En su última vida [VHOPE] Terminada

5. Manos

Cuando es joven y es divertido
No hay nada perdido, nada ganado
Y ninguna consecuencia a la vista
Sabes que solo se siente como oscuridad
Cuando la luz no brilla de tu lado
Tú eras el poeta, yo era el poema
Pero eras mía, eras tuya
¿O estábamos luchando por nuestras vidas?

One last time - LP

[...]

- ¡Tae!- gritó Hoseok mientras intentaba alejar sus manos de su torso - ¡Odio las cosquillas!- rió a carcajadas desesperado ,apenas el aire ingresaba a su pulmones - ¡Déjame!

- No puedo - dijo mientras movía sus manos en el contrario haciéndolo reír a carcajadas - Te atreviste a comerte mis gomitas. - siguió - Eres merecedor de un castigo.

- ¡Para! ¡Para! - rió a carcajadas - ¡Te compraré otras!

- Está bien - rió al ver al mayor todo desarreglado, con gotas de sudor en su frente y con su ceño fruncido, en cualquier faceta era precioso - Y pide un pizza - guiñó TaeHyung su ojo escuchando al otro gruñir.

- Eran sólo gomitas - saco Hoseok su lengua como un niño, el azabache amenazó con sus manos, moviendo sus dedos indicando otra ronda de  cosquillas - Iré por mi teléfono- salió de la habitación casi corriendo, evitando ser castigado por una bomba de cosquillas de nuevo - ¡¿Pizza con queso extra, Tae?! - gritó desde otro lugar del departamento.

- ¡Si! - contestó alto para que lo escuchase. Taehyung se levantó y observó los cambios de la habitación del mayor, era su primera vez en dos años en poner un pie donde fue antes su guarida, su lugar seguro, su escondite, su mejores recuerdo con el pelinegro. Se sorprendió al no ver muchos cambios, casi todo parecía intacto, como si no hubiera pasado el tiempo, como si no se hubiera ido jamás.

Pero innegablemente, todo había cambiado ya.

En su corto recorrido se enfocó en una foto enmarcada en el escritorio, tomo aquel objeto para observarlo mejor, sus ojos de abrieron sin creerlo, su corazón se agitó ferzomente al mirarlo, sus dedos acariciaron el vidrio que cubría aquella fotografía, sonriendo por inercia, pues como no hacerlo, si la fotografía los retraba a ellos cuando apenas tenían 12 años, tomados de la mano frente al mar, dejando un camino de huellas en la arena caliente.

Taehyung recuerda ese viaje a la playa junto a sus padres, cada detalle lo atesora, porque inconcientemente ese día fue donde entendió todo. Todo lo que su corazón inocente y su mente inmadura, se negaba a comprender, asimilar, pues el amor que sentía hacia Hoseok no eran de un simple amigo, que esa atracción aún latente, ese toque mágico de sus manos entrelazadas que hizo a su cuerpo temblar, esas mariposas en su estómago, esa felicidad, la sensación de protección, alivio...

No hubo otra respuesta.

Lo amaba.

Ese día comprendió que a sus ojos Hoseok es simplemente perfecto. Y era el hombre del cual estaba enamorado.

Enamorado. Singular.

Una palabra solitaria como la luna, esperando a la oscuridad para poder aparecer y ser admirada, pero todos caían en brazos de morfeo, amando en la penumbra, amando cuando ya nadie la observa.

- ¿Qué miras? - dijo una voz a su lado haciendo sobresaltar al azabache al no haber sentido antes su presencia - ¿Recuerdas aquel día? - preguntó Hoseok mirando la foto en manos de su mejor amigo - No querías soltar mi mano - rió negando con su cabeza y con una sonrisa melancólica añadió - El tiempo pasa muy rápido.

- Nunca la haré - murmuró el azabache mirando aún aquella foto - Jamás.

- ¿Uh? - lo miró Hoseok confundido al no entender a que se refería- ¿Qué?

- Jamás soltaré tu mano - dijo seguro tomando con su mano libre la del mayor apretándola, mirándolo fijamente durante varios segundos - No lo dudes - acarició con su pulgar el dorso de la pequeña mano del pelinegro, su piel era suave. Taehyung miró aquel acto con detenimiento,  se sentía tan real y mutuo hasta que tocaron el timbre anunciando su llegada -  Ya llegó la pizza - dijo TaeHyung soltando su mano como si de fuego se tratase, como si hubiera tocado algo prohibido - Iré a pagar, quédate aquí.- ordenó el azabache y se dirigió a la puerta, pero la voz de su mejor amigo lo detuvo regresando a ver aquella persona que tanto ama en secreto, sonriendo para él.

- Yo tampoco soltaré tu mano TaeHyung.

- ¿Vale la pena? - preguntó con rabia- No existe el final feliz para nosotros - Lo miró fijamente - ¿Acaso crees que amar es tu destino?