Epílogo

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―Es hermosa ―dijo él.
Han pasado nueve meses. Y tres días desde que di a luz.
Habíamos llegado a casa y Ángelo nos recibió a los tres con los brazos abiertos.
―Campione, questa é Melanie. Ora sei suo fratello maggiore, quindi dovrai pren derti cura di lei ―dijo Dante.
Y Ángelo besó en la frente a la más pequeña de la familia.
Mi Melanie era preciosa. Se parecía a mí cuando era bebe. Ella era hija del amor que había crecido entre Dante y yo. Y eso tuvo la culpa el camino que escogí cuando murieron mis padres.
Dante y yo miramos a los niños mirarse mutuamente con mucho amor.
Mi marido me abrazó, mientras que agradecía a mis ángeles del cielo por darme lo que había cosechado. Sabía que no había obrado bien en el pasado. Pero sabía que aquello era la recompensa por haber luchado y haber sufrido tanto como lo hice hace tiempo. Tanto en mi vida cuando era joven, como en el presente que viví junto con Dante y su encierro por robar en casa de sus padres.
―Gracias por tanta dicha ―dijo.
Y besándome, me demostró que amaba.
En ese beso me di cuenta de que ese era el paraíso dónde decidí quedarme

FIN.

El Paraiso Dónde Decidí Quedarme (Cicatrices #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora