Sonó la campana de salida y comenzó el bullicio de los salones al salir todos los alumnos a los corredores. Es un cansancio que apenas sea el primer día de clases y ya tenga como tres trabajos de cada materia, sin mencionar lo del sermón con el señor Robinson. Recogía mis lapiceros mientras que Evanghelin estaba muy entretenida tarareando con su teléfono en mano revisando su perfil en instagram.
—Ya termine ¿nos vamos?
Parándome de mi asiento me quede esperando por mi amiga. Esta sin despegar la vista de la pantalla tomó su mochila; cuando por fin hizo contacto visual conmigo sonrió y cambió su gesto en un dos por tres por uno de disgusto.
La mire confundida con el ceño un poco fruncido, ella me hizo señas con los ojos y voltee a ver quién era… o mejor dicho que era. Nada más y nada menos que la Boa Constrictor acercándose con su exagerado movimiento de cadera, debe tener suerte de que no se le disloque y un hecho muy, muy curioso llamó mi atención en su exagerado andar, cosa que hizo surgir una pregunta así como una epifanía, ¿no se le romperá la falda? La tiene demasiado apretada casi que le corta la circulación.
— ¡Hola chicas! Me alegra verlas otra vez —dijo moviendo exageradamente su melena.
— ¿Qué quieres?
Evanghelin pregunto tan tajantemente que la hizo sorprenderse.
— ¡Ay! Pero que agresiva, alguien se levantó del lado equivocado de la cama. En fin. No importa. Solo venía a decirles que por ser nuestro último año y como hay personas nuevas voy hacer una fiesta en mi casa para dar la bienvenida y todos están invitados.
No sé que me irritaba más si su voz chillona o el pedazo de lechuga que tiene en el diente…espera ¿desde hace cuanto lleva eso allí? ¡qué asco! realmente no quiero saber la respuestas, muchas gracias, nada mas su aspecto me irrita como una basura en el ojo.
—Vale gracias por tu invitación, lo tendremos en cuenta.
Contestó mi amiga con sonrisa fingida, pero sus ojos decían mátate, yo solamente me limité a sonreír en respuesta para que nos dejara en paz y se fuera pronto.
— ¡Genial! las estaremos esperando.
Terminado su trabajo, dio un brinquito entusiasmado, se dio la media vuelta y ¡aleluya! Por fin se fue. En la entrada del salón la esperaba una de sus tantas presas, está bajo contoneándose por el camino, respiramos al fin aliviadas, su sola presencia nos asfixiaba, se le podía sentir la hipocresía a millas como un humo contaminante.
— ¿Y a esta que bicho raro le pico? —Preguntó Evanghelin mirándome con la incertidumbre dibujada en su cara.
—Ni idea, siempre que hace sus dichosas fiestas nunca nos invita y menos en persona.
Créanme, cuando digo esto no es ninguna exageración. Todos los años era lo mismo, tanto al principio como al final, ella realiza una fiesta gigantesca solo para hacerse “amiga” de los nuevos o solamente buscar carne fresca o simplemente hacerse notar, cosa que con su manera de vestir no le cuesta nada.
—Ya es la hora, tengo hambre, vámonos de aquí yo te llevo.
Mostro las llaves de su auto entre sus dedos como un trofeo haciéndolos tintinear.
—Evanghelin ¿Cuándo tú no tienes hambre? Piensa lo que te dije, puede ser que de verdad tengas un agujero negro allí escondido.
Ignorando mi comentario, me sujetó de los hombros dándome la vuelta y sacándome fuera del salón a empujones.
—No creas que con tus argumentos me podrás fastidiar, además, ¿Quién es la que tiene auto y te puede llevar a tu casa sin caminar?
Pensándolo mejor le sonreí cariñosamente.
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Rivales?
Fanfiction"No te metes en mi vida no me meto en la tuya, no tocas mis cosas no toco las tuyas, no existes no existo, simple y sencillo" Adara y Ho Seok se enfrentaran a un nuevo estilo de vida donde tendrán que vivir juntos. Su padre se casara con su madre cr...