El omega frotó su rostro en el cómodo lugar donde se encontraba. Parpadeó varias veces, y al abrir definitivamente sus ojos, divisó a un alfa despeinado, que lo miraba con los parpados entrecerrados y le señalaba con su dedo la aureola de baba que alguien había dejado sobre su pijama.
-¿Fui yo? -preguntó Kenma, inocente, mientras fingía sorpresa ante la acusación de su novio.
-¿No vas a asumir la responsabilidad?
-Me declaro inocente.-¿Bajo juramento?
-A los ojos de Diosito -dijo el omega, apoyando una mano sobre su corazón y levantando la otra en aire.
-¡Eso es sacrilegio! Necesitas un castigo -luego de esas palabras, rodeó con su brazo a Kenma por la cintura, y lo colocó con facilidad encima de él. El menor cerró los ojos porque sabía que lo que venía a continuación era una lluvia de besos y mordiscos sobre su rostro, incluyendo, de vez en cuando, su cuello. La situación siempre se les iba de las mano, y la boca del otro terminaba en lugares no aptos para todo público. Pero esa mañana, ambos tenían cosas que hacer, así que después de un par de revoloteos sobre la cama, se fueron a bañar juntos.
-Déjame frotar tu espalda -mencionó Kuroo, y sin esperar respuesta, agarró la esponja, espumosa por el jabón que poseía, hizo a un lado el cabello cada vez más largo del omega, y empezó a masajear sus hombros con la misma, ambos debajo de la lluvia de la regadera.
-Acá también frota...-Pidió el menor, posando su mano sobre la de Kuroo y guiando la esponja por encima de uno de sus pechos, mientras él inclinaba la cabeza hacia atrás y apoyaba su nuca en el torso del alfa. El azabache le besó la frente, y llevó la mano libre hacia el otro pecho, también masajeandolo...aunque no hubiera nada que limpiar.- Hagámoslo...-incitó Kenma, liberando sus feromonas en ese preciso momento e inclinando su cuerpo hacia adelante, así apoyaba sus manos contra la pared del baño y obligaba a Kuroo a frotar su miembro entre medio de sus glúteos- ¿Sí? -preguntó como si fuese un niño pidiéndole un dulce al padre. Giró su cabeza para ver los ojos del alfa, quien se mordía en ese instante el labio inferior y bajaba las manos que estaban en el pecho de Kenma hacia la cintura del pequeño omega.
-Sabes que no tenemos tiempo, tengo qué...ah...no hagas eso...-gimió al ver que su pareja agarraba una de las manos de Kuroo e introducía dos de los dedos en su boca, pasando la lengua entre ambos y dejando hilos de saliva cuando los quitaba y los volvía a meter.- Sabes que eres mi debilidad, ¡Así nunca podré ser responsable! -sonrío ladinamente y posicionó su miembro en la apertura de Kenma, introduciéndolo dentro de él con facilidad. El menor cerró los ojos ante este primer recibimiento, sintiendo su interior acostumbrarse a la primera penetración.- ah, me encanta esto...-murmuró Kuroo, liberando sus feromonas a la par de las del omega.
-Kuro... ah... -las piernas de Kenma se debilitaron por el primer estallido de feromonas, pero de pronto se convirtió en una expulsión de fluidos propios de la excitación. Las manos del alfa volvieron a aferrarse a la cintura del menor, y realizó embestidas cada vez más repetitivas y fuertes contra el cuerpo del omega. Éste movía su cintura a la par que su pareja. Kuroo sujetó el mentón de Kenma y lo obligó a flexibilizar su cuerpo hasta que la espalda de él estuviera casi pegada al pecho del alfa. Colocó su rostro en el hombro del omega, y le respiró sobre él mientras sus dientes rosaban la delicada piel del menor.
-Necesito ver tu cara cada vez que lo hacemos, no puedo privarme de algo tan hermoso -le murmuró para luego morder el lóbulo de su oreja y girarle el rostro para mantener en contacto ambas miradas.- Kenma, lo vengo pensando hace...meses...-Dejó de penetrarlo y retiró su miembro de él. Lo volteó en ese instante, agarró sus piernas por debajo de los muslos y le indicó a Kenma que pasara sus manos detrás de su cuello, aferrándose. Alzó al menor en el aire y lo arrinconó contra la pared. El omega rodeó con sus piernas la cintura de Kuroo y apoyó la espalda sobre la pared humedecida del baño, donde antes apoyaba las manos.
-Me preocupas, ¿Qué pensabas? -interrogó el menor.
-Quiero...que me marques...-confesó finalmente. Kenma quedó boquiabierto por un instante y luego, pasada la sorpresa de las palabras, se echó a reír, pero Kuroo no parecía estar mencionando chiste alguno.
-¿De qué hablas?
-Tú...eres el dominante...deberías ser quien me marque...-bajó la mirada ante la vergüenza que le daba pronunciar estas palabras. Un alfa inclinándose a un omega, nunca se vería algo similar. Pero así eran ellos... no tenían que ser similares a nadie. Kuroo sacudió la cabeza.- tal vez solo estoy diciendo idio...¡Ah! -se quejó al sentir como la piel de su cuello se rompía y los dientes del menor se adentraban en las glándulas hormonales de su cuello. Luego del ardor, la lengua de Kenma pasó sobre la herida, intentando sanarla.
-Ahora...-susurró Kenma mientras volvía a incorporarse.- Eres mío.
-Ken...siempre lo fui...-le corrigió.
Fue cuestión de un rato para que, entre besos y toqueteos, ambos acabaran y tuvieran que volver a bañarse desde cero.
🌿-Entonces...Me estás diciendo que te fuiste a estudiar un año a Estados Unidos para poder heredar la empresa que pensaba dejarte, pero últimamente lo pensaste mejor y decidiste que no lo necesitabas...¿No?
-Sí, abuelo. No quiero heredar nada.
-¡Pero qué cosas dices! ¡No entiendo a los jóvenes de ahora! -Kuroo estaba en un café, desayunando con su madre y abuelo, y conversando sobre asuntos que concernían en el futuro del alfa.- Hija, ¿De qué me habla? -La madre de Kuroo simplemente elevó los hombros en señal de desconocimiento, y esbozó una sonrisa.
-Kenma me dijo que no era necesario. No necesitamos una enorme casa para nosotros dos, y él compró un lugar acogedor con el dinero de su padre. Tenemos ahorrado lo suficiente para vivir hasta que el se reciba y los dos tengamos un trabajo de medio tiempo cada uno. Lo hablamos mucho, y ninguno quiere trabajar más de lo que vive...vamos a...disfrutar nuestros días así...-el sonrojo del alfa era notable a leguas, ya que aún no podía creer que estaba viviendo esa situación con Kenma. Pero estaba todo decidido, ninguno de los dos se interesaba por ser ambicioso o aspirar a más en lo económico.
-Bueno... no se podrá hacer nada. Sé feliz, hijo.
-¡Ya lo soy! -proclamó el azabache y volvió a sonreír.🌿
-Bienvenido -musitó Kenma al escuchar que se cerraba la puerta de entrada, mientras untaba mantequilla en una tostada, todavía medio entredormido y despeinado.
-¿Recién estás desayunando? ¿Qué hiciste en toda la mañana? -le preguntó, dejando su saco en el recibidor de la entrada.- No me digas que recién sueltas los juegos.
-Bueno...si quieres, no te lo digo.
-¡Kenma! ¿Y no te hiciste café?...-le preguntó parándose detrás de él y agarrando sus cabellos para colocárselos en la espalda, ya que estaban muy pronto a pegarse con la mantequilla.- No lo hiciste porque usar la cafetera es una molestia, ¿no? -adivinó Kuroo, y sólo obtuvo como respuesta una risa infantil por parte del menor. El alfa suspiró, se puso un delantal, empezó a poner granos de café en la cafetera.
De pronto, sintió que unos brazos le rodeaban la espalda y una cabeza pequeña se dejaba recostar en su omoplato.
-Ken...
-Hm..-contestó simplemente.
-¿Estás tomando tus anticonceptivos? Hoy no usamos condón.
-Nunca me olvidaría de algo como eso...-contestó y volvió a sentarse en el lugar de la mesa en el que estaba. Kuroo sirvió el café en una taza y se sentó en una silla a su lado.
-Ken...-volvió a murmurar.
-¿Ahora qué?
-Pienso que seremos grandes padres, ¿Podremos algún día conversar sobre eso? -Kenma lo observó un instante ante este pedido por parte de su pareja. Luego, su vista se perdió en el color negro del café que tenía en frente, y después de unos segundos de silencio que erizaron la piel de Kuroo, contestó.
-Si el café que hiciste hoy, está justo como me gusta... podemos discutirlo. -Kuroo sonrió triunfante,
porque jamás en su vida,
le había preparado a su novio,
un café que no le gustara.
Fin.
BUEEEENO LLEGAMOS AL FINAL. Me encantó escribir esto!! y espero que a ustedes les haya encantado leerlo. Me gustaría saber que les pareció todo, ahora que está terminado.
Les recuerdo que si tienen ganas de algo más, pueden leer "Todas tus partes son mías", también un omegaverse kuroken que está en mi perfil. Y si no, en nuevas historias que surjan algún día.
Gracias, las tkm <3
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[OMEGAVERSE] Kuroo x Kenma (kuroken)
FanfictionKenma es un omega dominante, por lo tanto, su vida ya está escrita en un papel. Sólo tiene que escuchar y obedecer. ¿Hasta dónde podrán, estos niños, seguir el camino preestablecido? ¿Será más fuerte el amor, o la codicia? -Créditos a los autores de...