7. Labios

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Quédate mientras cantas la melodía
Rompe como una ola en la carrera
Estoy seguro de que no puedo decir más
Sólo sé que no durará para siempre.

Forever for Now- LP

[...]

Una tarde simple, común, monótona, así describía todas sus tardes, así eran todos sus días mientras esperaba a su amigo, añoraba que viniera y lo buscará como antes, como si jamás se hubieran alejado, cuando eran casi inseparables, cuando fueron solamente amigos, tal vez cuando aún no lo amaba.

Aún no lo amaba.

No podía engañarse, no podía hacerlo, no podía negarlo, por más que quería desechar esos sentimientos, por más  que quería alejarlos, no funcionaba, era imposible.

¿Así duele el amor? ¿En qué momento el corazón puede olvidarse de una persona? Tal vez...¿cuándo alguien más ocupa ese lugar? ¿o cuándo deja de latir?

Las dos suenan como pésimas respuestas al tratarse de Hoseok. Nada es suficiente cuando se trata del amor. Cuando se trata de él.

No quiere olvidarlo. No puede.

Ni siquiera en las noches llenas de alcohol abrazando aquellas botellas de sabor amargo, un sorbo del whisky con hielo apreciando por su paladar, disfrutando la sensación de lastimar su garganta, un ardor satisfactorio. Esas noches cuando todo se volvía irreal, borroso, donde apenas recordaba el nombre de la persona dentro de su cama, donde sin querer gemía su nombre mientras otro ocupaba su lugar, cuando marcaba a esa persona entre besos y saliva mientras lo llenaba con su esencia, donde hasta su misma inconsciencia le jugaba en contra, y donde su mente en condiciones escasas lo recordaba amarlo.

Estaba ebrio de amarlo con cada parte de sí, cada uno de sus sentidos y pensamientos , cada suspiro en su nombre, necesitando más de aquello, su peligrosa adicción.

Lo amaba aunque no fuera correcto.
Aún si la vida misma ordenaba no amarlo, se negaría, pelearía en contra del destino, lo amaría aún si Hoseok le pidiera que lo dejara de amar.

TaeHyung aún recuerda ese viaje místico, ese toque que lo llevó al cielo, donde conoció por fin el paraíso, ese caviar exquisito, anhelado, eso que tanto ansío probar alguna vez. El azabache aún recuerda aquella noche años atrás, cuando la luna guardó su secreto siendo culpable de tal crimen. La oscuridad arrasó en medio de copas llenas de whisky, risas contagiosas, bromas sin sentido en casa de su amigo NamJoon. Esa maravillosa noche cuando sus labios chocaron por primera vez por tan solo un instante, creando un su mente una explosión de fuegos artificiales, su corazón inexperto latía desenfrenado, sus labios sentía un cosquilleo inexplicable , incomparable a cualquier otra sensación. Recuerda a un tambaleante hombre que llevaba apoyado con un brazo en sus hombros, cuando balbuceaba y cantaba canciones desconocidas para el azabache pero, siendo música perfecta para sus oídos.

Cuando por primera vez lo sintió suyo, por primera vez se pertenecieron. Y lo amo, en ese roce de labios con cada fibra de su maldito ser, cada respiración, cada palpitar, cada célula de su cuerpo que envejecía para morir amándolo, cada segundo de su existencia.

Su primer beso.

Ese recuerdo que solo lo mantiene TaeHyung, esas imágenes nítidas en su mente, su primera vez en el cielo para caer nuevamente en el infierno, solo.

- ¿Tae?- dijo Hoseok pidiendo la atención del azabache que al instante reaccionó a su llamado - ¿Qué sucede? - respondió TaeHyung mirando al mayor - Lo siento estaba pensando en algo - murmuró para luego sonreír - ¿Qué decías?

- ¿Recuerdas a NamJoon? - dijo el mayor mirando tras ese enorme cristal fuera de la cafetería - Mira - indicó con su dedo disimuladamente a una pareja a los lejos tomadas de la mano - ¿Ese no es tu amigo? - preguntó Hoseok.

- ¿Jimin? - dijo TaeHyung incrédulo intentado enfocar su vista para reconocer a esos dos personas - No puedo creerlo - susurró incrédulo.

- Parecen que se conocen muy bien - sonrió sin ver la cara de asombro del contrario - Se ven genial juntos, ¿verdad? - preguntó Hoseok mirando al azabache que no apartaba su mirada de aquella pareja a lo lejos - ¿Estás molesto Tae? - dijo al ver su ceño fruncido.

- Simplemente confundido - respondió tomando su café apartando su mirada de ellos - Se ven bien - asintió sin seguridad.

¿Algún día nos veremos así, Hoseok?

- Es genial que tu amigo tenga alguien que cuide su corazón, ¿no crees? - colocó su brazo en la mesa y apoyo su cabeza en su mano mirando al azabache - ¿Crees que sea el indicado?  Parece que lo quiere mucho, se ven tan felices juntos - comentó Hoseok y con una cuchara probó su pastel de naranja degustando su sabor - ¡Es delicioso!

- No lo sé - susurró con su mente siendo un torbellino de preguntas -  Jimin siempre lo ha amado, siempre lo ha hecho...- miró a la pareja y luego a Hoseok - Pero, aprendí que amar no es suficiente - pensó sonriendo de lado sin gracia - ¿Me dejas probar? - pidió TaeHyung sin esperar su respuesta y robando un poco de pastel riendo por el puchero del mayor.






















- Siempre fuiste valiente - dijo con una sonrisa llena de dolor - Siempre, Taehyung.

En su última vida [VHOPE] TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora