La cálida sonrisa que Alexey le profesaba, hacía que su corazón se revolcara en felicidad, la cual por obvias razones no lo diría en voz alta.
—Ya que estás despierto, iré preparando la comida.
El ojiverde salió calmadamente de la habitación, siempre bajo la atenta mirada de Haku hasta que cruzó el marco de la puerta.
"Dios, estoy loco"
Haku inmediatamente puso sus manos sobre su rostro, ¿En qué estaba pensando?, lentamente se levantó de la cama, temblando ligeramente ante el frío que golpeó su cálido cuerpo, abrió la puerta de aquella habitación, asomando su cabeza hacia el pasillo.
—¿Qué haces?
Una tierna voz sorprendió al Omega, una de las niñas lo observaba detalladamente, sentía que podía ver a través de él y eso lo asustaba.
—Quería estirarme, pequeña.
Haku le dedicó una cálida sonrisa a la menor, quien le devolvió la sonrisa al instante, el corazón del omega se llenó de una extraña calidez.
— Ven, mi hermano me mandó a buscarte.
La pequeña tomó la mano del pelinegro, guiándolo al comedor de la casa, grande fue la sorpresa al ver a Alexey poniendo la mesa junto a la otra gemela, la menor que tomaba su mano fue directo al Omega castaño, llamando su atención.
—Hermano, ya lo traje.
—Muchas gracias, Ania.
Alexey le revolvió su cabello, haciendo reír a la Beta menor, que se dirigió a un lado de su hermana, mientras el Omega castaño y el pelinegro hablaban.
—Bela
La Beta castaña llamó la atención de su gemela, haciendo que esta volteara a verla ante su llamado.
—¿A qué huele Haku?
La alfa menor olfateó un poco a su alrededor antes de contestar.
—Vainilla.
Dijo Bela, por lo bajo, casi un susurro, antes de ser interrumpida por Alexey, llamándolas a sentarse a la mesa para poder comenzar a comer.

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Saki
Fantasía-¡Suéltame! ¡Lo voy a perder! ¡Por favor! Abundantes lágrimas escurren por sus mejillas, lo estaba perdiendo, no dejaría que lo abandonara, con movimientos agresivos intentaba soltarse de los brazos ajenos y estos cada vez ejercen más fuerza, hacién...