvo, continuó hablando- Señora Kozume, sin querer... liberé mis feromonas al lado de Kenma y... él entró en su primer celo. Perdón, no me pude contener -Antes de poder decir algo, la madre de Kuroo se puso detrás de él y lo obligó a inclinar su cabeza, mientras ella también realizaba una reverencia.

-¡Lo sentimos! -gritó ella- pero de seguro mi hijo tiene una explicación por lo sucedido, sé que no se trató de un capricho, él nunca pondría en riesgo a Kozume. -La señora Kozume permaneció muda, y solamente se dedicó a mirar a su hijo mientras sus ojos se cristalizaban. Éste pudo haber sido un momento hermoso para muchas familias; pero para ellos, se trataba de un camino que no tenía vuelta atrás.

-Está bien -contestó con la respiración un poco agitada- cuéntennos con detalles que pasó, solo así sabré cómo debo proseguir...

🌱

-Padre, ¿estás seguro de lo que dices? De ser así, es imposible que la madre de Kenma lo esté cubriendo. 

-Sí, hija, sí. Puedo sentir cuando entran feromonas distorsionadas a mí casa; conozco el aroma de todos los que vienen. Por eso estoy esperando a este muchacho, quiero casarlos de una vez.

-Pobre hermano mío, espero que no se enamore de nadie, así no tiene que sufrir por estar casado.

-No me hagas tener lástima de él. Lo respeto como mi hijo, y le busqué un matrimonio con uno de sus amigos; pero debía ser con el que tiene algo para ofrecerme. Kenma debería de estar mucho más agradecido, otros padres no hacen ni la mitad de las cosas que hago yo por él. -Se escucharon dos golpes en la puerta de la oficina donde padre e hija estaban conversando. Ante el permiso, Bokuto entró tímidamente, inclinando la cabeza en señal de saludo.

-Señor Kozume, señorita Kozume.

-Está bien con los modales -contestó ella- pronto seremos familia -el grisáceo tragó saliva ante este recordatorio- ¿Quieren que los deje hablar tranquilos, padre?

-No, está bien, puedes quedarte. Me gustaría que seas tú quien prepares a Kenma para lo que voy a decir a continuación -Con la mano, le indicó a Bokuto que tomara asiento y él hizo caso al instante- No sé por qué razón, pero se manifestó el celo de Kenma. ¿Sabes que debes hacer ahora, no? -Asintió con la cabeza- Me gustaría que le dejaras una marca lo más pronto posible, que sea lo bastante fuerte para ahuyentar a otros alfas. No quiero sospechar de ese muchacho despeinado que está siempre con ustedes, pero no sería oportuno que pusiera sus garras en él antes que tú. ¿Comprendes?

-¿Hacerle una marca a Kenma? -murmuró Bokuto para sí mismo, mientras miraba atónito al señor Kozume.

-¿Crees que Kenma estará de acuerdo? -está vez, fue Hikari, la medio hermana mayor de Kenma, quién preguntó.

-¿Te puedes encargar de eso?

-Voy a hacer lo posible... así que para eso me llamaste.

-¡Y porque quiero verte más seguido! -le sonrió su padre- tú y tu madre son las únicas personas que me generan felicidad. Muchacho -se dirigió nuevamente a Bokuto- si llegas a tener un lazo con alguien, no vas a poder deshacer este matrimonio.

-Mi padre ya me lo advirtió, pero hasta el día de hoy no ha pasado nada similar.

-¡Bien! Pueden retirarse.-Salieron del despacho y caminaron juntos por el pasillo hacia la salida.

-¿Quién es el despeinado de quien mi padre hablaba? -le preguntó Hikari, despejandolo de sus pensamientos- ¡Ah! ya sé cuál es, el alfa recesivo con el que siempre jugaban. ¿Qué es de él? Hace años no lo veo.

-Creo que Kenma prefiere juntarse más con él que conmigo -declaró mientras se llevaba las manos a los bolsillos- pero no sé por qué tu padre lo consideraría una amenaza, Kuro siempre decía que debía contenerme cuando se tratara de Kenma y me recordaba que eramos solamente amigos. Aunque luego del compromiso, no me volvió a decir nada. -Ella sonrió maliciosamente ante estas declaraciones y luego largó una risita.

-¡Qué lástima cuando las cosas funcionan de esta forma! -Si bien parecía burlarse, se notaba preocupada ante lo que decía.- Nos vemos luego, debo hablar con Kenma. Y, escucha -fue bajando el tono de voz en cada palabra- tienes que prometerme que respetaras las decisiones de mi hermanito, no quiero oír de su boca que ha sido forzado a algo más de lo que ya lo están obligando. -Bokuto asintió y luego la observó mientras se iba.

Él sabía muy bien que Kenma estaba a punto de pasar por una experiencia poco gratificante para un omega, y que una marca, sería un antes y un después en su vida. Pero el omega tenía a su madre y hermana preocupándose por él, y a Kuroo y Hinata que no dejaban de cuidarlo...pero él... él estaba solo. Bokuto no amaba a Kenma, nadie le preguntó si estaba de acuerdo con el compromiso, pero a nadie parecía importarle tanto. En momentos como esos, le hubiera gustado recibir nuevamente un chocolate de aquél muchacho amargado que le hizo compañía una vez.


Hola, ¿Cómo están? Espero que disfruten la historia, pero la única manera de saber si les gusta o no es a través de votos y comentarios -tanto positivos como negativos-, así que los espero <3 XOXOS