¿En qué momento perdió el control sobre él?
No lo supo, pero la rabia que fluía por su sangre la hizo interpretar como enemiga a la chica de cabello amarillo. Apretó los puños y las venas sobresalientes de sus cienes comenzaron a palpitar debido a la acumulación de chakra en sus ojos.
Jamás imagino verlos así...
Y aunque la ventana no hubiera estado abierta, ella los habría visto igual.
La ventaja del Byakugan.
No soportó más y saltó perdiéndose por las calles. Ino tenía la culpa. Ella era la culpable. La culpable de ese sentimiento que embriagaba con fuerza su pecho.
Estaba perdiendo a su “familiaʼʼ, su lugar.
No podía dejar que eso pasará, no podía permitir que Ino fuera feliz al lado de su aún esposo. Tenía que hacer algo para alejarla de él, de su hija, de su hogar. Ante sus ojos no comprendía que ya nada de eso era suyo, todo lo había perdido desde el momento que cruzó la puerta dejando a Himawari atrás, en su camita y con la promesa de que volvería para contarle una historia. Promesa que no cumplió. En su lugar camino por la acera, con maleta en mano y Kiba frente a su casa, esperándola. Tal vez una parte de sí lo sabía, esa parte estaba consiente que lo había hecho mal y lo que pasaba en realidad era su culpa.
Pero el odio y el orgullo de la mujer eran mucho más grandes que su moral.
Haría todo que estuviera en sus manos para separarlos y si no era suficiente, buscaría como pasar una parte del trabajo a otras manos.
Una sonrisa maliciosas se formó en sus labios a la vez que cambiaba de ruta.
Sí ella y Naruto no habían sido felices, entonces haría que jamás lo fuera al lado de nadie.
Se detuvo frente a una casita, ya bastante alejada de la aldea, la maleza crecía enredandose en las paredes cuya pintura gastada le daba un toque depresivo. Llamó a la puerta un par de veces, el sonido se expandió por el eco fantasmal de los árboles que la cubrían.
No espero mucho para escuchar unos pasos rápidos y luego el chillido metálico de ésta al abrirse, un hombre de cabello oscuro apareció en ella.
-¿Qué haces aquí?
-Al menos saluda Sai.
-Hola, ¿qué demonios haces aquí?
-Vine... a hablar contigo respecto a un tema que creó va interesarte mucho.
Sai achicó los ojos como rendijas lleno de desconfianza. La última vez que había visto a Hinata, había sido para pedirle información sobre un joven ninja, él y Kiba habían tenido un altercado no mucho antes. No volvió a saber del chico ni de ella. Verla frente a su casa con esa mirada llena de desesperación sólo podía significar que quería algo.
Y seguramente lo quería de él.
-No pienso darte información de nadie más, casi me descubren la última vez Hinata. Si alguien se entera que tengo un libro bingo de toda la aldea, me exiliarian.
-No vengo por eso.
-¿Entonces?
-Vengo a hablar de Ino.
El dolor y la amargura de volver a escuchar ese nombre hizo que su semblante cambiará repentinamente. No dudo en dejar pasar a la pelinegra que sonreía jactanciosa, lo estaba logrando. Se quedaron en el pasillo, frente a frante, con un par de metros separandolos.
-Habla -Le ordenó con frialdad.
-Hace un tiempo que ella comenzó a ayudar a Naruto a cuidar de mi hija ¿lo sabías?
-Toda la aldea lo sabe.
-Pues... al parecer no sólo está ahí por ayudar.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que Ino y Naruto son más que amigos Sai.
La risota del chico la tomó por sorpresa.
-¿De qué te ríes?
-Es el disparate más estúpido que te he escuchado decir Hinata. Ino jamás se fijaría en él, es imposible.
-Imposible es que tú nunca te hayas dado cuenta de ello Sai -Cruzó los brazos-. ¿Acaso nunca te diste cuenta de la forma en la que miraba a Naruto? ¿De la forma en que le hablaba? Siempre fue tan obvio, incluso para mí. Tu fuiste el más ignorante.
Hinata miró sus uñas y sonrió de lado ante la furia retenida en los ojos del pelinegro.
-Además de su juguete, ella amaba a Naruto, trató de olvidarlo contigo. Pero como no lo logró, te desecho al igual que basura.
-Garantizame tus palabras.
-Acabo de verlos.
-¿Haciendo qué?
-Besándose dentro de mí propia casa -Dijo con odio y despreció.
Era todo lo que necesitaba para convencerlo. Aunque él no se lo hubiera dicho aún, ya lo tenía de su lado, el silencio prolongado por interminables segundos se lo comprobaba.
Sai no necesitaba comprobarlo, su voz le garantizaba que Hinata decía la verdad. De nuevo su corazón se estrujo de dolor y las lágrimas lo retaron.Jamás había sentido tanto amor por nadie, ni siquiera por su hermano. Había entregado su corazón en bandeja de plata a alguien que lo uso como distracción y luego lo tiro.
Su historia no era la más romántica, ni la más conmovedora, había iniciado por un simple error al comprobar su teoría sobre cómo socializar.
Pero pronto se torno algo increíble y hermoso, al menos para él.No hiba a tolerar que se burlaran de él, no de nuevo, nunca más.
-¿Cuál es el plan?
Hinata amplió su sonrisa y se felicito internamente.
-Necesito que te acerques a ella, casualmente y sin otras intenciones. Haste su amigo, que parezca que la has olvidado y sólo quieres que vuelvan a ser cercanos. Yo me encargaré de lo demás.
-Entiendo, ¿pero qué gano yo, aparte de una venganza?
-La venganza es la mejor recompensa.
-No estamos seguros de que vaya a funcionar -Alzó el mentón con una sonrisa ladeada-. Quiero una garantía.
-Mmm... Bien, te la daré.
Una risilla traviesas escapó de sus labios, sabía a dónde se dirigía eso.
-Lo quiero ahora.
Sai fue emboscado por una oleada de besos y caricias. Llenos de lujuria y nada más que lujuria. Paso las manos por las curvas de la mujer, delineandolas, no necesitaba hacerlo, se las conocía de memoria.
Cuanto había estado deseando volver a sentirla así de cerca.Ese era su pago.
Volvió a deleitarse con la dulce boca de la chica.
Era dulce pero de ella no salían más que...
Palabras venenosas.
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Hola!!!
Medio raro el cap ¿no?
Pero se acercan muchos problemas, y perdón pero las novelas no son novelas sin trama.
Espero y les guste.
Que tengan una excelente día, noche, tarde.
Gracias por leer. 🌻🐝
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Papá soltero✔ Hija prodigio✔ Y...¿¡Mamá sustituta!?✔
FanfictionHinata se harta del matrimonio falso y tedioso que sostiene con Naruto, y decide irse con Kiba. Dejando atrás todo, el amor de un hombre excepcional, una familia fabulosa y... un pequeño retoño. ¿Pero que hay del corazón destrozado de Naruto? ¿De l...