He Xuan fue un poderoso General que obtuvo numerosas victorias mientras vivía en las fronteras, pero a cambio de su fama y poder, perdió a su familia y prometida durante una invasión extranjera. Sin deseos de vivir decide abandonar el ejército y me...
Levemente, la expresión de He Xuan mostró un asombro. El emperador no era alguien a quien se podía ver con facilidad, además Shi Qing Xuan lo hacía sonar como si pudiera ingresar al palacio como quisiera. Recordó una cosa y una sombra oscura cubrió sus ojos —No te vista así de nuevo.
Shi Qing Xuan tardo un poco en entender a qué se refería y divertido comento —Su majestad sabe que soy un hombre no es necesario que me disfrace.
He Xuan se le quedó mirando fijamente, luego se levantó y extendió su mano para ayudar a Shi Qing Xuan a levantarse. Sus manos se entrelazaron de forma natural, aunque todavía estaban frías a causa de agua, al tocarse el calor comenzó a fluir por sus dedos.
—Ming-xiong no te preocupes. No se atreverán hacer nada delante de su majestad. El Emperador es benevolente, pero esta bofetada en su cara no la dejará pasar.
Shi Qing Xuan solo dijo eso para tranquilizar a He Xuan. La mano que sostenía sus dedos estaba impartiendo fuerza como si no quisiera dejarlo ir, además, aunque creía que era su imaginación creyó percibir que temblaba y no por el frío.
Su corazón se sintió cálido al sentir su preocupación y esa dulzura se extendió por todo su cuerpo provocando que sus latidos se tornaran rápidos irregulares.
"¿Eh?" "¿Por qué?" "El veneno todavía está haciendo efecto"
Un poco confundido, deslizó sus manos lentamente y cuando levantó sus pestañas se encontró con los ojos de He Xuan. Ya no eran tan gélidos y despiadados como en su primer encuentro, se habían vuelto suaves cuando lo miraba.
—Gracias, Ming-xiong —Le sonrió.
Siendo iluminado por el ocaso, la sonrisa de Shi Qing Xuan resplandeció. Aunque sus cabellos estaban húmedos y pegados a su frente, le daban una imagen más fina a su rostro y toque de inocencia.
He Xuan se perdió en su sonrisa e involuntariamente recordó el toque suave de su labios al darle la medicina y toque de hace poco cuando le dio aire. La sangre que recorría su venas se tornó caliente, un pensamiento cruzó su cabeza, pero no lo llevó a cabo. Solo le dio la espalda a Shi Qing Xuan y comenzó alejarse.
Shi Qing Xuan vio cómo lo dejaba atrás y recordó una cosa—¡Espera Ming-xiong! No tengo forma de regresar.
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El emperador de Liang, todavía era joven y sabio. Asumió la corona cuando solo tenía dieciocho años y desde entonces el país ha vivido en prosperidad, sin embargo, durante los último diez años las guerras envolvieron el continente y las batallas en las fronteras se intensificaron lo que lo llevaron a combatir en muchas de ellas haciéndose famosos en poco tiempo debido a su ferocidad , pero al alcanzar la edad de cuarenta, los ministros a suplicaron que no fuera más, sin más opción tuvo que dejar que generales más jóvenes se hicieran un nombre en la guerra mientras permanecía seguro en su palacio. Aquello lo desmotivó bastante, pero no fue negligente, todavía cumplía sus deberes como gobernante, solo que el tiempo que se tomaba para los descanso se prolongaba con el tiempo, también fue considerado con los soldados al conocer la dificultades de la guerra lo llevó a beneficiar al guardia imperial y hacer vista gorda de algunos crímenes cometidos por el ejército imperial.
