Las campanadas retumban en los cielos de Orario. Una figura blanca camina hacia un frente sumido en la oscuridad. Bell Cranel es la última baza de la luz sobre las tinieblas.
En conmemoración a Danmachi
Riveria se tomó su tiempo para sentarse antes de responder a su capitán - no hay cambios, aún sigue inconsciente
El pallum se deshizo en un suspiro.
- ¿Y en su lugar, cómo van las cosas por el piso 19?
- Todavía seguimos entre la espada y la pared - reconoció Finn con desánimo
Riveria miró el enorme agujero que había sobre sus cabezas. Después de varias horas, parecía mucho más pequeño que al inicio.
- Todavía no me explico cómo es que algo como esto ha podido ocurrir - dejó escapar la elfa
- Ni tú, ni yo, ni nadie - le respondió Finn - nos enfrentamos a una situación para la que el gremio no tenía apenas información
- No, no era a eso a lo que me refería - y su vista fue a parar sobre Bell, quién seguía inconsciente
Tal y como había ocurrido tras la victoria de Bell frente a su primer minotauro, Riveria volvió a comprobar las estadísticas del muchacho y la sorpresa fue unánime.
- ¿Es siquiera posible superar tus límites hasta ese punto? En tan solo unas horas de incursión él logró subir nuevamente su nivel al 4
- (...) - el pallum se mantuvo en silencio mientras tanto
En realidad no le parecía tan extraño. En los últimos periodos habían ocurrido cosas de lo más extrañas, tanto que ya nada podía apenas sorprenderlo.
- No es tan extraño, si te paras a pensarlo detenidamente
- ¿Qué insinúas? - le preguntó con intriga
Él incluso esbozó una sonrisa al escuchar a su compañera.
- Ciertamente me sorprende que, siendo tú, no hayas llegado a esa conclusión
- (...)
- Ese chico parte de la humillación que sufrió frente al minotauro negro hace apenas unas cuantas semanas - le explicaba Finn - si juntamos su rabia con su poder latente, es lógico suponer que eso le ha llevado a romper su límite en poco tiempo
Riveria aún permaneció en silencio un tiempo más - sí, tienes razón en eso
- No obstante... - continuaba el capitán, poniéndose en pié - aún nos queda un trabajo por hacer
Junto a él, Riveria siguió su ejemplo y se puso también en pié
- "Descender a los pisos inferiores y erradicar el origen de esta locura"
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