ᴄᴏɴꜰʟɪᴄᴛᴏꜱ ᴅᴇ ᴇᴅᴀᴅ [ʜᴀɴᴋ]

Capítulo Treinta y cuatro [Una gran idea]

Narradora: Raven Knight

°FECHA: 09 DE NOVIEMBRE, 2038° °HORA: 16:15:52°

Descubriendo temas tan curiosos; a la par de complicados, creía que el teniente Fowler nos llamaba con el propósito de preguntarnos acerca de ellos, sin embargo...

—Están fuera del caso. El FBI se encargará.

—(¿Eh...?).

—¿Qué?. Pero ya tenemos algo bueno. Solo... necesitamos tiempo. Creo que s-

—Hank, no lo entiendes. No se trata de una investigación más, ¡es una guerra civil!. Ya no está en nuestras manos... Esto concierne a seguridad nacional.

—¡A la mierda!. No puedes acabar todo así. ¡No estando tan cerca!.

—¿No dices que no soportas a los androides?. ¿Qué no querías trabajar con nadie?. Ya, Hank, ¡decídete!. ¡Pensé que esto te encantaría!.

—Casi desciframos el caso, sé que podemos resolverlo. Maldita sea, Jeffrey, ¿podrías apoyarme solo una vez?.

—No hay nada que pueda hacer. Regresen a homicidios y el androide que vuelva a CyberLife. Lo lamento, Hank, pero terminó.

Quería expresarme; por primera vez, quise decir aún más de lo que Hank hubiera podido decir ahora, pero sin siquiera darle una señal o algo, tanto Connor como yo dejamos su oficina. Como esperaba, él se veía más que molesto.

—No podemos rendirnos así... —Dijo Connor— ¡Sé que podemos resolver este caso!.

—Entonces, ¿vas a volver a CyberLife?.

—No tengo opción...

—Pues sí la tienes... —Le interrumpí— Ayer la tuviste...

—Detective... Me desactivarán y analizarán para saber por qué falle...

—¿Y si estamos del lado equivocado, Connor? —Le pregunto realizando una pausa— ¿Y si estamos luchando contra personas que solo quieren libertad?.

—Cuando los divergentes se levanten, habrá caos. ¡Pudimos haberlo evitado!. Pero ahora es muy tarde...

—Cuando te negaste a matar a esa androide en casa de Kamski... Te pusiste en sus zapatos. Mostraste empatía, Connor. La empatía es una emoción humana.

—Tal vez no esté calificado para juzgar, pero ambos son unos excelentes oficiales de policía. Y sobre todo, buenas personas...

—Connor... —Susurre conmovida—.

—¡Vaya, vaya!. Aquí llega Perkins, el muy hijo de puta... No pierden el tiempo en el FBI...

—Rendirnos no es opción... La respuesta está en las evidencias reunidas. Sí Perkins se las lleva, todo se acabó.

—¡No tenemos opción!. Oíste a Fowler, estamos fuera del caso.

—Ya no tenemos la autoridad para hacer nada, Connor...

—Tienen que ayudarme —Expresó levantándose de golpe— Por favor. Necesito más tiempo para encontrar pistas en las evidencias. Sé que la solución está justo ahí.

—Escucha, Connor... En-

—Si no resuelvo este caso, CyberLife va a destruirme. Cinco minutos. Es todo lo que quiero.

Antes no me hubiera importado (y apostaba que hasta el mismo Hank también pensaba lo mismo), pero levantándose de su silla...

—En mi escritorio está la llave del sótano...