Danmachi: Una Leyenda Oratoria

Capítulo 4 - Un Corte de Esperanza

Tras el rugido del minotauro Welf recuperó la conciencia y abrió los ojos lentamente, la cabeza le daba vueltas y le era imposible enfocar bien su entorno, cerró los ojos y dejó escapar un gruñido mientras apoyaba su mano en la pared y hacía fuerza para incorporarse. Mientras tanto en la línea de ataque Mikoto miraba atónita al monstruo, a su alrededor había surgido una niebla oscura que cubría por completo toda su figura, lo único que podía apreciarse en él era el brillo rojo rubí en sus ojos, de no haber sido por ello, ese minotauro habría sido la reencarnación de una muerte invisible, o al menos eso pensaba Mikoto. La aventurera levantó la espada y apuntó hacia el minotauro, retándole a una batalla, sus pupilas, brazos y piernas habían comenzado a temblar por el miedo, sin embargo no podía permitirse ser derrotada en ese momento, no cuando las vidas de sus compañeros dependían directamente de sus acciones en combate.

Mikoto cerró los ojos y tomó aire por la nariz, después de acumularlo un rato en sus pulmones lo soltó lentamente por la boca, después de tranquilizarse un poco abrió los ojos, sin embargo algo en ella había cambiado, su mirada irradiaba pura determinación. Mikoto se puso en pose de combate y se lanzó contra el minotauro a una velocidad impresionante. En la distancia Lili contemplaba la escena asombrada, a cada golpe que daba el minotauro y que Mikoto lograba esquivar, su velocidad y aguante aumentaban (los de Mikoto), era algo maravilloso de ver, algo que ni Bell había logrado desde que lo había conocido y que, sin embargo, acababa de lograr Mikoto.

- I - increíble... - balbuceó Lili 

De pronto escuchó una serie de pasos a destiempo y de manera irregular a su espalda y se giró rápidamente mientras apuntaba con la ballesta hacia la cabeza de su adversario, al ver de quién se trataba abrió los ojos como platos y bajó lentamente el arma.

- ¡Welf, estás vivo! - exclamó esta alegre

- Jejeje... Por supuesto que... Sí... - balbuceó Welf débilmente - no puedo permitir que Mikoto haga todo por mí... Yo también soy aventurero...

- ¡¡P - pero Welf!! - exclamó Lili preocupada - ¡en ese estado no puedes combatir, acabarás muriendo!

Welf cerró los ojos y esbozó una sonrisa

- ¿Cuantas veces ha hecho eso mismo Bell por nosotros...? - respondió una vez abrió los ojos de nuevo - si no lo hago ahora, jamás podré devolverle ese favor, así que...

Welf  cerró los ojos y estiró la mano hacia delante, apuntando directamente a la bestia con la que Mikoto se estaba batiendo en combate

- Espera un poco Mikoto... Enseguida voy - Welf suspiró y la magia comenzó a borbotar y chisporrotear a su alrededor

- No Welf... ¡¡No lo hagas!! - gritó Lili al tiempo que su compañero abría los ojos de nuevo

- ¡¡¡¡¡¡WILL O'WISP!!!!!! - rugió el herrero mientras de su mano salía despedida una potente ráfaga de magia condensada que impactó de lleno contra el minotauro lanzándolo contra la pared que había a su espalda

Lili y Mikoto se giraron en redondo hacia Welf, que había comenzado a tomar bocados de aire de manera más brusca e irregular

- ¡¡Welf!! - gritó Mikoto con los ojos como platos

El herrero bajó lentamente el brazo y esbozó una sonrisa débil mientras caminaba torpemente hacia su compañera y desenvainaba su espada.

- Ahora estamos... A mano... - farfulló Welf mientras se ponía en pose de batalla