Papá soltero✔ Hija prodigio✔ Y...¿¡Mamá sustituta!?✔

3:Llenando vacíos.

El sol se coló por las aberturas de las persianas y juguetón le acarició el rostro.
Estiro los brazos y dio un largo  bostezo, miró el techo recordando la noche anterior. En definitiva quería escuchar cantar a Ino de nuevo. Ella y Himawari se llevaban muy bien, parecía que su precencia amortiguaba su dolor.

Tsunade le había dicho que en la etapa de la niñez es necesario tener presente una figura femenina, él no podía enseñarle lo mismo que una mujer. Son dos mundos totalmente diferentes el del hombre y el de la mujer. Ino podía ser de mucha ayuda para guiar a Himawari...

Ya pasaba cerca de un mes y Hinata ni siquiera se mosqueaba para ver a su hija.

Un pajarito distraído choco contra el cristal de la ventana.

Se puso de pie con pereza, pero pronto se olvido de ello cuando reparo en lo tarde que era.

-¡Desayunó!

Salió como alma que se lleva el diablo, Ino y Himawari estarían hambrientas y no tenía preparado nada.

Pero su carrera fue turbada cuando un delicioso olor a mantequilla inundó sus fosas nasales.

A paso lento entro a la cocina llevándose la sorpresa de ver a Ino de espaldas frente a la estufa tarareando la canción de anoche. No fue conciente de lo que hacia hasta que se encontraba detrás de ella asomando su cabeza sobre el hombro de ella.

Ino que lo había escuchado entrar sintió un cosquilleo en el estómago. No era hambre. De eso estaba segura.

-Buen día Naruto.

Naruto parpadeó e intentó sonreír tranquilo sin mucho éxito, por alguna razón se sentía nervioso, estaban muy serca. Disimuladamente se aparto para quedar a su lado y no detrás de ella.

-Buen día Ino-chan. No debiste de haberte molestado, yo iba a preparar el desayuno.

-No es ninguna molestia -Hizo in ademán con la mano restándole importancia al asunto a la vez que con la otra depositaba un plato de wafles en la barra-. Naruto podrías servir la mesa por favor.

-Claro.

Naruto tomó los platos y los colocó sobre la mesa.

-Gracias. Yo iré a despertar a Himawari para que venga a desayunar con nosotros.

-¿Crees qué tenga apetito?

-Debe de comer algo. Enfermo que come no muere -Apunto con una dulce sonrisa-. Además hice wafles especialmente por ella.

Naruto frunció el ceño y levanto los labios en un puchero.

-Con que sólo por ella ¿he?

Ino rió bajito y pico con su dedo índice la mejilla del rubio.

-Por ti también.

El gesto infantil de Naruto desapareció y en cambio una hermosa sonrisa se instalo en sus labios.

-Ahora nos entendemos Ino-chan.

La chica rodó los ojos divertida a la vez que caminaba hacía el pasillo.

-Nunca vas a cambiar ¿verdad?

-Tú lo has dicho.

Vio su delicada silueta alejarse por el largo pasillo, la forma tan especial de caminar de ella lo llevo a pensar lo extraño que resultaba que siguiera soltera, no es que no le gustara que fuera una mujer libre, le gustaba que lo fuera, además un novio no parecía muy buena idea. Medito ese pensamiento antes de arrugar la nariz. Esa idea era desagradable, Ino estaba bien sola por que estaba con ellos.