Después de pasar por un traumático evento, el Dr. Spencer Reid comienza a padecer un inevitable TEPT. El Agente Especial Supervisor Aaron Hotchner nota el cambio en el comportamiento de su subordinado y decide ayudarlo a superar su conflicto.
Se rep...
Ese día, la tranquilidad de la mañana se había disipado cuando Hotch recibió una llamada de JJ avisándole que Foyet había escapado de prisión. Eso fue suficiente para que se me fuera el apetito por completo, por lo que dejé mi desayuno a medio comer, igual que Aaron.
Con el pasar de los días, las cosas se mantuvieron tranquilas. El hecho de que el rostro de Foyet estuviera en todos los medios de comunicación, ayudó a que mi preocupación menguase un poco. Trataba de mantenerme positivo, pensando en que pronto sería capturado nuevamente. Era la única forma de no perder la calma por completo.
Salgo del metro, casi corriendo, pues mi reloj de pulsera me indica que voy un poco tarde. Esta mañana se me pegaron las sábanas y no es para menos, teniendo en cuenta que anoche me desvelé en una extenuante sesión de sexo telefónico con mi novio.
Cuando por fin consigo llegar al edificio, me apresuro directamente hacia la sala de conferencias. Todos me miran perplejos al verme entrar por la puerta, con una palabra de disculpa por llegar tarde. Comienzo a ponerme un poco nervioso cuando ninguno pronuncia ni media palabra, y me miran atentamente como si fuera un mono en pañales.
—Wow, te ves fabuloso, chico maravilla —García rompe el silencio con una amplia sonrisa.
Y es que este fin de semana decidí visitar una peluquería para un nuevo corte de cabello. No se lo comenté a Aaron, así que para él también es una gran sorpresa verme así, su expresión lo delata. Simplemente le sonrío brevemente, sin saber muy bien qué se le está pasando por la cabeza.
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—¿Qué? ¿Tienes una banda pop? —suelta Morgan y todos ríen.
Seguidamente, JJ continúa con la presentación del caso. Me tenso cuando me entero que el escenario para hoy no es otro que Los Angeles. Bueno, que esté en la misma ciudad que cierto extravagante y apuesto hombre no significa que vaya a verlo. Y no es que no quiera, es que no debo, por el bien de mi relación con Aaron. Ni siquiera debería estar pensando en eso.
Ya en el avión, decido tomar la iniciativa y me siento a su lado. Derek esta justo al lado, por lo que me siento un poco incómodo con la situación, pero a Hotch no parece importarle en absoluto.
—¡Que cambio! —me sonríe sin dejar de observar mi cabello.
—¿Te gusta? —inquiero, con cierta timidez.
—Por supuesto, a ti todo te sienta bien —asegura, acariciando mi rostro con el dorso de la mano. Desvío la mirada, ruburizado.
Entonces me encuentro con la inquisitiva expresión de JJ, mirándonos con extremada atención y asombro. Me sonríe ligeramente, antes de volver hacia la revista que tiene entre manos, como si no hubiera visto nada. Me pone un poco nervioso que más personas sepan de nosotros ahora, aunque a Hotch parece no incomodarle. Sé que son nuestros amigos, pero aún así el miedo de que no se lo tomen tan bien siempre está presente.
