13

2.3K 190 88
                                    

Realmente necesito un respiro. Estoy de compras con Zero... Saldremos mañana a Italia a encontrar a mis padres perdidos... Neh, solo voy a poner a Zero segura lejos de aquí.

La Novia del Mar, Venecia. Nuestro destino será una ciudad famosa dónde mis padres están la gran parte del tiempo.

–¡Zero, ven aquí! ¿Ya tienes todo lo que necesitas?.

Le pregunté a Zero, ella estaba frente de la ventana de un establecimiento... En la que vendían gorros.

–No... Quiero eso.

¿Para que quiere un gorro? Lo del otro día pudo averla dejado con secuelas de las negativas... Mierda, es mi culpa, no debí dejarla con esos simios de mierda.

–Zero... ¿Es por lo del otro día en la Preparatoria?.

No hubo respuesta de su parte. Suspiré.

–Bien, vamos.

Entramos a la tienda de la cual el nombre es desconocido ya que no me tomé el tiempo de leer el letrero. Paseamos por todo el lugar, pero Zero no elegía nada.

Giró en seco para darme una mirada penetrante, que en cuestión de fracción de segundo se volvió una sonrisa.

–Elige algo para mí, Darling.

Su sonrisa me devolvió a la vida totalmente. Después de que mi leve sonrojo desapareciera, empecé a buscar un gorro que combinara con su ropa... Realmente no sé sobre combinar, así que agarré el primero que me pareció lindo.

–Toma éste.

Le entregué uno simple color rojo.

–¿Qué te parece?.

Zero se lo puso y revisó como le quedaba frente al espejo cerca del mostrador. Sonrió frente al espejo y así como apareció, su sonrisa desapareció.

–¡Es lindo!.

Dijo y se marchó de ahí. Antes de que se hiciera un alboroto me puse en camino ha pagar el gorro simple y económico.

Cargaba con todas las bolsas de ropa que compré para Zero Two. Ella caminaba Feliz y otras veces simplemente se desanima... Me preocupa. Espero que éste gorro que realmente fue muy barato le ayude a superar sus nuevas inseguridades. Se me adelantó.

Tengo suerte de aún contar con el apoyo económico de mis padres, pero la mala suerte de no tener una buena condición física. La ropa superaba por unos cuantos Kilos lo que yo estaba acostumbrado a levantar.

–¡Espera, Zero Two!.

...
...
...

Estaba preparando la cena. Gigi y Zero se demostraban afecto, sobre todo por parte de Zero. Al parecer le tiene más aprecio desde lo de ayer.

Gigi dejó a Zero un momento para poder darme su atención.

–¿A qué hora saldrán?...

Se recargó en la pequeña barra entre la cocina y la Sala.

– 11 A.M. será un viaje de aproximadamente 16 horas... Será agotador.

De solo pensar lo que tendré que vivir se me revuelve el estómago... Será aburrido y largo, prácticamente sin nada de entretenimiento, solo la pequeña ventana del avión... Oh, ni siquiera eso, otra persona nos quitó ese asiento solo porque fue más rápido al comprar los boletos.

–Rayos... Me gustaría ir con ustedes, pero tengo deberes con mi familia.

–Es una pena, en otra ocasión será.

Kiss Of  Death, Zero Two & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora