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~Capitulo 13~

Richard

Una hora después de mi reunión con la secretaria del director (ya que éste nisiquiera se dignó a venir) salgo disparado hacia el estacionamiento ya que la lluvia no ha dado tregua alguna, ya refugiado en mi cálido y familiar auto me decido a conducir hacía mi no tan lejano hogar. No pasa mucho y saliendo de las inmediaciones del instituto puedo verla, abrazabdoce a si misma allí estaba: en una parada de autobús sola, y completamente empapada por aquella torrencial lluvia.

No lo dudo y acelero frenando justo a su lado. Bajando la ventanilla digo:

—¿Que hace tan sola Emilia?

—Profesor.. -suspira- estoy esperando el autobús.

—Suba Emilia, se está empapando.

—Pero Profesor... estamos cerca del instituto.

—Suba. -dije con autoridad y ella obedece.

—Gracias Profesor. —me agradece mi querida alumna desde el asiento trasero.

—¿Porqué no volvió con sus amigos Emilia?

—Me iban a interrogar por mi participación en clases, no quería dar explicaciones y..

—Se escabulló y prefirió mojarse a ir con ellos. Lo capte Emilia.

—Eso fue lo que pasó Profesor.

—Bien. -me quité mi sudadera y se la tendi-. Es para usted, usela.

—Estoy mojada Profesor.-murmuró mientras yo comenzaba a conducir.

—Lo sé Emilia. Hágalo. -mi querida alumna asiente y se dispone a quitarse su suéter y ponerse el mío.

Los minutos pasan y con él el agradable silencio entre ambos junto con el reconfortante calor de mi auto. No pasa mucho, es cuestión de algunos cuantos minutos para que estemos en mi gran hogar. Al salir del auto tomo a Emilia por los hombros y bajo mi paraguas corremos hacia la entrada.

—Bien, le buscaré algo Emilia. -dije ya dentro de mi hogar.

—Esta bien Profesor, así estoy bien, sólo espero a que pase la lluvia y vuelvo a mi hogar.

—¿Emilia se acaba de escuchar?

—Am.. si.

—Emilia, no está a discusión, usted va a ir a mi cuarto tomará una ducha caliente y se cambiará a ropa seca. Y no acepto un "no" por respuesta.

—Pero Profesor.. yo no..

—Le dije que fuera del instituto soy Richard.

—Richard, no traje ropa.

—Eso no es ningún problema, le doy una mía y mientras la suya se seca.

—No sé si sea conveniente..

—Ven Emilia, te enseño el baño.

En medio de un suspiro Emilia acepta.

—Esta bien.

[...]

Emilia

Es cuestión de minutos y el Profesor me deja el baño listo.

—Listo Emilia, el agua está ideal, allí está el shampoo, esas son las toallas y aquí está la ropa. -me deja una pila de ropa-. La dejo.

—Richard...

—Dime.

—Gracias.

—Te espero afuera con un chocolate caliente.

Sin más abandona el baño y la habitación.

—Okey.. -suspire- esta todo bien Emilia, estas en la casa de tu profesor empapada, apunto de ducharte en su baño y usar su ropa, todo esta bien. ¡claro! Super normal.

Luego de no saber que hacer ni decir, decido darme una reconfortante ducha, creo, y cabe destacar que incluso me he pasado, perdí la noción del tiempo pero definitivamente me sentía mucho mejor que cuando entre aquí. Estaba calentita y muy relajada. Ya duchada me dispongo a vestirme, claro, la situación no era muy común así que tenía unos pantalones enormes, una gran remera, un bóxer de hombre, y por ultimo un cinturón, definitivamente ese cinturón me salvaría ya que todo (debido a mi pequeña estatura y cuerpo) me quedaría bastante grande. Ya vestida decido salir de aquel baño.

No tardo mucho en encontrar al profesor ya que estaba en la cocina, y como me había dicho me esperaba con una gran taza de chocolate caliente, por poco y se me hace agua la boca, él también se había cambiado y traía otra ropa.

—Nuevamente gracias por traerme y por la ropa Richard.

—No tienes nada que agradecer Emilia, tu has hecho lo mismo, dos veces.

—Le dije, hice lo que...

—Cualquier persona haría. Lo sé Emilia. Ahora tome asiento, el chocolate se enfría. -con una media sonrisa asiento.

Pasamos unos minutos en completo silencio ¿y les soy sincera? No fue para nada incómodo, solo él, yo, y el sonido de la lluvia, nada más.

—Emilia..

—Dime Richard.

—Me gustó su participación en clases hoy. Fue... genial, la mejor de todas sin duda alguna.

—Bueno, muchas gracias. -hago silencio por unos segundos luego digo- ¿y tu? ¿Que es lo que piensas de aquel libro?

—¿Yo? ¿De Lolita?

Asiento.

—Bueno, diría que estoy en sincronía contigo, mucho de lo que dijiste allí es lo que pienso.

—Me alegra que pensemos de igual manera Richard.

Lo siguiente me ha dejado boquiabierta, y creo a ustedes también. Richard deja su asiento para venir a mi lado, hace que me voltee y quedamos frente a frente.

—¿Quién eres Emilia Smith?

No necesité más, el corazón se me acelera casi instantáneamente con aquella pregunta y no lo dudo, sin más lo beso. Un beso salvaje, rápido, sin tiempo alguno al romance y él no lo rechaza es más lo recibe gustoso.

—Es normal que me guste alguien más joven que yo, es normal que me atraiga alguien más joven que yo, es normal que te desee. -masculla mi querido profesor en medio de ese fogoso beso.

Y así señores es como comienza todo esto, así es como mi aparente vida tranquila es cambiada por una de pasión y locuras.

Lᴀ Fᴀᴠᴏʀɪᴛᴀ Dᴇʟ Pʀᴏғᴇsᴏʀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora