cap - 14

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Al día siguiente, te levantaste temprano cuando golpearon tu puerta. Era una sirvienta orco que te trajo el desayuno y preguntó por la niña, ya que tenía que trabajar. Tú le respondiste:

Tú: ¡Ella no va a trabajar más!

La sirvienta te miró con mala cara y llamó a otro orco.

Tú: Aún si me traes a un orco horroroso, no me retractaré de mi palabra.

De repente, otro orco llegó a causa de los gritos.

Orco 2: No... no le hagan nada a la prometida del líder.

El orco original te miró con nerviosismo.

Tú: Quiero tener ahora mismo una charla con su líder.

Los orcos te dejaron tranquila y se fueron nerviosos. Esmeralda se levantó.

Esmeralda: con sueño ¿Qué pasa, mamá?

Tú: Nada, preciosa. Es hora de lavarse la cara y desayunar. Le sonríes

Las dos desayunan, y notas que Esmeralda está nerviosa.

Tú: No te preocupes, no te harán daño, ya que dije que yo me encargaré, ¿sí?

La niña asiente. Luego, juegan con muñecas y a ser princesas. Haces todo lo posible para que Esmeralda tenga una sonrisa en su rostro, ya que no quieres que le pase lo mismo que a ti: que no sepa lo que es la felicidad.

Se escuchan golpes en la puerta

La niña se asusta y te abraza.

Tú: No te preocupes, estoy aquí y no dejaré que te hagan daño. Sube a la cama.

La niña hace lo que dices y se tapa para protegerse. Abres la puerta y ves que es el líder.

Tú: Cada vez te vuelves más feo o solo eres así.

El orco enojado te dice:

Líder: Me contaron que quieres hablar conmigo, pero que sea rápido, basura, no tengo todo el tiempo.

Tú: Sí, quería hablar, pero no aquí... Vamos a otro lugar.

El líder asiente y se va. Tú le dices a Esmeralda:

Tú: Esmeralda, ya vuelvo. Prométeme que no saldrás de esta habitación, ¿ok?

Esmeralda asiente asustada, y tú te vas, cerrando la puerta de tu habitación. El líder va a su estudio, y tú entras, sentándote en el sillón frente a él.

Líder: Habla.

Tú lo miras con determinación a los ojos, sin miedo.

Tú: Quiero que Esmeralda deje de trabajar para ti y se quede conmigo todo el tiempo.

El líder se ríe, y su carcajada resuena por todo el salón. Tú sigues mirándolo con firmeza.

Líder: Me gusta esa mirada, princesa. Esmeralda, ¿eh? Jajaj, le pusiste un nombre horrible para esa niña.

Tú: Eso no te incumbe. Respóndeme.

Líder: ¿Y qué tienes a cambio, princesa?

Tú tomas una taza de té de la mesa y te sirves.

Tú: ¿Qué quieres a cambio?

El líder sonríe perversamente.

Líder: ¿Me dejarás tocarte, entonces?

Tú asientes. Ves que el líder se dibuja una sonrisa perversa, pero tú lo ignoras, ya que te parece asqueroso.

Líder: Qué interesante, princesa. Estaré encantado de tener a alguien para heredar mi trono.

Mi príncipe ( bakugou y tu +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora