Capítulo {Six}

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-Eso que dicen que los pintores están locos, creo que es totalmente cierto - dice Ed divertido- ¿encerio irás?.

-tengo que hacerlo - declaré poniéndome el abrigo - siento que son obstáculos que él pone para ver si esto es realmente lo que quiero y... Ningún obstáculo me detendrá - sonrío.

-Mmh, tienes razón - dice pasándome el bolso - es tu sueño y tienes que cumplirlo

¿qué?

Hace unas horas hervía en celos y ahora me dice...¿esto?

Ed... Eres un jodido bipolar.

-No te preocupes por mí ¿si? - digo abriendo la puerta - en cuanto termine vendré enseguida.

Lentamente se acerca dejando un beso en mi mejilla como despedida.

-ve con cuidado - susurra en mi oído.

-lo haré - sonrió saliendo por la puerta.

Me dirijo a paso apresurado hasta el elevador.  Espero unos segundos y las puertas se abren,  rápidamente entro.

***

Cuando llego a casa de Zayn, con serenidad me pociciono delante de la puerta de madera tallada.

Llevo mi mano dentro de mi bolso para sacar la llave que me entregó hoy.

Siento el corazón chocar contra mi pecho y mientras se eleva hasta cerrarse en un puño en mi garganta.

Aún así con decisión y firmeza camino dentro de la estancia una vez que abro la puerta y la cierro detrás de mí.

Mis pensamientos se dirigen a un  lugar en el que sólo hay espacio para mí, y todo lo que veo a mi alrededor son sombras flotantes sin importancia.

Sigo el calor y la prominente luz que viene desde la superficie de la escalera bajando hasta llegar al suelo de madera que cruje con cada paso que doy.

Subo lentamente sintiendo un leve aroma a café que se adueña de la estancia.

El frío que sentía hace unos segundos a causa de la lluvia desaparece, como por arte de magia una vez que llego arriba y me dirijo al estudio de donde proviene la luz y el cálido calor.

Suavemente empujo la puerta sin hacer mayor ruido y me fijo en Zayn, que está sentado en el suelo delante de un lienzo que se encuentra apoyado en la pared.

Su camiseta ha sido removida y tirada a un costado, mientras que sus pantalones oscuros siguen donde deben estar.

Doy un paso y observo con atención la situación que me rodea.

Su cabello luce igual que hace unas horas que lo vi,  y mientras el cigarro yace apagado en un cenicero a su derecha, entre sus dientes se aguanta un pincel.

Su ceño está ligeramente fruncido mientras en su mano izquierda descansa una paleta de acrílicos,  y con la derecha se ocupa de pintar el retrato de una camarera de cabaret que le dedica una mirada cómplice ha uno de sus espectadores.

Sin hacer mayor ruido doy un paso más dentro del estudio,  pero todo da un vuelco cuando torpemente piso un lápiz que por poco me hace caer.

Bien léa... Excelente.

Ese es el momento en el que Zayn voltea para percatarse d e mi presencia.

Me mira fijamente a los ojos,  dejándome pasmada por la profundidad que su mirada ha acogido en éstos momentos.

Inspiración es todo y más de lo que me transmite su mirada inundada de misterio.

-Hola- saludo.

El chico deja la paleta a un lado,  suelta el pincel para dejarlo en un vaso Con agua y se saca el pincel que sostenía entre sus dientes.

-Pensé que no vendrías - dice moviendo sus labios con lentitud mientras se pone en pie para limpiar sus manos - me asombra que estés tan comprometida con ésto.

-por supuesto.

El chico aparta su mirada de la mía durante unos segundos. Pero después la vuelve mientras acomodo un mechón de cabello detrás de mí oreja. Se muerde el labio y mis ojos se clavan en esa acción.

-¿se puede saber que era tan urgente para necesitarse ahora? - pregúnto rompiendo el silencio,  ignorando los nervios que el me provoca esperando que con  el tiempo desaparezcan.

Estoy a penas unos pasos de él, pero enseguida el acorta la distancia sin dejar de intimidarme con la profundidad de sus ojos.

No retrocedo, lo cual mantengo mis pies clavados al suelo y la mirada clavada en la de él.

Sus ojos son como la poesía en su mayor grado. Hablan,  dicen  y expresan cosas y hasta parece que hacen magia con  solo una mirada, sin embargo,  da la sensación de que cada mensaje dicho en literal,  tiene algo escondido que cambia el significado de cada verso.

Se acerca más. Mi corazón comienza a latir rápidamente y por unos segundos pienso que es el olor a pintura el que me provoca mareo.

De pronto  su mano se posa en mi cadera y me tenso al sentir el cosquilleo se su cabello rozar mi cuello como si de suaves plumas se tratase.

-Léa... - susurra con un gruñido antes de pasar a mi cuello y mordisquearlo.

Trato de moverme pero mi cuerpo no responde.

Cuando por fin tomo control de mí,  apoyo las manos en su pecho intentando alejarle de mí.

-apártate,  por favor - ordenó pero mi mandato es ignorado.

Cojo aire y cuando voy a empujarle con fuerza ataca la zona donde mi cuello y hombro se encuentran y succiona  fuerte,  que sé que si no lo apartó ahora dejará una marca de la que me luego me lamentaré.

Lo empujo tan fuerte que se separa de golpe.  Llevo mi mano a la zona que obviamente debe estar enrojecida.

Siento que mi corazón a salido disparado hace un largo tiempo.

Observo mientras Zayn tuerce una sonrisa.

Estaba en un estado de shock...mi cuerpo nuevamente no reaccionaba y el seguía con una sonrisa de ganador en el rostro.

Tengo unas ganas insoportables  de plantarle mi puño en su cara, pero también sentía una pequeña necesidad de sentir su toque otra vez.
Oh por dios...
Deja de pensar en tonterías Léa.

-dime de una maldita vez para que me necesitabas - exclamo fría. Tengo que demostrarle que no soy débil.

Su sonrisa se hizo más grande aún,  mientras pasa una mano por su cabello tirandolo hacia atrás.

-Quítate la ropa - suelta de golpe en un tono relajado.

Me tense nuevamente  sin saber que hacer o decir...

¿escuche bien?

-¿Qué? - pregunto sorprendida sintiendo mi respiración agitarse.

-¿Como pensaste que pagarías las clases,  muñeca? - dice irónico.

-pendón, aún sigo sin entender - murmuró nerviosa - se supone que iba a hacer tu ayudante...

-Exacto - sonríe - Tú... Serás mi modelo.

Lune á l'aquarelle | Zayn Malik |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora