𝙣𝙞𝙣𝙚: 𝘣𝘭𝘶𝘳𝘳𝘺 𝘭𝘪𝘦.

5 0 0
                                    

Salieron del gimnasio en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Salieron del gimnasio en silencio. Los seis integrantes caminaban con fin a la dirección. Mathilde Ohkimps, secretaria del director Mounster se dedicaba a menudo a hablar por el micrófono que transmitía por cada salón los anuncios escolares y llamados específicos.

Miradas curiosas analizaban sus cuerpos e uniformes húmedos, y sus frentes bañadas en sudor dejaban mucho que desear, mientras que unos pasos empezaron a correr para alcanzarles.
El timbre escolar retumbó en sus oídos, lo que también provocó que pies ligeros empezarán a moverse rápidamente.
-¡Thrindall!-gritó una voz. Era la voz de Thriline, exhausta.
Entonces Thrindall giró su rostro 360° para poder mirarle, entonces recorrió su mirada los sucios tenis de su hermana, llenos de lodo, su uniforme húmedo en la camiseta, parecía haber jugado con agua. Su cabello despeinado dejaba a primera impresión que parecía no haberse dado una ducha después de jugar un partido de baloncesto.
-¿Qué?-preguntó Thrindall. El equipo se detuvo por un momento.
Sus rostros se mantenían sin expresión, esperando a que Thriline abriera la boca, y continuar.
-La policía está aquí.-susurró, pasando cualquier cosa que tuviera por la garganta.-Por Richkly.-terminó de decir.
-No. -susurró Thrindall, analizando la situación. La ansiedad empezó a carcomerle los dientes, y las manos.
-Mierda.-exclamó Liester.
Todos sabían que había pasado, pero a nadie le convenía abrir la boca.

Mathilde salió de la oficina del director, buscándoles con la mirada.
-¿Thorn A? ¿Qué haces aquí? ¡a tu entrenamiento! ¡ahora!-gritó Mathilde sin importancia alguna. Realmente odiaba las malas lenguas.
Los tres hermanos eran llamados por la dirección como A, D, o F, que provenían de su historial escolar.

El equipo trago en seco.
Les hicieron sentar en las únicas tres sillas disponibles a tres, pero a los demás les mantuvieron de pie en lo que mantenían la conversación con Mounster. Después de un saludo, un inicio a la conversación, un oficial entró a la pequeña oficina.
-¿Tienes algo que decir Thrindall al oficial?-preguntó Mounster mirándole fijamente al señalado, mantenía una expresión burlesca. Pero sólo era una expresión, Thrindall solía reírse del nerviosismo.
-Realmente no. ¿Debería?-respondió mirándole fijamente de vuelta a Mounster.
-Explique la situación, oficial Manuel.-exclamó el castaño hombre, de mediana edad, parecía agradarle su trabajo, aunque en éstas situaciones preferiría arrancarse el cabello.
-Durante la noche del 21 de marzo, hubo una llamada anónima sobre el caso de Karlie Monasschter. Aún se está analizando la llamada, tu colega, Zac, quien se encuentra detenido. Queremos sus versiones de los hechos. Tienen que acompañarme a la comisaría.-declaró el oficial. Era un hombre de cabello negro, moreno, poseía muy buena condición física, probablemente por el concurso, consistía en una serie de pruebas de condición física, sí se pasaba, ganaban un aumento salarial en sus trabajos.

De un momento a otro, Thrindall reaccionó frente a una bella mujer, de alrededor de cuarenta años, o treinta cinco sí entrecerrabas los ojos. Sus otros compañeros se encontraban a su lado.

-Encontramos pornografía infantil en el dormitorio de Zac, que era procedente de Karlie Monasschter, creemos que hubo cómplices. Quiénes cooperen podrían salir ilesos de esto.-explicó una mujer rubia, de melosos ojos. Oficial desde 2014.

Era un poco lógico que buscaban algo en concreto: una pieza pequeña pero suficiente para sacar a Zac del juego, y es que el adolescente había pisado la telaraña incorrecta; por lo que no importaba qué, pero le querían juzgar como si fuese un adulto, ahora, ¿Qué era lo suficiente bueno como para acorralarlo, hacerle mojar los pantalones y llorar como un niño pequeño en busca de su mami?

Que sus ''amigos'' lo delataran.

No eran sus amigos, precisamente por aquello se les escogió a los adolescentes ricos, privilegiados y con contactos.

Ellos eran intocables, Zac no.

Fue por aquello que se les obligó a declarar, aunque todo el equipo de vóleibol (a excepción de Thrindell, y los suplentes) eran escoltados por su abogado, o abogada a su lado.

Abogados corruptos también.

-¿Qué estabas haciendo la noche del 23 de Abril de 2016?
-Estaba en la casa de mi pareja.
-¿Qué estabas haciendo?
-Estábamos pasando tiempo.
-Bien. ¿Podría testificar que estaba contigo?
-Sí.

Minutos después un móvil empezó a vibrar.
-¿Sí?-contestó.
-Wotzy, ¿podrías decirme tu nombre completo?
-Yuell Wesley Mounster, ¿Qué sucedió?
-¿Recuerdas la noche del 27 de abril? ¿Cómo a las 9 de la noche que estábamos haciendo? no lo recuerdo, necesito saber que pasó.
-¿A las 9pm? estábamos cenando, ¿Cómo no lo recuerdas? fue la noche en que hicimos la promesa de compromiso.
-Sí, lo acabo de recordar, gracias cariño, te amo demasiado sin importar qué. Después me comunico contigo.

La llamada acabó.

Las confesiones abrumadoras continuaron con la siguiente víctima.
-Bien, en especial tu testificación es totalmente anónima. Pero cuéntanos, ¿Cómo era tu relación con Zac antes de lo sucedido?
-Éramos colegas.
-¿Y con Karlie?
-Era muy unida con mi hermana desde primaria, se la llevaba en la casa de mi hermana, a veces le saludaba o hablaba de vez en cuando con ella.
-¿Eran cercanos?
-Realmente no. Digo, nos conocíamos, pero no hablábamos por horas. Mi hermana no dejaba que lo hiciéramos.
-¿Qué decía tu hermana de su relación?
-Ella es alguien bastante obstinada, decía que cuando venía era para verle era a ella, pero sé que tenía miedo.
-¿A qué?
-A que yo me quedara con ella.
-¿Algún indicio del por qué?
-Cuando éramos niños bastantes veces le arrebaté a la mayoría de sus amistades, entonces le asustó la idea de quedarme con alguien tan especial para ella.

Más preguntas terminaron por abrumar a ese tan especial invitado, por lo que se tuvo que cerrar el testimonio. El siguiente siguió, aunque mordía sus uñas de forma nerviosa.

-¿Qué escuchaste por la mañana en esa conversación?
-Que Zac iba a encontrar a Karlie en donde quiera que estuviera, y la iba a descuartizar.
-Bien. ¿Qué más dijo?
-Nada más. Me vio por la ranura de la puerta y salió, entonces huí.

No todos solemos decir la verdad, pero, ¿a qué tanto llegarías por mantener tu puesto social y escolar? ¿los fines justifican los medios, no?

La última voz intentaba relajarse, respirando profundo. Sentía como su pecho se hacia cada vez más y más pequeño, evitándole respirar por la ansiedad y shock.

-¿Crees que Zac sería capaz de violar sexualmente a una persona?

-Sí.

-¿Qué miraste ese día?
-Solamente miré a Thriline en el piso, drogada.
-¿Fuiste tú quien marcó cuando le dio la sobredosis?
-Sí.
-Okey, ¿miraste a Karlie?
-Sí.
-Descríbela.
-Tenía la mirada pérdida, tenía una mordida en el cuello, un chupetón en el hombro y..
-Te escucho.
-Esa vez vi a Karlie sangrar.
-¿De dónde?
-Sus partes íntimas.

La policía sonrío de forma victoriosa hacia través del cristal negro, había conseguido lo que buscaban con anhelo.

La policía sonrío de forma victoriosa hacia través del cristal negro, había conseguido lo que buscaban con anhelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐸𝑙 𝑚𝑎𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑏𝑖𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠. - gay. (𝐂𝐅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora