Mi vida por ti

3.6K 392 60
                                    

Inicio de Flashback ↦
Dos niños se encontraban detrás de las piernas de sus respectivas madres, asomando apenas parte de su rostro y volviéndose a esconder detrás cuando hacían contacto visual.

-Vamos, no sean tímidos. Tienen casi la misma edad, ¿No? Kenma te mostrará nuestra casa una vez que entre en confianza. -La señora Kozume se corrió a un costado, dejando a la vista al pequeño Kenma, asustadizo como siempre.

-Kuroo, tu deberías tomar la iniciativa, ya que eres el mayor. -La madre de él se puso en cuchillas y miró a su hijo, quien tragaba saliva tímidamente.

-¡Ajs, tanto escándalo! si eres un alfa como dicen, no puedes ser tan cobarde. -Esta vez, fue un muchacho desconocido el que se metió en la conversación. Ninguna de las madres se quejó por este comentario, ya que se trataba del hijo mayor del señor Kozume, medio hermano de Kenma, también alfa.- Así cualquiera va a creer que eres un idiota -intimidó al pequeño azabache, quien volvió a esconderse detrás de su madre.

-Estás celoso porque tu no tienes ni un amigo -comentó el pequeño omega, que aún desconocía su segundo género.

-Prefiero no tener ningún amigo a tener uno tan torpe.

-¡Y eso te hace aún más idiota que él! -Las madres no llegaron a reaccionar antes de que su hermano empezara a perseguirlo. En ese instante, Kenma sujetó la mano de Kuroo y lo obligó a huir con él; subieron las escaleras y se escondieron en la habitación del menor. Ambos quedaron exhaustos.

-¡Wow! eres muy valiente para hablarle así a un alfa tan grande -le comentó Kuroo, animado. Kenma enseguida echó a reír.

-Mi hermano no llega ni siquiera a alfa promedio, ¿Tú también eres uno?

- -se rascó la cabeza nervioso- pero no tengo la actitud de uno. Todos dicen que soy muy introvertido.

-¡Eso es mejor que estar con alfas arrogantes y engreídos! Muchos vienen a mi casa, y son uno peor que el otro. ¡Los detesto!

-¿A mí también me vas a detestar? 

-En cuanto te conviertas en uno, sí...

-¡Jamás lo haré! ¡Te lo prometo! así no vas a dejar de ser mi amigo...Somos amigos, ¿No? -Kenma lo pensó un momento mientras se llevaba la mano a al mentón; luego ladeó la cabeza y se decidió.

-¡Sí, lo somos! Pero con una condición -sacó una switch de su cajón y le ofreció otra a Kuroo. Se sentó sobre la cama y la prendió- ¿Sabes jugar? -el azabache negó con la cabeza- ¡Bien! ven que te enseño -se sentó sobre la cama y empezó a explicarle lo básico a su nuevo amigo, quién, sin darse cuenta, se colocó al lado de él, primero con timidez, y luego apoyando su mentón en el hombro del menor.

 Se sentó sobre la cama y la prendió- ¿Sabes jugar? -el azabache negó con la cabeza- ¡Bien! ven que te enseño -se sentó sobre la cama y empezó a explicarle lo básico a su nuevo amigo, quién, sin darse cuenta, se colocó al lado de él, primero con t...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fin del flasback.

Kuroo bajó de su auto apresurado; miró la entrada de la casa de Kenma y notó que estaba la puerta abierta. En las afueras, el señor Kozume sonreía radiante, como nunca antes lo había visto, y hablaba con el señor Kotaro, con un semblante similar al otro hombre. 

Se acercó a la entrada y le padre de Kenma le llamó con un ademan de la mano.

-Mi hijo está haciendo un escándalo en estos momentos, vete a tu casa y no te preocupes demasiado. -le indicó el señor.

-No puedo hacerlo, señor. Así que le pido permiso para entrar a verlo. 

-Haga lo que quiera, y hazte una idea de los quisquillosos que pueden ser los omegas a veces, para cuando consigas al tuyo -Kuroo hizo un gesto de desagrado ante este comentario tan retrogrado; hizo una reverencia a ambos padres por educación, y entró a la casa.

Cuando llegó a la habitación de Kenma, vio a Bokuto sentado en la entrada, bien pegado  la puerta. Se lo veía cabizbajo, agotado, entreteniéndose con el celular.

-Hey, Kuroo -le saludó, intentando forzar una sonrisa- Kenma ha estado encerrado en su habitación hace ya cinco días, perdóname por no poder hacer nada al respecto para sacarlo.

-¿Su madre dónde está?

-Creo que está en un estado similar, en su habitación. El lazo entre madre e hijo omega-dominante, es realmente fuerte. Así que es normal que haya decaído.

-¿Todo lo qué me contaste es tal cual lo dijiste?

-Sí, amigo. Quiero que sepas que en ningún momento intenté lastimarlo. Vine porque debía ocupar mi lugar como su prometido, pero no puedo hacer nada. Nunca puedo hacer nada. -Susurró Bokuto deprimido, mientras escondía su rostro entre sus piernas.

-No es tu culpa. Pero debes dejarme entrar a esta habitación. Pareciera que estás haciendo guardia. -Bokuto se puso de pie y le dio lugar a que entre. Haberlo marcado era sinónimo de marcar territorio; y a Bokuto le costaba muchísimo dejar pasar a otro alfa a la misma habitación en donde estaba durmiendo su omega. Pero él era noble, especial, generoso. Ni sus impulsos podían con su bondad. Kuroo sabía esto, y le dedicó una sonrisa.

-Después te tengo que mostrar algo que te pondrá de mejor humor -le comentó antes de entrar al cuarto. El mismo estaba completamente oscuro, e inundado por las feromonas del alfa grisáceo. Prendió la luz y se acercó al bulto de cobijas que cubrían el cuerpo del pequeño omega.- Kenma -murmuró, mientras sus colmillos se asomaban debido al olor que liberaba la marca ejecutada día atrás.

-Vete -lo escuchó decir, aún sin verlo.

-No puedo irme si estás así -rodeó la cama caminando, y se arrodilló al lado de esta. Empezó a sacar las cobijas hasta que se encontró con el rostro de Kenma, ojeroso, rojo de tanto llorar, con los cabellos cubriéndolo casi por completo- Mirá este enredo de pelos -empezó a quitarle el cabello de la cara y buscó una coleta en la mesa de luz. Le hizo un torpe moño con las pocas habilidades que poseía y volvió a arrodillarse al lado de él.

-No me mires

-¿Por qué no?

-Porque soy horrible.

-Ajs, de todo lo negativo que alguien puede decir de una persona, jamás te nombrarían horrible. 

-El olor de Bokuto te está repeliendo.


-No pasa nada -murmuró en medio de un gruñido- estoy dispuesto a enfrentar sus feromonas, aunque las mías son un poco débiles -sonrió tristemente, mientras buscaba la mano de Kenma entre las almohadas-

-Las tuyas huelen mejor, liberalas para mí. -Kuroo abrió los ojos ante esta declaración, ya que era realmente satisfactorio poder escuchar esas palabras de la persona que te gustaba. Sin embargo, encorvó los hombros, rendido, ¿Qué iban a hacer sus miserables feromonas a comparación de las de un alfa dominante? No tenía ni una oportunidad.

-No servirá de nada, solamente me hará entender mi derrota absoluta.

-Por favor, Kuro, por favor. No aguanto más este olor. -Le rogó, a punto que quebrar su voz. El alfa no pudo resistirse mucho más que lo intentado, así que le pidió al omega que le hiciera un espacio en la cama para recostarse al lado de él. Poco a poco, empezó a liberar sus feromonas, mezclando el desconocido olor de Bokuto, (ya que para ninguno de los dos era un aroma en especifico) con el chocolate que despedía el azabache. Kenma lo abrazo y escondió su rostro en el cuello de él.

-¿Hueles algo? -preguntó intrigado. Él no podía medir cuanto se sentían realmente sus feromonas.

-Sí, y demasiado bien...-siguió presionando su cuerpo al del alfa, mientras rodeaba su torso con las manos.

-Kenma... Un año, aguanta un año

-¿Para qué? 

-Voy a irme a estudiar a Estados Unidos en poco tiempo, para perfeccionarme en administración de empresas. Soy el único nieto alfa de mi abuelo materno, así que él dijo que me heredaría su empresa si yo prometía esforzarme tanto hasta tener las capacidades de un dominante. Si hago eso, y además, consigo un concilio con la marca de ropa de mi padre, podré convertirme en una opción más adecuada para ti. Esa es la primera parte.

-¿Primera parte?

-Sí, luego de eso, deberé convencer a tu padre de que soy una buena opción y que deje en paz a tu madre, deberé asistir a todas las citas a ciegas a las que me inviten para rechazarlas formalmente y mi abuelo se convenza de que tu eres la mejor opción. Y Bokuto...¡Ajs, me tengo que encargar de todos!
-pensó en voz alta, asustando al omega, quien creía que no valía la pena arriesgarse tanto por él.

-Nunca te interesó heredar ni ser jefe de nada, no tienes que hacerlo ahora. De nada sirve que seas infeliz por algo como esto.

-Kenma, yo soy infeliz ahora mismo. Lo único que me da un aliento para seguir es que sé que también me quieres, que me abrazas y me pides más de lo poco que tengo para ofrecerte como alfa. Si te pierdo a ti, que desde el día que te conocí me impulsó a ser quien soy, entonces no tiene sentido esforzarme por otras cosas y vivir solo para trabajar. En vez de dar la vida por alguien que no amo, déjame dar mi vida por ti.

[OMEGAVERSE] Kuroo x Kenma (kuroken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora