21:En el silencio del desprecio

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Alguien alguna vez dijo que las palabras eran llaves poderosas que te abrían muchas puertas, pero se le olvido mencionar que también podían cumplir una función de candados.

Recuerda durante la mayor parte de su infancia y adolescencia haber perseguido a una persona, un acoso mudo, porque él nunca la había notado a ella o eso creía. Y es que no era culpable, aquel rubio de ojos azules tenía una sonrisa que deslumbraba a cualquiera. Solitaria, la única palabra que se ajustaba en definición de su vida, no buscaba quejarse, no podría, su padre intentaba criar a dos hijas lo mejor posible, aparte que sobre sus hombros se encontraba el título de su clan, era la promogenita heredera de los Hyuga, no podía ser más débil, se esforzaba siempre, siempre por ser mejor, y eso nunca bastó.

Su madre había muerto un tiempo atrás provocando un extraño desdén por parte su padre, con una hermana menor demasiado llorona y un luto tan pesado como el armario de roble qué adornaba su habitación, muchas noches limpio sus propias lágrimas, vendo sus heridas y práctico hasta que el sol le hacía consiente del cansancio, nadie conocía esas luchas internas, nadie nunca la hubiera ayudado con ellas tampoco, así que el día que el destino le presento a quien fue capaz de regalarle un poco de luz, decidió que no lo soltaría, Hinata estaba rota cuando conoció a Naruto, a su parecer todo en ese niño encajaba perfecto con los vacíos de ella misma.

Lo siguió desde las sombras.

Lo admiro desde la última fila.

Lo amó en silencio.

Caminó detrás de él con la esperanza que algún día volviera el rostro y la notará, al fin la notará.

Así que nunca se rindió, no con él, no importaba lo que dijeran o hicieran, para ella... Para ella nunca sería un monstruo, ni un demonio, ni un vago, ni un fracasado.

Entonces un día el cielo oyó sus plegarias, Naruto dejó de perseguir a Sasuke, olvidó a Sakura y sus ojos la enfocaron a ella, vio al fin su rostro reflejado en ese iris marino y lo amo, amo tanto esa sensación en su pecho que... Que olvido el dolor, la decepción y los fracasos.

Quizás fue paso del tiempo, quizás fueron los años, el matrimonio, la paternidad, el trabajo, la monotonía qué le robó la magia. Ya casi no hablaban con Naruto, ser hokage lo consumía lentamente y la soledad la estaba asfixiando de nuevo, esa sensación de la que tanto huyó en su infancia volvía de a pocos, no puede culpar todo a ese temor infantil, pero... Pero entonces Kiba comenzó a frecuentar su casa con distintas excusas, cuando Naruto no estaba qué era casi siempre, fue una flor al inicio, luego un pan de arroz, un ramo de flores de cerezo y luego un beso apasionado. Eso movió todos sus sentimientos, cayendo en cuenta en el desperdicio de experiencias de su juventud, siguió a un solo hombre toda su vida cerrando los ojos a otras personas.

Tomó las desiciones que tomó y no... No estaba arrepentida.

Pero cuando esa noticia llegó a sus oídos, cuando supo que Ino ahora vivía en casa de Naruto y cuidaba de su hija, algo en ella hirvió, hizo todo para destruirla, jugó cada carta disponible, la hizo sufrir, casi al punto de acabar con su vida. Sin embargo falló, falló de manera impresionante, su fracaso fue tal y tan grande que ahora...

Ahora esa maldita iba a casarse con el que alguna vez fue su esposo, ella iba a usurpar su lugar. No estaba arrepentida de sus acciones pero... Pero no estaba dispuesta a perder.

¿Celos, frustración, rabia, impotencia? No sabe exactamente qué la impulso, pero tampoco presto atención, siempre fue una impulsiva reprimida, sus emociones tendían a dominar sus acciones. Así que ese día sus pies se movieron solos, y por eso se encontraba allí, en la entrada de la que alguna vez fue su casa, esa entrada que tantas veces cruzó en diferentes instantes, donde el inicio de una vida le dio la bienvenida... Pero ahora... Un escalofrío recorrió su piel, erizando sus nervios, frunció el ceño, ahora se sentía tan extraño, ella se sentía extraña ahí, como si el mismo lugar le gritara a la cara que no pertenecía más, que se largará por donde llego, que no se atreviera a dar un paso más.

Hinata, siendo Hinata y ese nuevo alter ego recién adquirido en su sistema hizo caso omiso a la advertencia, deslizandose con cautela hasta llegar a esa puerta, con el mentón en alto y el cuerpo vibrando en rabia, toco con la palma extendida, desesperada.

Y es que no tardaron mucho en atender al brusco llamado, fue cuestión de segundos en que ruidos del otro lado se hicieron presentes, mísero segundos donde su corazón dio un vuelco en cuanto ese tan conocido extraño emergio frente a ella, sus ojos tan cristalinos como los recordaba, quizá con un poco más de brillo en las mejillas y el cuerpo más recompuesto, y con la misma repulsiva y encantadora sonrisa de siempre, sonrisa qué apenas ella fue captada ante sus ojos se esfumo.

-¿Hinata? -Esa fue la primera vez desde hacía mucho que escuchaba su nombre salir de esos labios.

Labios qué fueron tan suyos...

Y su primer impulso fue estampar su mano contra la mejilla de Naruto, en una sonora cachetada que lo tomo por sopresa, poco inmutado pero si desconcertado abrió los ojos al tope.

-¿Pero qué...?

-¡Eres un maldito imbécil! -Bramo ella-. ¡Desgraciado infeliz! ¿¡CÓMO TE ATREVES!? -Las lágrimas cegaron su vista-. ¡Maldito!

Y ahí estaba la mujer que tiro su vida al precipicio casi un año atrás , rogó muchas veces verla volver y decir que todo había sido un error, que estuvo muy equivocada, que volvieran a intentarlo y continuar con su familia como siempre. Pero en esta ocasión Naruto no estaba feliz de verla, por más cristalinos que tuviera los ojos en medio llanto y el cuerpo tembloroso, demacrada, más pálida de lo usual e incluso su cabello carecía de ese brillo peculiar qué la caracterizaba.

-¿De qué demonios hablas?

Llevo su propia mano al lugar del golpe, las técnicas de lucha de los Hyuga hacían a las bofetada el triple de dolorosas.

-¡¿Vas a casarte con ella!?

Comprendió todo de golpe, haciéndolo endurecer la mirada, claro que no esperaba que la noticia pasara desapercibida, él era el hokage , pero tampoco creyó que correría tan rápido el rumor. Siendo apenas un par de días desde que le había propuesto matrimonio a Ino, recordó a ella y Hima, los gritos de Hinata seguramente habían resonado por toda la casa, no podía permitir que ellas se asustaran o quisieran intervenir.

No iba a permitir que alguien turbara la paz la cual fue tan difícil de construir en su familia, exacto, era SU familia, relajo lo más posible sus facciones suspirando con pesar.

-Si yo voy a casarme con Ino no es tu problema, no te interesa.

-¿¡Crees qué no!? -Ella sonrió con sorna-. ¡No hoy a permitir que esa maldita conviva con mi hija y se revuelque contigo en mi casa! ¿¡Oíste!? ¡No voy a permitirlo!

Y su mano rápida volví a alazarse en el aire, dispuesta a abofetear a Naruto de nuevo, pero esta vez él fue más veloz y detuvo el movimiento de manera brusca sujetando con fuerza su muñeca.

-Escuchame, esa "maldita" como tú la llamas ha cuidado de Hima desde que te largaste con Kiba, nunca preguntaste por ella, nunca estuviste con ella después de esa noche, no te hagas la buena madre, que esa mentira ni siquiera tú puedes creerla. Yo puedo hacer lo que desee, oye bien Hyuga, soy Naruto Uzumaki, el maldito séptimo Hokage de la aldea de la hoja y kyubi de zorro de las nueve colas.
No me obligues a abandonar la poca lastima que te tengo -Conforme cada palabra salía, su agarre tomaba fuerza. Y el rostro de Hinata perdía color al tiempo que su corazón de congelaba, el chakra agresivo de Kurama filtrandose por los poros de la piel del rubio, quemaba, casi como llamas que comenzaban a agobiarla-. No sé que pretendes o buscas, pero aquí no vas a en cobrar nada. Tú ya no eres nadie ni para mí ni para Hima, así que largate ahora mismo y regresa con tu puto perro, aquí no eres nada -Escupió con odio retenido cada letra, antes de soltarla con violencia, alejarse y cerrar con más fuerza de la necesaria.

La dejo ahí, sola, asustada, inmóvil, procesando cada palabra.

En el silencio del desprecio

***

HOLA MIS AMORES!

Eb definitiva no tengo excusa para esta desaparición, perooo aquí les dejo un nuevo capítulo.

También para recordarles que esta historia no ha muerto y ya casi se aproxima al final, agradezco su paciencia a mis primeros y nuevos lectores, un beso desde algún rincón del mundo.

Nos leemos pronto y gracias por leer! 🌻🐝

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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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