I Crave You. (Hotch/Reid/Lucifer)

21

Soy el primero en llegar a las oficinas de la UAC esta mañana. Me preparo un café con abundante azúcar para poder despertar bien, y me ubico en mi escritorio con la intención de comenzar a poner en orden todo el papeleo que me espera.

Mientras bebo la bebida caliente con tranquilidad, me concentro en las carpetas apiladas sobre la mesa. Me sobresalto al sentir una mano sobre mi hombro de repente. Cuando levanto la mirada, me topo con el sonriente rostro de Elle, quien se encuentra parada justo a mi lado. Estaba tan ensimismado en mi tarea que ni siquiera escuché sus pasos acercándose.

—Levántate, guapo, déjame darte un abrazo —me dice, sin borrar esa bonita sonrisa.

Me levanto de mi sitio, un tanto apenado, y dejo que me envuelva con sus brazos en un efusivo abrazo. Correspondo, aunque un tanto incómodo y dubitativo, pero con una cálida sensación al sentirme apreciado.

—Esto es para ti —dice al separarnos, tendiéndome un pequeño paquete rectángulo—. Feliz cumpleaños.

—Gracias, Elle —le sonrío tímidamente y cuando tomo el obsequio se que se trata de un libro, aunque no he rasgado la envoltura.

Rompo el papel de color rojo, expectante, y entonces me encuentro con la portada del libro, que lleva el título; "La Naranja Mecánica" de Anthony Burgess. Miro a Elle con una ceja arqueada, pues recuerdo nuestra conversación acerca de esta obra.

—Dijiste que nunca habías visto la película, y pensé que te interesaría más leer el libro, así que... —se encoje de hombros en gesto resuelto—. Disfrútalo —me guiña un ojo antes de dirigirse a su escritorio.

Me siento en mi lugar nuevamente, dejando el libro sobre mi mesa, y entonces Morgan hace acto de presencia.

—¿Te divertiste anoche? —me pregunta con una sonrisa traviesa en el rostro.

—Algo así —contesto, como si no fuera la gran cosa, mientras hago el mayor intento por mantener un rostro inmutable al recordar lo sucedido con Lucifer.

—Apuesto a que ver la trilogía del Señor de los Anillos, mientras te atragantas con dulces toda la noche fue muy emocionante —se burla, dedicándole a Elle una mirada cómplice. Ella sólo nos observa desde su puesto, sonriendo.

Bueno, si estuve atragantándome toda la noche, pero no precisamente con dulces. Una sonrisa avergonzada emerge en mis labios con ese pensamiento, y puedo notar que Morgan y Elle se miran confundidos por mi reacción. Tendrán que quedarse con la duda.

—Ahí está mi chico maravilla —esa voz tan entusiasta sólo puede pertenerle a un persona.

Me giro en mi silla sólo para ver como la querida García camina con pasos presurosos hasta mí.

—¿Eso es para mí? —pregunto casi como un niño pequeño al ver el plato de galletas que trae en una mano.

—¡Por supuesto! Pero antes ven aquí.

Ni siquiera me da tiempo a levantarme bien, cuando ya la tengo medio asfixiandome con un abrazo de oso. Puedo ver por sobre su hombro la forma en que Morgan suelta una risita divertida ante la escena.

—Eso fue intenso —murmuro cuando logro liberarme de sus fuertes brazos.

—Las hice yo misma con mis manitas, especialmente para ti, feliz cumpleaños encanto —pronuncia, con una deslumbrante sonrisa, al tiempo que me ofrece las galletas.

—Muchas gracias —tomo el presente, con gran entusiasmo.

—Oye, nena, espero recibir algo similar en mi cumpleaños, o me pondré muy celoso —comenta Morgan, cruzando los brazos sobre el pecho, fingiendo extrema seriedad.