Lune á l'aquarelle | Zayn Malik |

Capítulo {Trois}

*No lo puedo creer*

-U-usted es...- pronuncio en el momento en que mis ojos se abren más de lo debido y la piel se me eriza lo suficiente para que un escalofrío me recorra de pies a cabeza.

Lo siento hacercarse mucho más, cuando sus labios rozan el lóbulo de mi oreja estoy completamente paralizada.

-El mismo- su voz me llega en forma de susurro, acompañado de un leve gruñido.

Solo me quedo en silencio, no tengo idea de que decir o como actuar frente a esta situación.

¿Debería levantarme e irme? ¿Llamar a mi novio y decirle : mi maestro trata de sobrepasarse conmigo? ¿O simplemente quedarme con este chico tan...tan...especial?

Nada de esto estaba incluido en mis planes. obviamente no pensé que mi maestro seria un chico de lengua viperina y descarado.

"Mi maestro" se separa de inmediato cuando me alejo. Frunzo el ceño al encontrarlo con una sonrisa adornando sus labios.

-Entonces...-pronuncia mientras pasa una mano por su cabello de una manera provocativa - ¿Vienes a casa, preciosa?

*¿Que?*

-¿Donde...Donde están los demás?- pregunté alzándo la cabeza, buscando a los demás aprendizes.

-¿A que te refieres muñeca?

Se inclina y saca un paquete de cigarros de su bolsillo. Saca uno.

-Los aprendices- dije obvia - ¿Donde están los demas aprendizes?

Soltó una carcajada llamando la atención de algunos en la cafetería.

-Tu eres la única - contesta después de llevar el cigarro sin encender a sus labios.

Oh dios...esto no puede estar saliendo peor.

Cierro los ojos e inspiro fuerte. Esto claramente no es lo que esperaba, ¿Ahora que haré? no dejare que esto arruine mi sueño de ser una gran artista.

-Y bien - posó su mano en mi rodilla - Vienes a casa.

Lo fulminó con la mirada.

-No me toque e iré.

-Mmm, eso no puedo prometerlo, linda- contesta posando su mano en su propia sien.

No se que hacer, pero si no voy a su casa seria rendirse al obstaluco que Zayn supone para mí. Esta bien...voy a ir con él, voy a dejarle las cosas claras y va a enseñarme arte.

-Usted no va a sobrepasarse más- declaro con frialdad.

Su expresión es dura y su mandíbula se aprieta.

-Por supuesto que no, preciosa- responde con el mismo tono de voz y actitud que yo uso.

Levanto una ceja y lo miro con desafío. Las rodillas me tiemblan pero al estar sentada eso no es un problema.

-Jurelo.

Siento que esta mintiendo en cada una de sus palabras.

-Lo juro.

Miro mi café. Ya no tengo ganas de tomarlo. Ni siquiera se de que tengo ganas porque ir con el me da escalofríos. Trago saliva y justo en ese momento mi teléfono suena. Tomo mi bolso mientras el chico juega con el cigarro sin encender en sus labios y buscó el móvil.

Miro la pantalla del aparato y esta el nombre de Edmond.

Decido no responder, mi novio suele ser uno de los hombres mas celosos que pueden existir.

-¿No lo coges?- pregunta.

-No- respondo maldiciendo el hecho de que las manos me sudan a causa del nerviosismo.

-entonces cuelga y deja de hacer alboroto- declara con autoridad y esta vez me siento intimidada.

Cuelgo sin que el tenga que repetirlo.

Zayn frunce el ceño, entrecierra los ojos y sus labios siguen literalmente arrugados. Me pregunto que estará pensando, pero lo semblante, es algo muy interesante.

-Vámonos- ordena dándose la vuelta antes de dejar una libreta dentro de mi bolso. creo que es el que antes dibujaba en el momento que lo vi.

Cuando él se encuentra de espaldas, sin pensarlo miro que hay dentro de esas páginas

-Ni se te ocurra- menciona leyendo mi mente - es sagrado, lo verás cuando lleguemos a casa...

Resoplo y me acomodo la falda antes de salir tras de él a donde quiera que vaya.