evil adventures. [satzu]

día perfecto

Después de que Sana y Tzuyu buscaran en su armario algo que la visita pudiera usar, las cuatro se sentaron en el sofá mientras la otra pareja se iba a la habitación de Chaeyoung para darles un poco más de espacio ya que la pequeña coreana sentía que lo necesitaban.

— Entonces deberíamos organizar algo para que nuestros padres conozcan a Jeongyeon y Tzuyu —dijo Sana rodeando la cintura de su chica y dando un sorbo de vino a la copa que compartían, no solían beber mucho.

— Respecto a eso, lo tuve en mente desde que me contaste de Tzuyu —dijo Momo buscando algo entre el bolsillo de su abrigo que estaba colgado en otra parte de la habitación para luego regresar mostrando una pequeña tarjeta la cual la demonio tomó algo dudosa.

— ¿Qué es esto?

— Sólo leelo diablita...

Tzuyu miró el pequeño papel por encima del hombro de su novia un tanto confundida, dándose cuenta de que en realidad se trataba de la invitación para una boda.

— ¿Mina y Nayeon se casan? —cuestionó impresionada pero feliz.

— ¿Quiénes son ellas, Sha?

— Nuestras madrinas y en realidad llevan algunos siglos juntas pero nunca se habían casado, supongo que encontraron el momento perfecto, es algo pequeño y familiar, y también supongo que sería una ocasión asombrosa para presentarlas con nuestros padres. —Contestó Momo entrelazando su mano con la de su novia mientras le regalaba una sonrisa melosa que fue correspondida por la otra chica.

Sana le sonrió a Tzuyu dándole un pequeño beso en la frente.

Unas horas más tarde la pareja se había marchado y ellas ya se encontraban metidas en la cama, listas para dormir.

— Momo es muy agradable, se nota que te quiere mucho.

La demonio se sonrojo.

— Si, ella me sigue cuidando y queriendo aunque se haya ido del inframundo hace tanto tiempo... También le agradaste. —le aseguro.

— ¿Y crees que le agrade a tus padres? —balbuceo sintiéndose triste mientras empezaba a hacer trazos sin sentido en el brazo de la otra y su triste mirada caía en cualquier parte de la habitación que no fueran los ojos de Sana, no creía poder lidiar con ese rechazo de nuevo— No sé muy bien como sean las cosas en el inframundo, pero me contaste que el matrimonio de tus padres fue una locura...

Sana tomó su mentón e hizo que sus miradas se encontraran, los ojos de Tzuyu brillaban a causa de las lágrimas y Sana sintio una pequeña punzada en el pecho.

— ¿Ellos que importan? —dijo con algo de molestia, Tzuyu iba a reprenderla pero siguió hablando— Eres mi novia y estamos juntas para afrontar todo, ¿Qué importa lo que piensen los demás de nosotras? Solo somos tu y yo, contra el mundo, el inframundo, el cielo y el maldito universo entero. Te amo Chou Tzuyu y nada ni nadie me impedirá hacerlo...

Tzuyu a ese punto ya estaba derramando lágrimas, se aferro fuertemente a Sana y beso su mejilla. Sana la abrazo y limpio todas sus lágrimas hasta que la chica se tranquilizo, luego le sonrió avergonzada.

— ¿Qué? —su semblante cambió y se preocupo por la repentina expresión de su chica

— Dijiste que me amas...

Tenía razón, y era la primera vez en todos sus meses de relación que alguna de las dos lo decía.

El coraje dentro de la demonio desapareció y sus mejillas empezaron a arder al recordar las palabras que había pronunciado antes.

— Si, lo hice...

— ¿Cómo se supone que deba manejar todas mis emociones ante eso? ¡digo, maldición dijiste te amo Chou Tzuyu!

— En verdad lo hago, te amo mucho... —mordió suavemente la mejilla de la contraria escuchando como la taiwanesa reía por lo bajo.

— Bebé. —la llamo después de unos momentos en silencio.

— Dime, mi amor...

— Te amo...

Sana hundió su rostro en la almohada y Tzuyu solo pudo acurrucarse en su pecho, ambas riendo de una manera avergonzada sintiéndose como un par de adolescentes enamorándose por primera vez.