Aome se encontraba a la hora del almuerzo comiendo tranquilamente, el ver a Sango y no querer saltar sobre ella y asesinarla mostraba que ella ya había superado el odio hacia los lobos, o tal vez era la cercanía de cierto lobo de ojos dorados. Si eso hubiera pasado antes ella no hubiera dudado ni un instante en asesinarlos pero ahora comenzaba a mirar a los lobos con otros ojos.— Aome ¿Has estado cerca de Sesshumaru? — preguntó Sango, para alguien con un olfato sensible era difícil no detectar ese aroma en el cuerpo de Aome, Sesshumaru la había marcado temporalmente con su olor.
— ¿Por qué…lo dices? — preguntó un poco apenada Aome.
— No, bueno he visto como te ve, creo que le gustas — dijo Sango indagando en el tema.
— Debes de estar imaginando cosas, el es tan desesperante.
— Un desesperante muy guapo — dijo Sango sin apartar la vista de Aome, querías ver cómo reaccionaba ella, Sesshumaru era el alfa de su manada y era más que obvio que Aome era su compañera.
— Si te escuchara Miroku.
— Miroku es mi destino, siempre estaré a su lado.
— Decir que una persona es tu destino es demasiado fuerte, yo creo que cada persona puede decidir su vida, no es necesario estar tan apegada a alguien tarde o temprano las personas se van.
— No lo entenderías, Miroku y yo somos uno solo — dijo Sango con una sonrisa en su rostro.
Aome imaginó que tal vez Sango estaba hablando de alguna ley de su manada, ella sabía que entre las manadas tenían leyes que respetaban al pie de la letra, era la manera de que la paz y tranquilidad reinarán entre su gente, los lobos fácilmente perdían el control cuando enojaban, así que las leyes eran indispensables.
— ¿Hay lugar para uno más?
Sango levantó la vista para ver quién era la persona que había hablado, su nariz se frunció un poco, pero tenía que soportar eso por el momento.
— Claro Hiten, sientate ella es mi amiga Sango — dijo Aome.
— Aome, tengo un poco de náuseas será mejor que me vaya — dijo Sango poniéndose de pie y echando una mirada de desaprobación a Hiten en cuál solo sonrió.
— ¿Que pulga le picó a tu amiga? — dijo Hiten al sentarse — fue demasiado obvio que le desagrado.
— No lo sé, ella es demasiado amable es raro que te haya tratado así.
— Tal vez lo le gusten las personas como yo, ya sabes carismáticos y guapos.
Aome sonrió el se tenía demasiada confianza. Platicaron lo que quedaba del almuerzo, la azabache se veía demasiado contenta al lado de Hiten, sonreían y conversaban de como era su vida desde que habían llegado a ese pueblo, pues Hiten tenía solo un par de días de haber llegado a ese pueblo, Aome se encontraba tan cómoda con Hiten que no se dió cuenta que un par de ojos dorados la observaban llenos de furia, Sesshumaru apretaba los puños lleno de rabia y celos, quería saltar encima de ese tipo y despedazarlo sin piedad.
— No te preocupes, ella siente algo por tí — dijo Sango poniendo su mano sobre el hombro del peliplata tratando de calmarlo.
— Ella sigue alejándose de mí — respondió Sesshumaru — en cambio con el se ve demasiado contenta.
— Lleva tu olor, supongo que el ya lo notó.
— Pues espero que ese idiota no tenga el cerebro muerto y piense muy bien lo que le conviene.
NARRA AOME...
Hiten es muy agradable, es amable y simpático, pero, hay algo en el que mantiene mis sentidos en alerta, no se qué es pero supongo que debe ser algo relacionado con el motivo por el que mis padres me trajeron a este pueblo, una cosa es segura no puedo confiar en nadie, no hasta saber a qué vine a este pueblo.
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LUZ DE LUNA 🌙 (Completa)
FanfictionLas circunstancias llevaron a Aome Higurashi a mudarse a un pequeño y apartado pueblo, su vida no es tan simple como parece, siempre ha hecho de todo para que sus padres se encuentren orgullosos aunque para ellos nada parece ser suficientes. Pero es...