Capítulo {Quatre}

236 3 0
                                    

Luego de una larga caminata, llegamos a un barrio  bastante tranquilo, francés; Cada casa es muy grande y de un estilo colonial, con grandes balcones adornados en flores.

Durante  el trayecto  no dije ni una sola palabra. Estoy algo molesta por el hecho de la gran decepción que me he llevado al no encontrarme con el tipo de persona  que esperaba, pero eso no quita el hecho de que estoy ilusionada.

Estoy a segúndos de entrar en la casa del artista sin rostro.

El mejor de la ciudad o quizás de mundo.

Silenciosamente observo como saca la llave de su pantalón  para abrir la puerta de la gran casa.

-Cuando abra esta puerta, no te atrevas a tocar  algo, ¿entendido? - pronuncia lentamente.

Podía sentir una pista de frialdad en su tono de voz.

-Disculpe,  pero no soy una niña.

¿Quien se creía para tratarme así?

-No dije que lo fueras- dirigió  su mirada hacia mí descaradamente observando mis senos - Una niña no tiene esos atributos, muñeca.

Exhalo  con ira,  no puedo creer lo idiota que es este  hombre.

Si no fuera mi maestro de arte... Ya lo estaría mandando a la mierda.

Tranquila Léa ... Tranquila.

-Dije que vendría con una condición - murmuré seria- usted no se sobrepasaria conmigo.

-Incorrecto - dice con severidad y lujuria en su voz - me dijiste que si no te tocaba vendrías - sonrió.

-Pero...

-¡No! - tomó mi brazo obligándome a mirarlo a los ojos - no te he tocado.

Abrí los ojos como platos, ahora puedo decir que sin dudas... Zayn me da miedo.

-ahora me esta tocando - escupi- y me lastima.

-porqué tú me estas provocando - dijo arreglandoselas para controlar su voz - ahora cierra la boca.

Callé enseguida, no quería seguir provocandolo más, además no se de lo que es capaz.

Rápidamente suelta  mi brazo  y abre la puerta.

Doy un paso dentro de la estancia y me sorprendo de lo grande que es el salón y el hecho de darme cuenta que este sitio no parece  una habitación con uso.

Lo primero que puedo apreciar  es que no hay ningún tipo de mueble.

No hay sofá... Nada.

Solo cuadros de pinturas frescas esperando secarse,  apoyadas en la pared y otras en el suelo de madera sobre grandes pliegos  de periódico.

Una gran necesidad de preguntarle por que no había nada en este salón crecía en mi cada segundo que pasa, pero me contuve.

Todas las  paredes  estaban pintadas  de un blanco invierno.

De pronto mi mirada se sorprende de ver un gran ventanal con cortinas rojas que llegaban hasta el suelo y vuelan con el viento. Son simples, pero sin embargo con muy buen gusto.

-¿Quieres algo de beber? - habla pasando por mi lado llenando la estancia de su aura de misterio, además de su exquisito perfume embriagador.

-Sólo agua,  por favor - lo observé caminar hasta desaparecer por un pasillo.

¿como es que un hombre joven como el puede ser tan exitoso?  ¿vivir en esta gran casa?  Y... ¿sólo?

Me encontraba de pie en medio  del salón mientras  lo esperaba.

Lune á l'aquarelle | Zayn Malik |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora