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Se removió inquietó, no pudiendo conciliar el sueño. Bufando, se incorporó y aventó la cobija a los pies, se bajó de la cama y fue a la cocina.
Ignoro el escalofrío que le recorrió el cuerpo, y avanzó sin miedo. Ha aprendido a ignorar estas sensaciones, que antes, le asustaban horriblemente.
Abrió el pequeño refrigerador y saco una botella con agua, la abrió y tomó de ella, refrescando su garganta.
"Nos piensas siempre ignorar?" pregunto una voz a sus espaldas.
"Eso es de muy mala educación" hablo otra voz.
"Los humanos no son para nada respetuosos" se quejó otra voz más.
JiMin viró los ojos en blanco. ¡Tan ruidoso!
"Tsk, pequeño Park, ten cuidado. Hay alguien, no fantasma que te vigila en la calle" la voz con la que estaba más familiarizado, advirtió al menor.
"Gracias abuelo" JiMin sonrió, aún sin atreverse a girarse y verlo.
La primera vez que lo vio casi se orina en los pantalones, fue tan escalofriante.
El abuelo –como suele llamarlo él–, tenía la mitad de su cabeza cortada, había una gran herida que rebano gran parte de su cabeza, se veía su cerebro y su ojo estaba salido, había bastante moco cerebral y sangre putrefacta.
JiMin estaba tan asustado, que hasta hipo del miedo. No se atrevió a volver a verlo a la cara nunca más.
— Desdé cuando me vigila, abuelo? —pregunto, manteniendo una expresión estoica.
"Al inicio no quería decírtelo niño, pero ya tiene más de dos meses, vigilandote" contestó sinceramente el fantasma.
La respiración de JiMin se atasco. Eso era, ¡Eso era antes de que fuera su cumpleaños! Tan terrorífico.
— Entiendo, gracias de nuevo abuelo. —El sólo sonrió, camino de vuelta a su cuarto y dejo la botella con agua abajo en el suelo.
El reloj marcaba las dos de la mañana.
Dentro de cinco horas, tendría trabajo y nuevamente, no podía dormir. Parece que tendrá que pedirle al maquillador gege, que aplique más corrector de ojeras en él hoy.
Inhalando profundamente, se volvió a acostar y cerró sus ojos para intentar mantener el sueño. Ignorando el hecho de que ahora sabía, que había alguien vigilándolo afuera de su apartamento.
Bajo aquella luz del poste, fuera del apartamento donde residía JiMin. Aquella sombra se alejó de la oscuridad, una sonrisa ladina se asemejó en su rostro, mientras con ojos ardientes veía hacia la ventana del apartamento del humano.
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Hey!! A dónde sin dejar tu voto y tú comentario eh?)
Qué tal, os ha gustado como va?
Tengo pensado que sólo tenga 30 cap como máximo, veamos que procede!!♥️
Gracias por su lindo apoyo, me alegraré siempre que veo sus comentarios y votos, tanto aquí como en mis demás historias!!
Las quiero un chingo~ nos seguiremos leyendo en "Rojos, como la sangre"♥️
