capítulo 36

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Will

"Pásame el cuenco, imbécil. Deja de acapararlo" me acerqué al suave sofá verde y sumergí la mano en el cuenco de palomitas. Para ser un chico tan delgado, Aaron seguro que comía toneladas de palomitas. Me sacó la lengua y observó mi mano con atención, asegurándose de que no cogiera demasiado. Agarré un puñado enorme para cabrearle.

Tiró de sus labios en una línea apretada y me hizo una mueca. Le hice una mueca de beso y me lanzó una palomita a la cara. Sin embargo, por desgracia para él, su puntería era demasiado buena y se me metió en la boca abierta. Mastiqué la palomita triunfalmente, con una sonrisa en mi rostro.

"Eres terriblemente malhumorado para alguien que está sentado en mi sofá en mi apartamento, comiéndose mis palomitas" le quité el cuenco y puse la cabeza en su regazo, en lugar de las palomitas. Él todavía estaba frunciendo el ceño, infeliz de que quitara la comida de su posición anterior.

"Que te follen a ti y a tus palomitas" me reí entre dientes y dejé el cuenco de palomitas en mi pecho, para que pudiera acceder a él fácilmente.

"Eres bienvenido en cualquier momento. Aunque no veo cómo las palomitas de maíz encajarían en esa ecuación" bromeé. Para eso estábamos juntos al menos, por sexo. Solo sexo y sexo. Al menos eso era lo que habíamos acordado al principio. Sentía que nuestra relación estaba creciendo a partir de eso. Eso esperaba. Aaron me gustaba mucho.

Aaron finalmente sonrió y me dio de comer unas palomitas. Probablemente parecía un perro que aceptaba un regalo cariñoso de su dueño, pero por el momento no me importaba. Mastiqué las palomitas que me metió en la boca y abrí la boca para que me metiera más.

"¿Sabes? Todavía no hemos recorrido todo el camino" agarré el cuenco en mi pecho y extendí la mano por encima de mí para deslizarlo en la boca de Aaron. A propósito, cogió mi dedo índice entre sus labios y lo chupó. Tragué saliva.

"Soy consciente. Y hasta que no nos pongamos de acuerdo sobre quién va a ser el activo, no va a pasar" fruncí mi labio inferior en un puchero. Habíamos discutido sobre quién iba a ser el pasivo, lo que ninguno de los dos quería hacer. La alegría estaba en ser el activo. Ofrecí que simplemente nos íbamos a turnar, pero luego estuvimos indecisos sobre quién iba a ser el primero. Honestamente, estaba tan desesperado en este momento que le dejaría ser el activo primero, pero eso significaría defraudar mi orgullo. Y no iba a hacer eso, sería un insulto a mi honor. Yo sonreí.

"Podríamos lanzar una moneda" ofrecí. Las pocas mamadas que nos hacíamos no eran lo suficientemente satisfactorias. Ahora mismo teníamos un promedio de dos al día y todavía quería más.

"¿Estamos ansiosos?" bebió un sorbo de la bebida en mi taza, mostrando sus labios alrededor del borde del vaso. Me incliné un poco y él inclinó el borde de la taza en mi boca. Tragué y me tumbé.

Tomó un respiro.

"Creo que voy a esperar hasta que te desesperes tanto que me rugues que yo sea el activo" una pequeña sonrisa amenazó con aparecer en sus labios. Le fruncí el ceño.

Ajuste mi cabeza para estar más arriba de su pierna, justo encima de su leve bulto. Vi tensión en la mandíbula de Aaron y sonreí inocentemente.

"Eres un bastardo cachondo, ¿no?" se rió. No era una pregunta "Cuando acepté esto, no pensaba que sería un trato de veinticuatro horas, siete días a la semana"

Moví mi cabeza contra él, el bulto se endureció.

"No estoy tan necesitado" me quejé.

"Te he hecho una mamada hace tres horas" argumentó. Era cierto, me chupó en mi cama. Y en la ducha un par de horas antes.

17 BLACK (l.s) españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora