Ella esta muerta...

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Estaba asustada, trataba de entender algo de esta situación, aquel anciano creía que yo era una muerta salida de su tumba, como era eso posible?

¿Quién carajos es Glenda?

Harry trato de explicarle a su abuelo que yo no era Glenda, que mi nombre era Cassie y me estaba ayudando con lo del auto, pero al parecer no se veía muy convencido y siguió mirándome fijamente.

-Lo siento- se apresuró a decir Harry –él es mi abuelo Josh Styles, siéntate, tomaremos el café que te ofrecí antes

Me moví despacio hacia una de las sillas de la cocina, oigan no todos los días te confunden con una muerta! Aquel hombre seguir sin quitarme los ojos de encima, y eso solo lograba estremecerme sin poder evitarlo, una pregunta vagaba por mi mente ¿Qué habrá hecho esa tal Glenda para provocar tanto odio en él?

-Vamos abuelo te acompañare arriba- dijo Harry bruscamente tomándolo del brazo para llevarlo por el pasillo.

Ambos salieron de la cocina y pude oír sus pasos por la escalera, acompañado de las quejas del anciano.

En el exterior el aullido del viento y la caída incesante de la lluvia advertían que la tormenta estaba en su apogeo, cualquier idea de salir de aquella casa era una estupidez, me sentía atrapada.

Cuando Harry regreso a la cocina pude observarlo mejor sin el horrible sombrero, él era muy atractivo.

Lo observe preparar dos tazas de café con otra sustancia que no supe identificar, tenía millones de preguntas pero no podía articular palabra, Harry sabia moverse por la cocina, había platos limpios secándose al lado del fregadero y ni rastro de algo femenino ni equipamiento culinario sobre la encimera.

Nadie creería esto del gran Harry Styles

-Toma- dijo pasándome una taza humeante antes de sentarse frente a mí

Probé aquel líquido amargo y di un respingo, aquello no solo era café

-Es café con brandy- volvió a decir –sé que el comportamiento de mi abuelo te ha dejado un poco impactada, lamento eso pero cuando se le mete algo en la cabeza no hay quien se lo saque

-¿Quién es Glenda?- La pregunta salió de mis labios sin poder detenerla

Los dedos de Harry apretaron visiblemente la taza que tenía entre sus manos y clavo la vista en algún punto definido de la habitación, lo que hizo arrepentirme de haber hablado, bien podía notar que aquello le incomodaba.

-Mi hermana pequeña

-¿Glenda es tu hermana?

-Lo era- me corrigió cortante –Como habrás podido suponer, está muerta.

El tono en que lo dijo me helo la piel

-¿Cómo murió?

-No quiero hablar de eso

Su brusca respuesta despertó mi indignación, merecía una explicación

-Por supuesto, he aterrizado en medio de algo que no es asunto mío, con el chico que hace unos días me llamo estúpida, me has prestado ropa de tu hermana para que la usara y tu abuelo me ha aterrorizado con la acusación de que vengo del más allá para perseguirlo.

Era consciente de que podía arrepentirme de haber soltado aquellas palabras, pero odiaba el ignorar todo esto en lo que ahora yo me veía implicada

-¿Qué le ocurrió a Glenda?

-supongo que tienes derecho a saber reconoció el recostándose en la silla

Escuche atentamente la historia de Harry, por lo que entendí, el  su hermana pequeña, Glenda, se quedaron huérfanos con dieciséis y doce años respectivamente cuando sus padre murieron en un accidente de coche, Su abuelo, Josh se hizo cargo de ellos, al parecer Harry se había adaptado a  esa vida pero su hermana lo odio desde el primer momento.

-El abuelo y yo nos acostumbramos a la convivencia- aseguro el –Cuando Glenda cumplió dieciséis huyo, al principió consiguió trabajo de camarera a pesar de las amenazas de abuelo, robaba dinero, nos mentía y fue acusada de vandalismo junto con algunos de sus colegas, entro en las drogas, hasta que murió, hace dos años, su vida estaba completamente fuera de control y no había nada que el abuelo ni yo pudiéramos hacer.

Harry se puso bruscamente de pie después de acabar su narración  yo me sentía realmente mal por haberlo obligado a contarme, la firmeza que rodeaba su rostro y el brillo de sus ojos me desanimaron a hacerle más preguntas, parecía obvio que él no hablaría más por hoy.

Fuera como fuera lo único que estaba claro era que Harry llevaba dentro una inmensa pena de la que no estaba dispuesto a hablar.

-Es hora de acostarse, hay una cama en su antigua habitación, puedes usarla- dijo el

-No hay un sofá en otro sitio- proteste

Por alguna razón el hecho de dormir en la habitación de Glenda no me era muy agradable, una cosa era llevar su ropa y otra muy distinta dormir en su cama

-Puedo dormir en cualquier parte.

Pero al parecer a Harry le valió un pepino mi suplica y termino guiándome por una escalera estrecha hasta un dormitorio pequeño, quizás en el pasado fuera una habitación agradable, pero ahora era inundada por un olor a rancio, unas cortinas feas y gruesas colgaban de la ventana, había escasez de luz y una alfombra desgastada que me pinchaba las plantas de los pies.

Sentí un escalofrió de terror, estaba en el dormitorio de una mujer muerta y vestida con sus ropas, esto era de miedo.

-Buenas noches, mañana te levantaras temprano para ir al colegio, asegúrate de cerrar bien por dentro, ¿Quieres? A veces el abuelo camina sonámbulo

Y después de aquella revelación tan inquietante Harry desapareció por el pacillo, dejándome más asustada aun….


.....................................................................................................................................................................................Hola! bueno me tome este espacio para agradecer a aquellas chicas que se han pasado por mi novela y agradecer a las que me regalan votos, tengo muchas historias en mente y es agradable el saber que alguien se interesa por lo que escribes.

Muchas Gracias y si pueden ayudenme a recomendarla, les agradeceria demasiado...

No soy tu RomeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora