LIZ'S POV:
Le había mentido a Ashton, y eso estaba mal, lo sé, pero no quiero contarle mi verdadera historia porque, muy en el fondo, sí quiero que seamos amigos, porque nunca tuve uno y estoy cansada de estar sola y ser rechazada todo el tiempo, y tengo miedo de que si lo sabe, se aleje. Necesito a alguien a quien confiarle mis cosas, alguien con quien hablar, con una persona me alcanza y me sobra, y tal vez (pero con mucha suerte) Ashton pueda ser esa persona.
Así había pasado la tarde con Ashton:
-Hablamos.
-Miramos Diario de una Pasión en la televisión de su habitación.
-Lloré con esa película.
-Ashton rió a causa de eso.
-Yo lloré aún más volviendo a recordar la película.
-Ashton rió más fuerte (si es posible) por mi acción.
A todo eso, se habían hecho las 6:54 PM, tenía que irme a mi habitación prácticamente volando y tratando de ser invisible. En el orfanato hay una regla (que casi nadie la cumple, pero yo sí por miedo a ser castigada) que dice que las mujeres no pueden estar en el piso donde están las habitaciones o en las habitaciones de los hombres después de las 5 PM, lo mismo pasaba con los hombres, si ellos se quedaban después de las cinco de la tarde en el sector o habitación de una mujer, eran castigados.
Ashton y yo estábamos en silencio, pero no era incómodo, para nada, era uno de esos silencios donde te dan tranquilidad y la posibilidad de pensar las cosas en paz, sin que nadie o nada moleste. Era uno de esos silencios, y yo lo rompí.
-¡Ashton! -grité. Él salió de sus pensamientos y me miró sorprendido.
-¿Qué? ¿Qué pasa? -dijo totalmente perdido.
-¡Son casi las siete de la tarde! -le dije, más bien, grité, para hacer que reaccionara y se diese cuenta de la situación, pero no lo hizo.
-Y eso quiere decir que... -respondió, aún más perdido. Éste chico no era más lento porque no le daba el tiempo. Yo lo miré incrédula.
-Que son casi las siete de la tarde, y si salgo ahora al corredor y me ven en este sector me van a castigar. -dije, en un tono de voz bajo, pero no tímida, rendida de que Ashton no se diera cuenta de lo que pasaba. Después de que lo dije, él reaccionó, finalmente.
-¡Son casi las siete de la tarde! -gritó, y yo lo miré con odio, él lanzó una pequeña risa nerviosa.
-Vení, vamos a tu habitación, te acompaño. -dijo Ashton tomando las llaves de su habitación, para abrir la puerta y hacerse a un lado para que yo pase primero, pero no lo hice, me quedé en mi lugar, inmóvil.
-No, si salís conmigo te van a castigar a ti también. Tranquilo, puedo ir sola. -le dije a Ashton, él me miró algo dudoso, pero luego negó con su cabeza.
-No es ningún problema, yo ya estoy castigado, Liz, está bien. -respondió él, y ésta vez fui yo la que negó con la cabeza.
-No, es enserio, no quiero crearte más problemas. Puedo ir sola, conozco éste lugar de memoria, no pasa nada. -le dije, tratando de darle la sonrisa más convincente del mundo. Ashton suspiró, me miró por unos segundos y me dejó ir sola.
-Está bien, tené cuidado, y Liz, si el director o alguien te dice algor, deciles que fue mi culpa el que estuvieras acá. -dijo guiñándome un ojo y dando un pequeño beso en mi mejilla, en forma de despedida, y luego cerró la puerta, dejándome a mí afuera, en el pasillo, que ahora estaba totalmente vacío, no sé por qué ya que eran tan solo las siete de la tarde.