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JiMin estaba exhausto, el día de hoy no fue bueno, pero tampoco podría categorizarse como malo.
Sus pies duelen y que decir de su espalda. A pesar de ser un pequeño actor, JiMin no posee grandes patrocinios y siempre debe de aceptar trabajos bajos. Aunque bueno, con tal le paguen, a JiMin no le importa cuán bajo tenga que ser el trabajo. Ya sean comerciales de pequeñas compañías de café, jugos o simplemente ropa interior. Él lo hará correctamente.
Ser actor siempre fue su sueño, ser el tercer hijo en una familia de segunda categoría, fue un infierno para él. Vivir bajo la sombra de sus dos asombrosos hermanos mayores.
Si JiMin quería estudiar las artes escénicas, tuvo que trabajar arduamente para poder pagar la matrícula y los gastos mensuales, porque ante los ojos de sus padres, los únicos que valían la pena eran sus dos hijos mayores; el menor para ellos, no existía en lo absoluto.
Y esta bien, JiMin dejo de rogar por sobras sentimentales y una vez hubo ganado lo suficientemente, durante sus trabajos de medio tiempo, se mudó de la casa. Sus padres ni siquiera lo detuvieron, es más, posiblemente hasta se alegraron de sacar una boca menos que alimentar.
El apartamento no era el mejor, pero era el adecuado para un estudiante universitario soltero. Un cuarto pequeño donde únicamente podría estar una cama pequeño, una mesa y quizás un ropero mediano. Una mini cocina y una sala mediana y el baño de espacio pequeño. Para JiMin, ese lugar era perfecto. Porque tenía WiFi gratis.
El único consuelo que JiMin tuvo después de ser ignorado y dejado de lado por sus padres, fue la computadora que su segundo hermano le regaló para su cumpleaños número dieciocho. Tener algo propio fue el salvavidas de la locura.
A los diecinueve se mudó de casa, y desde entonces vive solo.
Se graduó hace más de cuatro años, y desde entonces y lleva trabajando tres en el mundo del entretenimiento, pero nunca a ocupado el papel principal o al menos el secundario. Siempre es un transeúnte, o un pequeño vendedor que sólo aparecerá en pantalla en dos ocasiones y luego ya no.
Pero JiMin esta satisfecho, aunque su actuación sea perfecta y tenga siempre humildad ante todo, JiMin esta seguro que un día podrá ser como ídolo.
Min YoonGi es el mejor actor de la industria, siempre ganando todos los galardones y obteniendo los mejores papeles, YoonGi es un dios de la actuación. Un emperador de la pantalla grande.
El sueña con un día poder toparse con él por los pasillos de la compañía, a pesar de que ambos son de la misma compañía, están en rangos diferentes. JiMin es un actor de tercera categoría, y YoonGi es un actor de alta categoría. Por lo que sus caminos, nunca van a cruzarse.
JiMin sólo puede conformarse con el Lord Demond de su juego en línea. Aunque tiene cierto parecido con su idolo, este Rey demonio es más "caliente" que él. Su cabello blanco con mechones negros, esos labios rojos como la sangre misma, y el cuerpo de un adonis para babear. Ah~ sin duda el 3D y el real, son muy diferentes.
El el juego, JiMin es uno de los subordinados del Rey demonio, al tener grandes estrategias para abordar el mundo humano, el Lord lo considero su mano derecha. Cuando JiMin recibió la insignia de máster en el juego, lloro por una hora y luego atrevidamente beso en los labios al Rey demonio. Aunque fue un impulso del momento, JiMin imagino que a quien besaba era a YoonGi, aunque al momento siguiente despertó de su alucinación cuando vio que el Rey demonio lo había matado.
Ugh... JiMin a veces piensa que el juego parece muy realista. Aunque el Rey demonio es un NPC, sus reacciones a las acciones de JiMin son siempre tan... ¿fuera de regla?
Bueno, a él no le importa, porque al convertirse en un máster VIP del juego, puede revivir cuantas veces le guste. Es como ser un inmortal.
JiMin apagó su computadora y luego bostezo, había estado jugando por más de dos horas seguidas. Su estómago gruño.
Con pasos pesados camino hasta la cocina y busco en los estantes un sobre de ramyon, está era su comida día a día, noche a noche. Aunque ganaba los suficiente, debía pagar el alquiler y comprar comida. Su cuenta bancaria no tenía ni más de cuatro dígitos. Ser pobre, es realmente duro.
Mientras los fideos se cocían, su teléfono comenzó a sonar.
Perezosamente JiMin descolgó la llamada sin siquiera ver quien era el remitente.
"JiMin-ah, tengo buenas noticias, te conseguí un comercial para relojes de segunda categoría, se que no es mucho pero la paga es buena, mañana estaré pasando por tí a las nueve y luego iremos a la compañía por el contrato ¿ok?"
JiMin parpadeo luego de procesar toda aquella información.
Firmaría un contrato con una compañía de segunda mano, sería su vocero.
"¿JiMin, estas allí?" preguntó su mánager.
JiMin sacudió sus cabellos con la mano libre y luego carraspeo.
"Si, si estoy aquí. Gracias hyung, estaré listo entonces" contestó él.
"Bien, entonces hasta mañana"
"Emmm"
Soltando un suspiro, JiMin dejo su celular en el pequeño buró y se llevó sus manos al pecho, su corazón latiendo desenfrenadamente. Tendria un contrato para ser vocero de la marca.
Era de segunda categoría, pero... Firmar un contrato... Eso era tener asegurado que sería el vocero de todas las marcas venideras hasta que el contrato llegará a su fin.
Quizás.... ¿Su suerte estaba cambiando?
JiMin anheló en su corazón que así fuera.
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