Ya era de día, al parecer sí me quedé dormida arriba de Ami, Pascal y Alex se nos quedaron viendo con algo de curiosidad cuando salieron de mi cuarto.
-Buenos dí... Ohh, ¿No pueden esperar a mediodía?. Preguntó Mei algo molesta
Me separé inmediatamente de ella, me empiezo a sentir algo avergonzada, pues mis amigos me vieron acurrucada encima de Ami, y ahora por lo que dijo mei ellos se ve que intentan esconder su risa.
El bebé se puso a hacer pucheros y a golpear el hombro de Alex, creo que el bebé tiene hambre ¿Qué le podría dar de comer? Bueno, lo he escuchado balbucear algunas cosas, buscaré en internet que edad debería tener.
-Hey amiguito, ¿Qué pasa? ¿Tienes hambre?, Oigan creo que el bebé tiene hambre.
Alex tiene razón, se ve que quiere comer algo.
-Entonces, ¿Quién le ira a comprar la comida al bebé?. Le pregunté a los demás
-Yo digo que tú y Alex vayan. Sugirió Pascal
-Que flojera, que mejor vayan tú y Ami. Le responde Noa.
Me llamo la atención de que de la nada Ami se pone algo rara, y ¿Se puso a olfatear a Alex? Que rayos, cada vez Ami se pone más extraña.
-Ami, ¿Te puedo ayudar en algo?.
-Ten cuidado Alex, los olores pueden incriminar los más mínimos secretos.
¿Que acabo de ver? Ami de la nada lo olfateo y hablo de secretos, ¿Acaso se hizo la paja en mi cuarto? Bueno, eso no, pero ¿A que rayos se refiere Ami con los secretos? Y ¿Porqué no me los cuentan a mí? Alex se ve algo nervioso así que debe ser algo serio.
-Entonces solo hay una forma de decidir quien ira a comprar la comida. Sé lo que Pascal dirá.
-Estoy de acuerdo. Respondí, hicimos una señal para decir lo próximo al mismo tiempo
-Concursito de piedra, papel o tijeras.
-Confirmo.
Yo y Alex perdimos, Ami uso tijeras y me venció.
Así que nos fuimos al Soriana a comprar cosas para el niño, el camino fue tranquilo, el estar con Alex siempre es relajante, a veces me pongo a pensar sobre cuando eramos niños y jugabamos juntos en la calle, una vez intente treparme en un árbol pero no pude y me caí, así me hice unas cicatrices en las palmas de las manos y en las rodillas.
Al llegar nos dirigimos a la sección de bebés, no encuentro los pañales que le vayan a quedar, mejor le pido ayuda a Alex.
-Nunca pensé que iría a esta sección de la tienda.
-Pues ya ves, ayudame a encontrar los pañales medianos.
-Noa, creo que aquí están, mira.
Falta también comprar leche en polvo y biberones, Alex fue a buscar leche en polvo
-¿Crees que esta marca es la indicada?.
-¿Cuál marca, lenguasfelises?.
-No, esa marca hace que les salga líquido negro por todos los días en los ojos.
¿Qué?
-No es la misma causa por la que me sale a mi, es por otra razón.
-¿Cuál raz...
-Noa, creo que esta marca estará bien, luce prometedora.
Me interrumpió y evadió la pregunta, que grosero.
-Oye, ¿Eres Alex?.
Una mujer se acerca a alex
-Sí, yo soy Alex... Hola Jenny.
-¡Pero cuanto tiempo ha pasado!.
La mujer desconocida le da un abrazo a Alex, ¿Quién es ella?
-Espera Jenny, demasiado fuerte. Balbucea Alex
-Ah, lo siento, me emocioné.
-¿La conoces Alex?.
-Sí, ella es mi hermanastra, Jenny; Jenny, ella se llama Noa
¿Qué mierda, ¿Qué más Alex me esconde?, 14 años conociéndonos y nunca supe sobre su hermanastra.
Así que le empecé a susurrar
-¿Porqué nunca me hablaste de tu hermana?.
-Por una razón.
-Oye hermanito, ¿Puedo preguntar porque tienen pañales y leche en polvo?.
Se ve que esta pensando en algo, acaso será...
-Jenny.
-¿¡Puede ser que ya eres papá!?.
Que incómodo
-Podría decirse que sí pero a la vez no.
-¿Y tú eres la madre verdad?.
Ella se veía tan entusiasmada, pero me sigo sintiendo algo incómoda, sería algo raro el haber tenido un hijo con Alex, pues aún recuerdo como le tenía miedo al perro de la vecina Claudia y yo lo agarraba de la mano.
-No somos padres, en una borrachera nosotros encontramos el bebé en una caja y lo acogimos, después buscaremos a los padres.
-Ya veo, tengo que irme, los veo luego.
-¿Qué fue eso?. La hermana si que es algo intensa
-Mi hermanastra lujuriosa
-¿Lujuriosa?.
-Mejor vayamos a pagar esto.
Agarre dos biberones, uno amarillo y uno blanco, también un pequeño mameluco verde de ranita para lavar el suéter que tiene el niño.
Fuimos a pagar las cosas, yo las pagué.
El camino a casa fue algo rápido, aún sigo pensando en lo raro que fue ir al Soriana.
-Hola, ¿Siguen ahí?.
Abrí la puerta y ahí estaba Pascal intentando enseñarle a hablar al bebé.
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Comic Sin Nombre
RandomEstábamos todos pedos, después de una peda legendaria luego en nuestro camino a casa nos encontramos a un bebé abandonado, Noa lo lleva pensando que es un perrito por su suéter con orejas de perro. Esto es como un borrador de lo que haremos, tenemos...