Capítulo 5

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—Mira, tiene lindas pestañas.

—Sus labios tienen un color rosado muy lindo.

Unas dulces risas infantiles sonaron en el lugar, más comentarios de su aspecto seguían saliendo de las bocas ajenas, con gran pesadez comenzó a abrir sus ojos, soltando con suspiro cansado.

—¡Hermano!, ¡Hermano!, ¡Ya despertó!

Gritó una de las féminas menores, llamando su atención y la del que parece ser el hermano mayor de las niñas, este se acercó lentamente, comprobando que todo estuviera bien con él.

—¿Cómo te sientes?

La melodiosa voz del Omega contrario endulzó sus oídos, algo dentro de sí se removió de felicidad, a sus ojos aquel Omega peli-castaño era hermoso, con aquel pensamiento el terror invadió su ser ¿Podría ser que...? Eso no podría ser posible, lo matarían si eso era cierto.

—Bien

Dijo con un hilo de voz, desviando su mirada de la del castaño, algo decía que si lo seguía mirando, aquel sentimiento seguiría creciendo, no podía, no debía crecer.

—Soy Alexey ¿Cómo te llamas?

El peli-castaño le sonrió, esperando a que el ojinegro respondiera la pregunta, algo en aquel Omega castaño le provocaba felicidad y calidez.
—Me llamo Haku... gracias por ayudarme.

Se inclinó levemente, dando las gracias de manera respetuosa, el rosa pintaba sus mejillas, una suave risa caramelizó su ser, Alexey estaba riendo, no era gruesa ni tan aguda, era perfecta, tomó una foto mentalmente y la guardó en lo más profundo de su ser.

—Lo siento, eres lindo cuando te sonrojas.

Haku sintió su rostro arder, el rojo predominaba en su cara, desvió la mirada avergonzado, su corazón latía con fuerza, estaba feliz, el poco tiempo que lleva conociendo a aquel Omega fue el suficiente como para saber que se había enamorado de él.

Algo que estaba mal socialmente, pero para él era la felicidad hecha persona.

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