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Luego de aquel incidente, YoonGi se pegó a JiMin como una garrapata. No es que al menor le molestase, pero se sentía cohibido por todas las miradas de envidia, odio y celos que recibía.
Tan aterrador.
Y allí estában, JiMin estaba viajando a Busan, hoy eran tres meses desde la muerte de su abuelo. Tenía que ir y rendirle oración.
Es sólo que...
— ¡Wow! Es la primera vez que viajo en bus público. —YoonGi dijo mientras observaba a su alrededor.
Sí.
El dios de la pantalla grande, el Emperador de cine. Estaba ahí a su lado, sentado, hablando y hablando mientras esperaban llegar a la estación, para luego coger un taxi e ir al cementerio.
JiMin suspiró cansado.
Sus ojos observaron a su alrededor, habían alrededor de tres fantasmas en el bus. Dos mujeres y un hombre. JiMin se estremeció.
Una de las mujeres tenía la mitad del rostro quemado, se podían ver sus huesos blancos, la otra no parecía tan fea, es sólo que habían gusanos en la parte de atrás de su cabeza, y la sangre seguía fluyendo de ella.
El hombre era el peor, tenía una pierna doblada en una forma extraña, la cara estaba cortada y sangraba, uno de sus ojos colgaba como una canica, la garganta tenía una gran abertura llena de sangre y fluidos raros.
JiMin se estremeció ante esa vista, cerro sus ojos fuertemente. Entonces sintió una mano jalar de su brazo, la mitad de su cuerpo cayó sobre otro cuerpo.
Si alguien viera esa imagen, hablarían chismes, pero en realidad, no era tan ambigua. Su rostro estaba en el hombro de YoonGi, casi escondido en ese recoveco.
— Duerme un poco, cuando lleguemos a la estación te despertaré. —Aconsejo Min, con una sonrisa cálida en su rostro.
Las mejillas de JiMin se calentaron ante aquella vista y volvió a cerrar los ojos, haciéndole caso a lo que su mayor pidio.
Así que no vio como los ojos de YoonGi cambiaban y los fantasmas en aquel bus se desvanecían entre gritos y lamentos, el bus quedó en silencio. Sólo la radió de fondo se podía escuchar en todo el bus.
Su rostro se giró para ver la ventana, había una gran miasma negra rodeando Busan.
Parece que uno de esos siete sobrevivientes estaba divirtiéndose en Busan.
*Tch* Tan molestó.
Una de sus manos estaban escondidas en la bolsa de la chaqueta, sus dedos moviendo los anillos escondidos en ella. Bajo su mirada a JiMin, una de sus manos aferrada a la chaqueta que el demonio usaba.
Esta cosita era tan inocente. Quería tanto mancillar esta pureza.
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No te olvides de votar y comentar babus!! Para mi si es importante vale?)
Ya casi UwU, amo esta historia, espero que ustedes igualmente!!💕🤧
