#𝟱. 𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖 𝘾𝙤𝙣𝙛𝙞𝙖𝙧

369 47 22
                                    

Cuando finalmente asimilaste la idea de que Blake sería tu compañero en el proyecto de música, trataste de múltiples formas cambiar de compañero, pero luego de ser "reprendida" por el maestro de música, no tuviste más opción que aceptar a regañadientes la situación. Llegando a la idea "conjunta" de que ir a tu casa era una buena idea, ambos se limitaron a caminar en silencio hasta tu hogar uno al lado del otro.

—¿Y... cómo te fue en tus clases hoy?. —Preguntaste, intentando formar alguna "conversación" entre ambos—.

—Bien.

—Oh... —Murmuraste, enfocando la vista en el camino— Eso es bueno...

Pasados unos cuantos minutos de caminata, finalmente, ambos llegaron a su destino. Antes de que pudieras procesar lo que sucedía, una gran bola de pelos color crema salió disparada hacia Blake, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar, cayendo al suelo.

—¡Molly, no!. —Gritaste su nombre, tratando de agarrarla tras la espalda. Recordabas decirle a tu mamá que la dejara en el patio, entonces, ¿qué hacía aquí?— ¡Mala chica, mala!.

Entrando en pánico, no sabías si bebías llamar a tu mamá para que te ayudara, o tal vez salir corriendo en busca de algo que sirviera para distraerla. Pero justo cuando dabas todo por perdido, una risa inesperada captó tu atención.

—Q-Que linda es... —Decía entre risas. Era la primera vez en todo este tiempo que lo escuchabas reír— ¿Se llama Molly?.

—¿Q-Qué?. O-Oh, s-sí... Se llama Molly.

¿Se lo pusiste tú?—Te pregunto, acariciando su pelaje, aún sin levantarse del suelo—.

—E-Em... sí.

—Es un lindo nombre.

En ese instante, viste de reojo a tu madre venir corriendo en busca de Molly. Después de unas apenadas disculpas por lo ocurrido, ambas se retiraron hacia el patio, dejándolos solos. Sin decir una palabra, Blake se levantó del suelo por sí mismo.

—Bueno... —Dijo con una sonrisa. Una que te embobó por completo— ¿Empezamos?.

°FECHA: 06 DE NOVIEMBRE, 2038° °HORA: 09:29:18°

Apenas abriste los ojos, no pudiste evitar cerrarlos de nuevo. Desde aquel suceso, habías tenido problemas para dormir. Tu médico de cabecera te había ofrecido una solución en forma de pastillas, pero con cada día que pasaba, sentías que su efecto se desvanecía poco a poco.

Sentías una presión en tu pecho.

—¡Raven!.

Nada más escuchar tu nombre, pegaste un salto.

—¿¡Q-Qué sucede!?. —Preguntaste alarmada—.

—Lo lamento. —Se disculpó Alan— Pero le estaba llamando hace unos minutos y usted lucía... en trance.

—Oh... Lo siento...

Siendo técnicamente tu "sirviente", Alan sabía muchas cosas sobre ti -algunas que le habías contado tú misma, otras que había escuchado de tus padres- pero eso no hacía la situación menos incómoda. Sin decir una palabra, este se sentó en el borde de tu cama, un gesto que no esperabas en absoluto.

—Yo... creo que usted es bastante fuerte.

—¿Disculpa...?.

—Se que, desde aquel incidente, su estado emocional se vio gravemente afectado... —Se explicaba, ahora mirándote a los ojos— Pero, aun así, usted se ha esforzado todo este tiempo por demostrar que es capaz de sobreponerse a cualquier obstáculo.

ᴄᴏɴꜰʟɪᴄᴛᴏꜱ ᴅᴇ ᴇᴅᴀᴅ [ʜᴀɴᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora