La barriga de Aome había crecido demasiado, ya tenía cinco meses de embarazo, la pataditas de su cachorro eran más notorias, no había querido hacerse un ultrasonido quería que fuera una grata sorpresa para ella y para Sesshumaru.Sesshumaru se sentía impotente, sus pies aún no tenían movimiento, pero aún así no perdía las esperanzas de volver a caminar y correr por el bosque con su azabache.
Ambas manadas se habían unificado y formaron una sola, lideradas por Aome y Sesshumaru. Cada uno de los miembros respetaban a su alfa, y esperaban con ansias la llegada de su cachorro, quien quizás se convertiría en el sucesor.
Esa tarde Sesshumaru descansaba cómodamente en su habitación, Aome había salido a dar una revisión del perímetro, pronto ya no podría hacerlo, Sesshumaru le había pedido varias veces que dejara de hacerlo. Le había dicho que Inuyasha y los demás se encargarían de ello y que ella debía de descansar por el bien de su hijo.
— ¡Al fin regresas! — dijo al ver entrar a Aome, la azabache dejó su arco y sus flechas en el lugar de costumbre y comenzó a quitarse su ropa para ponerse una más cómoda.
— Tenía que dejar unas cosas en claro, hoy es mi último día saliendo a dar los rondines, hay algunos lugares que necesitan más protección, Inuyasha solamente quería saber cuáles eran, con la ayuda de Miroku no deberían tener problemas para cuidar de los alrededores.
— ¿Que es lo que te preocupa? El gremio de cazadores nos ha dejado en paz y Bankotsu se ha mantenido alejado, al menos lo suficiente.
— Quiero que nuestro hijo o hija crezca en un lugar seguro, todo lo que hago lo hago por su futuro, además he estado buscando un médico que te pueda ayudar con tus piernas.
Sesshumaru sonrió, Aome siempre había estado al pendiente de él.
Aome se recostó a su lado permitiendo que Sesshumaru colocara su cabeza sobre su vientre abultado.— ¿Cómo se ha portado? — preguntó refiriéndose a su cachorro.
— Es extraño — dijo Aome frunciendo las cejas — todo el día está inquieto, pero cuando tú lo acaricias se comporta de manera dócil.
Sesshumaru sonrió, su hijo sería un verdadero caso.
— Debes comportarte, tu madre no es una mujer muy paciente — decía Sesshumaru casi en un susurro sobre la barriga de Aome — dentro de cuatro meses voy a poder conocerte y tú nos conocerás a nosotros, tu madre es la mujer más hermosa que existe, es valiente, cariñosa y nos ama, que es lo más importante.
Aome se acarició el pelo del peliplata
— Mentiroso — dijo sonriendo.Sesshumaru sonrió y continuó con su plática con su hijo — Como quisiera poder caminar, quisiera poder correr contigo cuando crezcas, llevarte en mi espalda a recorrer el bosque — sus ojos dorados se pusieron llorosos, el era un hombre fuerte pero, ya estaba cansado de estar postrado en una cama, el era un lobo y los lobos lo que más deseaban era libertad — mi amor, lo que más deseo es que mis piernas vuelvan a tener movimiento para poder proteger a tí y a tu madre como es debido.
Sus lágrimas ya habían caído sobre el vientre de Aome, era la primera vez que Aome lo había visto llorar, cuánto él se había reprimido para mostrarse fuerte delante de ella y ahora ya no había podido más, su vientre estaba completamente mojado por sus lágrimas, Aome deseaba poder liberar a Sesshumaru de ese pesar.Entre sollozos y caricias ambos quedaron dormidos, pero hubieran deseado estar despierto para poder ser testigos de lo que sucedía, el vientre de Aome comenzó a emitir su característica luz azul, la luz envolvió completamente a Sesshumaru, quien al estar completamente dormido no se dió cuenta de nada.
Un par de minutos duró el resplandor para después poco a poco desaparecer.
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LUZ DE LUNA 🌙 (Completa)
FanfictionLas circunstancias llevaron a Aome Higurashi a mudarse a un pequeño y apartado pueblo, su vida no es tan simple como parece, siempre ha hecho de todo para que sus padres se encuentren orgullosos aunque para ellos nada parece ser suficientes. Pero es...