Capítulo 3

45 8 0
                                    

Aeropuerto. Moscú, Rusia 3:04 Am

Un joven omega salía del aeropuerto con una maleta en su mano derecha y un celular sobre su oído, este fruncía el ceño dando a entender su molestia.

—¡Lo lamento, joven Haku! Pero el amo Hajime nos ordenó dejarlo a su suerte.

—¡¿Entonces dónde me quedaré?!

—Esa es su responsabilidad, le deseo suerte jove...

Haku había dejado al subordinado de su padre a medio hablar, metió su celular en el bolsillo de su pantalón y se dispuso a buscar un lugar donde quedarse.

—Mierda... no conozco el lugar y mucho menos un hotel; maravillosa tu vida Haku, simplemente maravillosa.

Se decía a sí mismo con sarcasmo, soltó un suspiro y nuevamente emprendió su búsqueda de algún hotel, el día comenzó a correr y finalmente a las 6:00 am encontró un lugar donde quedarse.

—¡Finalmente lo logré!

Dijo mientras se aventaba a la cama del hotel, era un milagro que su padre no cancelara sus tarjetas, después de todo era un inútil omega que solo había traído vergüenza a la familia Shojiki.

—¡Debo dejar de pensar eso!

Haku sacudió su cabeza, intentando alejar aquellos pensamientos, les demostraría que un omega puede hacer lo mismo o mejor las cosas que los alfas y betas hacen.

—Y finalmente dejaré de ser el hijo inútil de padre, podré enamorarme, ser una familia junto a aquella persona y... al final ser feliz.

Cerró los ojos, imaginando una hermosa vida, tal vez... si fuera alfa o al menos beta, su padre no lo miraría con tal desagrado, hubiera tenido una vida feliz, pero el hubiera no existe y tampoco es posible controlar al destino.

Sonrió levemente, una lágrima cayó en la colcha de la cama, una débil risa sonó en la habitación, proveniente del joven omega.

"Seguramente primero seré vendido o estaré muerto antes de encontrar mi vida feliz"

Sollozos acompañados de lágrimas, el cuerpo del joven recostado sobre la cama, manteniendo sus ojos cerrados; la vida era irónica, unos tenían suerte de ser amados y otros, como él, solo miraban de lejos a aquellos que estaban siendo amados, los envidiaba, quería su lugar, ser amado, recibir cariño y tener a alguien que lo apoye.

En un mundo donde el omega tiene tantos estereotipos, él quería sobresalir, darle un golpe a todos aquellos estereotipos, ser libre, libre de la sociedad que lo tiene encadenado y volar, volar lo más lejos posible.

Encontrar a más personas como él y darles un hogar, uno que nunca pudo tener, solo soñar con él.

Saki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora