Capítulo 35°

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Hoy el día inició especialmente hermoso ¿Por qué no pudo acabar de igual forma? Todo tenía que volverse difícil. (FL: Por favor, que sea drama) Sin adelantarse, vamos a explicar. Boscha después de varias semanas, ya hace tiempo que se sentía como nueva. Podía asistir al instituto y tener su rutina habitual. ¿Qué había cambiado? Simple, su relación con cierta azabache de lentes. Ahora todo el tiempo andaban robándose sonrisas y miradas durante las horas libres o en los pasillos.

La peli rosa ya casi ni se acercaba a fastidiar a la rarita y a sus amigos, no tenía razones para hacerlo. Amity parecía feliz con ellas, seguramente por tener la atención de la chica de ojos marrones. Al principio se había mostrado nerviosa con todo el asunto de Willow conociendo sus sentimientos por Noceda, pero al ver que la azabache mantuvo silencio, logró tranquilizarse. Amelia y Skara no querían meterse en problemas con las dos animadoras y por ello tampoco habían intentado acercarse al grupito.

Todo iba a de maravilla. Willow y Boscha se habían encontrado varias veces en el parque secreto o simplemente en la casa de la peli rosa, para charlar y pasar tiempo juntas. Hace unos días la azabache había escuchado como Boscha se quejaba sobre no entender nada acerca de Biología o Cálculo. Willow se ofreció para ayudarle a estudiar y hacer los deberes. La peli rosa había dudado acerca de gastar horas estudiando, pero al pensar que podía pasar incluso más horas con la azabache, aceptó felizmente. Sentía que olvidaba algo, muy importante, ese pensamiento estuvo instalado en su cabeza durante unos días. (DK: Hay que regalarle una recordadora)

Estaba tan feliz en Willowlandia que no se tomó el tiempo de descubrir que era.

-¿Tienes dinero?-preguntó esa mañana, llegando a clases, a su amiga. Amity rodó los ojos, sacando la billetera de su cartera.

-¿Para qué lo necesitas?-preguntó alzado una ceja.

-¿Quién dijo que lo necesito? Solo quería saber si tenías o no-se sintió ofendida, a pesar de que si planeaba pedirle prestado.

-Boscha, te conozco-sacudió la cabeza, como si su amiga no tuviera remedio-. ¿Cuánto necesitas?

Boscha sonrió, abriendo las manos para recibirlo.

-Quiero comprar un dulce.

-¿El caramelo ácido de la otra vez?

-Si-sonrío.

Amity se limitó a darle el dinero y a despedirse, ya que ella tenía que ir a clases. En cambio, la peli rosa compartía esa hora de Arte con Lucy y estaba caminando, puede que un poco rápido, para llegar y verla. El problema fue que al parecer llegó antes de tiempo, el salón estaba vacío y solamente él profesor la miraba desde el escritorio.

-Buenos días, jovencita Patterson. Puede ir sentándose si quiere-ofreció de inmediato volviendo su atención al libro de trabajo.

Boscha cerró la puerta con delicadeza, avanzando y cuidando de no hacer ruido por el silencio que había reinado en la sala.

-¿Ya ha encontrado a su musa?-fue le pregunta repentina, la peli rosa se detuvo y volteó a verlo.

Recordó las sonrisas de Willow, como sus ojos verdes miraban con esperanza al mundo, su inspiración y como se sentía viva al verla, obtuvo la respuesta.

-Sí, la he encontrado-intentó ocultar su sonrisa, mirando fijamente al señor antes de que este asintiera complacido y la mandara a sentarse.

Fue a su mesa de siempre, acomodando sus cosas y aprovechando el tiempo extra para adelantar unos ejercicios de los deberes de Cálculo. Planeaba pedirle ayuda a Willow esa misma noche, pero intentaría hacerlos sola para que la azabache estuviera orgullosa de ella. (FL: Seguro lo hace mal) Se encontraba tan sumergida en los números, borrando y haciendo los cálculos mentalmente, que no se percató cuando los jóvenes comenzaron a llenar el salón. Estaba atascada específicamente en un problema muy complicado, ya había escrito y borrado varias veces cuando se equivocaba.

Rivales •Boschlow•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora